Pla y su gente

Basado en los textos de personas vinculadas a este pueblo.

Pla  – su historia y su gente en base a los textos de personas vinculadas a este pueblo

 

Agradecimiento

Por algunos años, especialmente en 2007 y 2008, en diversos blogs se recogieron numerosos testimonios de personas interesadas en Plá.   Un sentido agradecimiento a quienes han compartido sus conocimientos y recuerdos.

Este trabajo es una recopilación de esos testimonios, sumarizados y ordenados para facilitar la lectura.  En general, se ha tratado de no variar los comentarios.  No se ha actualizado la información, la que, esencialmente, se presenta en forma de presente, pero que corresponde a escritos de los años 2007 y 2008.

Se advierte que , en general, los datos incluidos no están basados en documentación fehaciente sino que son generados por los recuerdos de los que escriben y por la tradición oral, de modo que pueden contener algún grado de distorsión.

En el proceso de edición, muchas citas no mencionan al autor y,  en algunos casos, puede que se adjudique la cita a otro, por ello es bueno remitirse al  blog original  que se puede leer en

http://playsuhistoria.blogspot.com.ar/

Tambien pueden verse fotos y otros materiales en

http://placomunicado.blogspot.com.ar/

Noticias más actuales se pueden encontrar en  PLA….. más que un pueblo… un sentimiento…. creado por Ariel Záccaro y que se aloja en

http://www.facebook.com/groups/142117742491015/?fref=ts

http://escuela18emita.blogspot.com.ar/

Extraordinariamente importante es el Facebook de la historiadora Marina Vaccarezza que contiene documentos, fotos y comentarios de valor incalculable.

Al final  de esta reseña se incorpora la lista de los habitantes y parientes que han sido mencionados en alguna oportunidad en alguna de las redes sociales.  Son casi 900  nombres que nos marcan con su presencia.

PLA

ORIGENES DE PLA
En el 1800 en la zona había indios.  La frontera malamente era resguardada por la Guardia de Luján. La penetración del poblador blanco fue lenta. Rosas hizo su incursión contra los indios hostiles allá por la década del 30 y luego vendrían la zanja de Alsina y la campaña al desierto de Roca. Pero para esa época estas tierras ya tenían pobladores, en general protegidos por la barrera natural del Rio Salado, siendo el principal transito del hombre blanco las excursiones a las Salinas Grandes para aprovisionarse de la imprescindible sal.

Es de destacar que lo que hoy es partido de Alberti perteneció originariamente a los partidos de Chivilcoy, Chacabuco y 25 de Mayo.  Es interesante, entonces, conocer  el orígen poblacional de esta zona, la que tiene un desarrollo importante a partir de la Ley de Enfiteusis, que prohibió la venta de las tierras públicas que estaban destinadas a garantizar los empréstitos contraídos por los diversos gobiernos, pero que permitían su arrendamiento y subsecuentes subarrendamientos de las parcelas y luego la adjudicación en propiedad.

Existen antecedentes que tanto las familias Terrero , Alvear y Unzué  y la sociedad de Lartigue y Pla eran grandes terratenientes de la zona o , en su caso, adquirentes de tierras públicas en las grandes subastas y distribuciones  efectuadas como recompensas por servicios militares  organizadas luego de las expediciones de Rosas y Roca  En los planos antiguos publicados por la historiadora Marina Vaccarezza pueden verse algunas las extensiones que correspondían a esos terratenientes.

Solo para tener una referencia de los propietarios de esas vecindades, Unzué poseia en la República 250.000 hectáreas y la sociedad de Lartigue y Plá 47.500 hectáreas.   Respecto de Plá, aproximadamente las tierras  desde las vias al sur eran de Unzué y los de la via hacia el Salado de Lartigue y Plá y de sus sucesores.

Dice la  historiadora Maria Saenz Quesada en un artículo publicado en el diario La Gaceta:

Sarmiento tuvo oportunidad de poner en práctica sus ideas cuando era legislador en el Estado de Buenos Aires, en 1857. Impulsó entonces, junto con Bartolomé Mitre, la ley de tierras públicas de Chivilcoy. Eran campos dedicados a la ganadería, repartidos en grandes extensiones por la Ley de Enfiteusis (1821), en los que se habían establecido unos 300 labradores como inquilinos de los grandes enfiteutas. Estos que les cobraban un alquiler y se reservaban el derecho de expulsarlos, le debían al fisco las sumas ínfimas de sus propios alquileres. La ley permitió que la tierra pública se vendiera en lotes con derecho de preferencia para sus ocupantes y prohibición de adquirir más de uno por familia. Gracias a dicha legislación y a la llegada del ferrocarril, Chivilcoy se convirtió en uno de los partidos más prósperos de la provincia.

Estos y otros  precursores  fueron creando estancias para  lucrar con el ganado vacuno y, en ocasiones, con el caballar y ovino.  En las primeras décadas de la centuria del 1800, Rosas y Terrero se asociaron en la explotación de estancias y saladeros y dieron gran impulso  a esta actividad, en tierras que , por arrendamiento o venta fueron luego transformadas en agrícolas.

Con anterioridad,  la Primera Junta establecida el 25 de Mayo de 1810 ha tenido infinidad de temas de que ocuparse. Sin embargo, no descuidó estas zonas. Llama la atención una nota  dirigida a Pedro Andrés García, por entonces relevando las zonas a proteger del accionar de los indígenas, que dice textualmente:

«Enterada esta Junta del oficio de V.S. de 26 de Octubre último, en que propone se establezca guardia y población en la Laguna de Palantelén en que se hallaba, ha resuelto se encargue a V.S. que proceda a su formación oportunamente,  tomando las medidas conducentes al efecto, lo que ejecuto de acuerdo de ella, para que realice V.S. esta determinación.

Dios guarde a V.S. muchos años.  Buenos Aires, 3 de Noviembre de 1810 –Cornelio de Saavedra  – Dr. Mariano Moreno, Secretario»

Plá es una pequeña población ubicada en el Partido de Alberti, a quince kilómetros de la ciudad del mismo nombre. Poco interés puede despertar la historia de un sitio más de la provincia de Buenos Aires.  Sin embargo, muchos  añoramos no haber prestado más atención cuando los que nos precedieron nos contaban sus vivencias.  Esta es una pequeña historia construida en base a referencias que, en general, no van mucho más atrás que 1945.

Durante la epopeya de la colonización, avanzando la frontera agrícola, muchos inmigrantes tuvieron un lugar que los albergó y les dio la oportunidad de una vida mejor. En aquellos años, en las proximidades de Plá, se establecieron colonias. Son recordadas la Estancia San Mariano y la llamada El Socorro, que arrendaban chacras a los agricultores. Sus administraciones  se ubicaron cerca de lo que fue la Estación Plá del Ferrocarril Compañía General Buenos Aires (uno de los pocos ferrocarriles franceses en la Argentina), construido alrededor de 1910.

La historiadora Marina Vaccarezza,  quien ha hecho muchas contribuciones al conocimiento de nuestros antecedentes, comentò  que todos los campos que formaron la colonia San Mariano pertenecieron originalmente a la extensa estancia EL SOCORRO de don Mariano Unzue, en 25 de mayo , parte de las cuales integraron el partido de Alberti en 1910.  El nombre San Mariano fue dado en honor al antiguo propietario Mariano Unzué.

La transformacion de los arrendatarios de la colonia en propietarios fue por expropiacion en la epoca del gobierno de  Peron a la heredera Sra Unzue de Madero.    Eran parcelas de 100 ha que  se entregaban a chacareros , a pagar a 30 años , con herramientas agricolas , semillas y plano para casas estilo chalet californiano de las que subsisten algunas.

Con el tiempo, esos arrendatarios  – en virtud de la expropiación antes comentada – que obtuvieron la propiedad de sus tierras , en condiciones altamente beneficiosas- le dieron un gran impulso a la producción de la zona, generando trabajo para muchas personas, en un contexto de tecnologías primitivas de labranza, acotadas más aún por la imposibilidad de conseguir insumos debido a las guerras mundiales.

Hasta tanto alguien con interés y paciencia bucee en los censos y los registros de catastro va a ser difícil establecer una secuencia cronológica de los primeros asentamientos poblacionales.

Tal como ha ocurrido con otras localidades, el desarrollo nació del auge  de la agricultura pero, fundamentalmente, de la construcción del ferrocarril  .

En 1905  los promotores argentinos de este ferrocarril  transfirieron sus derechos a la  compañìa francesa CGBA, la que comenzó sus trabajos en 1906.  En este contexto, imaginemos cómo se produce la transformación de la zona.  El señor Plá cede los terrenos  y, al tiempo, el avance de las obras trae un cantidad enorme de obreros y tècnicos que deben construir , con los medios precarios de entonces, terraplenes, estaciones, colocar vias y señales, etc.  Estas personas necesitan de servicios.  Es aqui donde cabe suponer que aparecen los primeros interesados en quedarse a aprovechar la nueva oportunidad.  Por lo tanto, no es dificil suponer que los primeros asentamientos fueron alrededor de los años 1906/1908.

El plano antiguo, que se incluye al final , tomado de un trabajo de la historiadora Marina Vaccarezza, muestra claramente que los terrenos colindantes a la estación eran todavía propiedad del señor Plá.  La forma de los caminos, circunvalando  la estación y sin continuidad  manifiesta a alguna  ruta ( la de Alberti a Ugarte pasa por las cuatro esquinas  a unos dos kilómetros), hace suponer que nada importante había antes de construirse el ferrocarril, y que los primeros pobladores urbanos estables, teniendo en cuenta la tradición oral no documentada, habrían sido Daniel Bassi y Modesto  Giraldez.

Como dijimos,  Plá dista quince kilómetros de Alberti.  Pensemos en los comienzos del siglo XX, cuando los medios de locomoción se circunscribían a los caballos, los vehículos que podían remolcar, y algún Ford T o Rugby, que algún “potentado” podía tener. En esas circunstancias, los servicios tenían que obtenerse cerca. Generalmente, es sabido, así comenzaban los pueblos.

Antes que nada, debe mencionarse que el trazado de Plá es excepcional, con calles bien delimitadas, diagonales y su plaza. Un trazado urbano bien pensado. Pero, entonces, carecía de todos los servicios. No había electricidad, ni nada que no fuera la comunicación telegráfica a través del ferrocarril.

Para atender los servicios surgieron los  emprendedores. Modesto Giraldez en la actividad comercial y  Daniel Bassi con  la increíble cantidad de actividades que desarrolló, principalmente su propio horno de ladrillos, con el cual ayudó en la construcción de innumerables casas para los nuevos pobladores. Además, fue indispensable para la infraestructura en general. Su almacén de ramos generales era una casa enorme, hecha con materiales nobles. Incluso albergaba una confitería, que era el sitio de reunión. Tenía un inmenso salón de fiestas y otras dependencias como fábrica de soda. Pero no sólo eso, Bassi construyó edificios -de muy buena calidad- para todos los demás servicios: tiendas, sitios de reuniones y negocios varios.

Ahora es importante mencionar. con recuerdos de la década del 40, a quienes fueron desarrollando los servicios. El detalle será geográfico, por eso anárquico. Comenzaba la calle comercial, la larga calle que corre paralela a la via  del lado de la Estación, con la casa de quien desempeñaba un oficio hoy extinguido (el resero): Pancho Daniele. Seguía con el  almacén de ramos generales de Modesto  Giraldez (luego Gayol y Compañía) quienes eran los proveedores de combustibles Esso (único surtidor), cervezas Quilmes, Seguros La Agrícola, pinturas Alba, etcétera. O sea, todo lo necesario para la producción: comestibles, maquinaria, ferretería y pinturas.

La peluquería estaba a cargo de Cholo Castrofilo. El alberque era de su madre. Un hijo del precursor Bassi (Pablo) actuaba como contratista agrícola y mecánico, proveyendo servicios de transporte, arado, sembrado y cosechado con maquinarias propias. Teodoro García tenía un almacén y Castrofilo  padre era dueño de una fábrica de escobas. El correo era atendido por Paulucci. La estación del ferrocarril estaba a cargo de Díaz. Una moderna panadería fue establecida por Vidano, en un sólido edificio, con maquinaria de excelente tecnología, grupo electrógeno y cuanto fuera necesario para esa industria. Proveía de pan a la localidad y a otras poblaciones vecinas.

Hojraj tenía una tienda muy surtida. Una verdulería fue establecida después por Moreno. Otra posada fue instalada por Orlandi donde existía un enorme salón de eventos. Eugenio Antognelli era el proveedor de diarios y revistas y, además, tenía una casa bastante surtida en librería y artículos para hombres. D`angelo tenía un almacén; también se encargaba de acopiar frutos del país recorriendo con una jardinera a caballos las distintas chacras. Calvi era el tendero más importante.

Reggiardo, el lechero, tenía sus propias vacas; las ordeñaba y repartía la leche cruda en tarros. Ciavatta era el mago de la mecánica. Cuando los repuestos eran escasos su ingenio ponía en marcha las máquinas más complejas. La carpintería y herrería de Tesoro tenía trabajo intenso todo el año. Sus máquinas se movían con una serie de correas planas como las que se pueden ver en la película “Tiempos Modernos”. Dealberti, en su herrería, mantenía los utensilios de labranza afilando herramientas, soldando roturas, picando rejas, fabricando e inventando herramientas, Tonello oficiaba de carpintero.

Es difícil resumir tanta actividad. Estaban, por ejemplo, la carnicería de Panchito Daniele, los bares y almacenes de Tranquilo Campastri (con su muy requerida cancha de bochas , de las que había como siete), Malizia y tantos otros de los que no se tienen registros.   Cicocioppo era experto en construcción de máquinas. Ni que hablar de la magnífica obra realizada por la Escuela Nº 10, que llegó a brillar durante los años en que fue dirigida por la señora Adela Bassi, maestra entre maestras, de una voluntad y tesón como pocas veces se han visto.

En esta primera y  anárquica  suma de recuerdos, estos van apareciendo sin orden, como dados arrojados al azar y que más adelante tendrán, cuando los datos existan, referencias más amplias.

Distintos personajes  ( en la respetuosa definición de la RAE: Persona sigular que destaca por su forma peculiar de ser o de actuar) han poblado nuestro pueblo, carente de casi todo servicio publico. Prolíficos algunos como los Nicola y los Borracer. Hombres solitarios como Penaca (dispuesto para cualquier changa), Cleto Schiavi (cultivador de verduras y proveedor de ellas en la época en que no había verdulerías), Pascual Etcheverry (famoso por sus conocimientos en fabricar chacinados y en la caza de animales silvestres), Danielito Bassi (hábil criador de cerdos).
Leiva fue el mejor maestro de pala que tuvo la panadería de Vidano.
Bongianino manejó diestramente los galpones de acopio del ferrocarril. Caravallo sucedió a su cuñado como el carnicero del pueblo.
Algunos empleados del Criadero Klein vivían en el pueblo como Steininger (con un hermoso chalet teutón) y Lucas Fernández, y lo mejoraron ediliciamente.
Manolo y Juan Alvarez fueron dependientes por años en el almacén de Ramos Generales.
El Cholo Reggiardo, ya mencionado, andaba horas con su carro repartiendo la leche que él mismo ordeñaba.
Ester Grassi manejaba su sulky por varios kilómetros para dar clases en la Escuela Nº 10.
Marcos era todo ingenio para hacer andar máquinas agrícolas increíblemente precarias.
Podría seguir… pero es mucho mejor bucear en los testimonios que  contribuyen a poblar esta galería de hombres y mujeres que, viniendo vaya uno a saber de dónde, se afincaron, trabajaron, formaron familia, crearon y diseminaron una cultura y contribuyeron a que la pampa virgen se convirtiera en la hermosa maravilla que es hoy.

Para finalizar esta primera semblanza, quien dio verdadero impulso al pueblo fue Enrique Klein. Este alemán inmigrante, con un grupo de colaboradores, instaló un Criadero de Semillas, que generó una intensa actividad, ocupó a buena parte de la población, creó trigos y maíces que pasarán a la historia por haber mejorado enormemente la productividad agrícola ,  su contribución fué en algun modo comparable a la de Francisco Pla, quien funda el el pueblo, lo dota de una distrubución excepcional  y dona las tierras para la estación que lleva  su nombre .  La contribución social de estos precursores es  verdaderamente encomiable.

En el siglo XXI,  Plá está casi extinguido. La desaparición del ferrocarril y los modernos medios de locomoción hacen innecesario un centro de servicio de cercanías, desplazando a los demandantes de ellos a las ciudades más grandes y mejor provistas, generando también el afincamiento de los chacareros en la ciudad  porque se facilitó el acceso a sus campos con la facilidad de desplazamiento.

También  una de las causas de la declinación del pueblo fue la extensa sequía de alrededor de 1952 – años en que aún en las zonas productoras de trigo se comió únicamente pan negro- porque empobreció a los chacareros y les impidió cumplir con sus obligaciones, generando un colapso generalizado en el comercio que actuaba como soporte financiero mediante el «fiado» de sus insumos, que se cancelaba con el producto de la cosecha. Al ser ésta inexistente la posibilidad de pago fue nula.

Breve Historia

En 1864 Francisco Plá aparece en el censo Como habitando un puesto en la estancia de Diego White

22 de diciembre de 1897 Se construye el primer puente sobre el Río Salado que permite la comunicación vial con Alberti

Durante 1908 Llegan de Italia Daniel Bassi, su esposa Faustina Antognelli, sus hijos Juan, Herminia y Emilia,

En 1909 comienzan a correr los trenes de la Compañía General Buenos Aires.

En 1910 Francisco Plá , Saturnino Unzué y sus familiares figuran como propietarios de vastas extensiones de tierra

1 de enero de 1912 Se inaugura la estación Plá  ( por Francisco Bernabé Plá ) del Ferrocarril CGBA

15 de agosto de 1916 En lo que sería el futuro pueblo comienza a funcionar la Escuela N° 10

23 de Abril de 1919 Cuando asume como directora la señorita María Gago la escuela cuenta con 45 alumnos.

En 1919 Sobre 205 hs. de campo adquiridas al señor Plá, Enrique Klein funda su Criadero de Plantas Agrícolas

Durante 1922 Se funda el Club Atlético Plá,

28 de marzo de 1923 Se aprueban en La Plata los planos del pueblo de Plá, con lo que se considera fundada esta población. ,-

28 de setiembre de 1924 Se inaugura el Hipódromo construido por Francisco B. Plá

Durante 1929 Aparece el periódico La Voz de Plá.

28 de setiembre de 1929 Se funda el Club Social y Deportivo Ciclón Plá

Durante 1938 Se construye el nuevo edificio de la escuela N° 10,

Durante 1941 Se inaugura el busto de Domingo F. Sarmiento en el patio de la Escuela

17 de octubre de 1954 Se inaugura la Plaza, entonces llamada 17 de Octubre

Durante 1955 Se jubila Adela Bassi, quien ejerció la docencia en esa escuela desde 1927

6 de diciembre de 1959 Se inaugura la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

La primera ambulancia del pueblo llegó en 1959, era una Mercedes Benz modelo 1951 y su chofer fue Héctor Bouza.

Durante 1970 Se construyen dos plantas de silos.

Durante 1986 Se inaugura la cancha de futbol Juan y Pablo Bassi.

Durante 1989 Se inaugura la sala de primeros auxilios

11 de setiembre de 1988 Se inaugura el Jardín de Infantes N° 906

FUNDACION

Alejandro Erviti, historiador,  ha hecho llegar el antecedente histórico de la fundación de Plá, con permiso de reproducción:

Plá: Fundado el 28 de marzo de 1923, tal como consta en su acta de fundación.
“La Plata, marzo 28 de 1923”
Vistos los planos presentados por el Sr. Francisco B. Plá para la fundación de un pueblo en el partido de Alberti, estación Plá C.G de F.C de Bs. As., el Poder Ejecutivo, atento a lo Conformado por la Dirección General de Tierras de Geodesia decreta:
1º Aprobar los planos presentados por el Sr. Francisco B. Plá para la fundación de un pueblo en los terrenos de su propiedad, el que denominara “Francisco B. Plá”.

Muchos  piensan que la población es anterior y la razón les asiste. Plá fue fundada “oficialmente” el 23 de marzo de 1923. Es en ese entonces que comienza a ser un pueblo, por cuanto se aprueban los planos, se parcela la tierra y se rematan los lotes de quienes serán los pobladores que, aparentemente, llegaron en forma importante en esa década.
Sin embargo, antes de ello existía lo que podríamos llamar un caserío. Si miramos con atención, no existe un Plá único y armonioso, sino que son dos poblaciones completamente diferentes las que se encuentran del lado de la Estación y del lado de la Escuela.
Del lado de la Estación, las construcciones se asientan en una calle larga que va de un paso a nivel al otro. Es fácil inducir que allí se instalaron los primeros vecinos. Tambien es necesario decir que salvo alguna excepción las viejas construcciones de Modesto  Giraldez de cuya antigüedad no hay registros, casi todas las cosas fueron construidas por Daniel Bassi.
Como tenemos buena información de que Daniel Bassi llega al país en 1908 y que la mayoría de sus construcciones se hicieron en la “calle larga”, podemos inducir que esa parte del pueblo se formó con anterioridad a la fundación pero no muy anterior a 1908
En 1916 se funda la primera escuela y en 1919 el Criadero Klein. En 1912 se inaugura la Estación , pero el tren corría desde antes. Estos tres hitos nos dan la idea de que, alrededor de la vía, existía un núcleo básico que sirvió de simiente para que, urgidos por la necesidad de espacio, se fundara un pueblo  formal.

LA ACTIVIDAD ECONÓMICA

Miguel Gayol (h)ha hecho llegar una copia del anuario del Ferrocarril Compañía General Buenos Aires que, si bien no indica el año de edición, debe ser de cerca de 1945, incluyendo comerciantes, agricultores y otros servicios que trataré de reproducir a continuación

ACOPIADORES DE AVES Y HUEVOS: Francisco D´Angelo, Tranquilo Campastri, Abraham Simón.
APICULTURA: Angel Frattini, Angel Cauze.
AGRICULTORES: Juan Assandri, Antonio Blaiotta, Marino Bibini, Agustín Bibini, Leopoldo Bergamino, Gregorio Beorlegui, José Brignale, Antonio Bonin, Pedro Bustingorri, Emilio Carbonazzi, Luis A. Calegari, Pedro Carrara, Emilio Campagnoli,
José Consoli, Juan Consoli, Juan Desanti, Julio Etcheverry, Joaquín Etcheverry, Francisco Garro, Pascual Galazzi, José Gosto, Juan C. Haurdoll, Enrique Klein, Nicolás Labolita, Miguel Loquercio, Floro Mateoli, Luis Mateoli, Luis Martignone, Nicolás Medici, Luis Medrano, José Molea, Petrucelli Hermanos, Roque Pennella, Donato Pennella, Miguel Pontoriero, Viuda de Rosalin, Viuda de Zungri, Casildo Salinas, José Scolari, Mario Scolari, José Udoy, Juan Zacca, Carlos Zacaro, Miguel Zanini, Francisco Zoia, Ramón Zoia, Luis Zoia.
ALMACENES (Ramos Generales) : Tranquilo Campastri, Gayol y Cía., Giuliano Hnos.
BAR: Daniel Bassi
CARNICERIA: Jorge Ferrari y Cía.
CARPINTERÍAS: Luis Tonello, Manuel Tesoro
CRIADERO DE AVES DE RAZA: Carlos Steininger
COCHERIAS: Fernando Bertti, José Caputo
CRIADEROS DE CERDOS: Juan Bassi, José Bevilacqua, Leopoldo Bergamino, Emilio Carbonazzi, Viuda de Ferro, Enrique Klein.
CRIADERO DE PLANTAS AGRÍCOLAS: Enrique Klein C.A.P.A.
ESTABLECIMIENTOS AGRÍCOLA- GANADEROS: Pedro Carrara, “Santa María”; Enrique Klein, “San Francisco”; Mercedes Madero de Ayerza, María Madero de Bengolea y Sara Madero de Demaría Sala, “San Mariano”; Teófilo Martín “La Angelita”
HERRERIAS: Enrique de Alberti, Manuel Tesoro.
HORNO DE LADRILLOS: Daniel Bassi.
LIBRERÍA: Eugenio Antognelli.
MERCADO DE FRUTAS: Daniel Bassi.
PANADERIA: José Vidano.
PELUQUERIAS: Rogelio Aguirre, Antonio Castrofilo.
RESTAURANTE: Santos Mattioli.
TIENDA: Bernardo Silberman, Antonio Satuff.
TALLERES MECÁNICOS: Pablo Bassi, Natalio Cassi, Manuel Tesoro, Villa y Mosca.

LUGARES Y COSTUMBRES

Autos de alquiler
Muchos servicios prestó  al auto de alquiler de José Caputo, que era el único disponible para viajar fuera de las horas de servicio del colectivo o cuando las lluvias hacían intransitable el camino para vehículos más grandes.

El auto de Caputo era un Plymouth o Dodge negro, que tenía un barquito metálico sobre el radiador.

En  autos de alquiler además de Caputo, también estaba Vicente Penella, y ahora aparentemente también está el Gringo Pietrobelli.

Boliche de las cuatro esquinas

Las 4 esquinas era un almacén de Ramos Generales, con bar y peluquería para hombres, el peluquero era don Blaiotta, además tenía cancha de bochas bajo el monte de acacias, el dueño era Pedro Aguilar, marido de Tita, la portera de la Escuela, hija de don Julio Etcheverry, el de la chacrita frente a lo de Zungri. Era el único que vendía trompos de madera y de buena calidad,

Así lo describe Poroto D Ángelo: el boliche de las «4 esquinas” estaba ubicado a la salida de Plá, en el último paso a nivel, recuerdo que en principio era del señor Mastropiero, luego paso a ser de Francisco y Pedro Giuliano, había una cancha de bochas y la peluquería de Domingo Blaiotta, que luego de cortar el cabello tocaba una ranchera con el acordeón. Su último dueño fue Pedro Aguilar, esposo de Tita, la portera de la escuela.

Capilla

La capilla de Plá fue inaugurada un 6 de diciembre del año 1959.  El hacedor de la Capilla que lleva el nombre Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fue don Enrique Klein y ese día la bendijo monseñor Pironio que luego fue cardenal.  La primera bautizada fue la prima hermana de Adriana Alvarez,  Claudi Crespi, ese mismo día, y el primer casamiento que se celebró fue el de su tía madrina Ana María Moreno con Rogelio Martignone – Héctor Lesca agrega que recuerda que se retiraron de la Capilla en el flamante Kaiser Bergantín conducido por su propietario, don Juan Bassi-  Dice Adriana Alvarez: mi comunión fue allí, allí me casé y allí bauticé a mi primera hija.  Fui durante diez años catequista luego de que Iris Carbone me pasara la posta.  La capilla es hermosa, para mí no hay otra igual, todos los 8 de diciembre celebrábamos el día de la Virgen con Fedora Balbi de Castrofilo, hacíamos el rosario, tengo muy vívidos esos recuerdos, mi abuela Herminia Bassi me daba flores de su jardín para que le llevara a la virgen.  Cuando llegaba el día de la virgen doña Amalia Klein nos regalaba juguetes y golosinas a todos los que durante un mes íbamos al rezar el rosario.
La capilla está construida con materiales muy nobles, tiene un techo de madera y mucha tiranteria que la hace especialmente bonita, la imagen de la virgen del Perpetuo Socorro está en un cuadro. Supo tener un jardín hermoso cuidado por Julián Piñeiro, un hombre que luego falleció en el asilo de Alberti.
En una época, los chicos del pueblo armaban pesebres vivientes y también hacían procesiones para la Semana Santa.
Cuando la capilla cumplió 45 años se hizo un pequeño festejo y a  los 50 una ceremonia importante.

Respecto de la imagen, cuando la Capilla estaba en construcción y estaban haciendo un alambrado perimetral, algunos muchachos se habían juntado  a curiosear, cuando llegó Don Enrique en su Opel celeste y blanco y se arrimó  a conversar. A Héctor Lesca  se le ocurrió preguntar: ¿Por qué se llamará así?, y nos contestó «Porque salvó un barco que se estaba hundiendo». Otro le preguntó «para cuándo iban a traer la estatua» y nos contestó que no iba a haber «estatua» porque lo único que existe de Ella es un cuadro. Ya sabíamos el nombre porque el padre Miguel S. Fox venía a Plá en esos días, hasta tres veces por semana, andaba con una alegría bárbara en la Ford A color negro tan desteñido que parecía violeta.

Respecto de la Virgen el Perpetuo Socorro:

El icono original está en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso, muy cerca de la Basílica de Santa María la Mayor en Roma.  El icono de la Virgen, pintado sobre madera, de 21 por 17 pulgadas, muestra a la Madre con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. Se agarra fuerte con las dos manos de su Madre Santísima quien lo sostiene en sus brazos. El cuadro nos recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte. Hoy la Virgen cuida de todos sus hijos que a ella acuden con plena confianza.

Casas de dos pisos

Solamente dos casas han tenido alguna habitación en el primer piso.  La casa que habitó la familia Alvarez, frente a la Estación y la casa de Tesoro, hoy demolida, y que estaba al lado de la casa de Miguel Bibini.

Casa Giráldez

Desaparecido hace casi un siglo, sin dejar descendencia ni parentela, Modesto Giraldez es un pionero olvidado, pese a su gran contribución al desarrollo productivo de la zona.

Recordemos que la  primera población establecida en lo que fue  el pueblo de Plá se constituyó en la calle larga que corre paralela a las vías, del lado de la estación ferroviaria, y cuyas tierras, en apariencia , pertenecieron a no más que tres dueños, sin conocer en que oportunidad, Daniel Bassi y Modesto Giraldez y en algún momento posterior José Vidano.

Debido a que se sabe que  Daniel Bassi llegó a la Argentina en 1908 y que por esa época de construía el ferrocarril de la Compañía General Buenos Aires (CGBA) sobre  tierras donadas por Francisco Plá, se puede inducir que la calle larga es de esa época.

Como menciona la conocida historiadora Marina Vaccarezza,  no es el primer establecimiento poblacional de la zona, debido que existían en 1869 unos 600 habitantes  según informara Mariano  Gache, consejal y administrador de la estancia de los Plá.

Según Marina Vaccarezza, la estancia de Francisco Bernabé Plá  se llamaba San Francisco en Palentelén,  cuyo casco, que albergaba a muchos trabajadores, se encontraba cerca de la laguna de Palantelén,  sitio estratégico por cuanto en 1810 hay un proyecto con la firma de Mariano  Moreno instando a crear un guardia fronteriza en ese lugar.  Es notable también que alrededor de 1860 existía una escuela rural en la zona, lo que significó un adelanto atípico para la época.

Luego de esta digresión volvamos a Modesto Giráldez.  No se conocen detalles de su arribo, si que provenía de Galicia.  Se sabe que las zonas costeras del norte de España eran unas de la mas alfabetizadas y mejor informadas.   En sus numerosos puertos era común el contacto con personas de diversa procedencia, lo que permitía el intercambio de conocimientos. Ello  convirtió a gallegos y asturianos, en especial, en hábiles comerciantes que buscaron fortuna en Cuba y Argentina.

El gallego Giráldez comprendió la necesidad de proveer a una creciente cantidad de chacareros, llegados con el arrendamiento de tierras por el parcelamiento de  propiedades  extensas y establece  lo que parece ser el primer comercio de Plá. Un croquis de su viejo comercio , que bien pudo ser el primero de Plá , se agrega al final.

En un predio  de unas 3 hectáreas , ubicado en el extremo este de la playa de maniobras, sobre la calle larga ,construye su primer negocio. Un muy amplio rancho de paredes de barro, al estilo criollo,  piso de tierra y techo de chapa canaleta. Se componía de un gran salón en un extremo, con un depósito de aproximadamente las mismas dimensiones en la parte trasera.  Sin solución de continuidad,   la casa habitación, con dos amplios  ambientes, cocina , despensa-lavadero y galería. Siguiendo la línea constructiva sobre la calle otros dos salones destinados a despacho de bebidas y depósito.  En fin, una construcción amplia y pensada con ánimo de progreso.

Alrededor de 1930, don Modesto decide dar el gran salto.  Construye un gran almacén de ramos generales, al estilo de lo que en Alberti eran La Buena Medida y Casa Menica.   Consciente  de la necesidad de los chacareros de tener una amplia gama de servicios que no podían ser ofrecidos  por los otros comercios de la población, considerando , además, la dificultad de desplazarse hacia Alberti de todos aquellos que carecían de otro vehículo que no fuera de tracción a sangre , por lo tanto de alcance limitado, como se ha comentado en otras partes de este trabajo.

La construcción , de material, la hace a unos 15 metros del negocio primitivo.   Con una estructura de hierro para soportar el techo con una sola columna, pisos de pino tea y amplios recintos.

Comprende un salón principal con dos grandes vidrieras y  persianas metálicas, una gran entrada en la ochava y otra lateral.  Dos recintos conforman el negocio: un despacho de bebidas y el salón comercial.   Las mercaderías ofrecidas iban desde las típicas de un almacén  hasta tienda, ferretería, pinturería, buloneria, farmacia , materiales de construcción , combustibles, etc.

Para tener una idea del edificio (lamentablemente demolido al presente) , al salón principal le seguía un gran escritorio y una sala de reuniones que después fue trasformado en dormitorio  por su sucesor. Por detrás, había un gran depósito destinado  a almacenar unas veinte bordalesas  de vino, cerveza, fideos a granel, en sus respectivas estanterías  y , por supuesto , todas las demás  mercaderías comestibles

Al lado del depósito se alzaba una cocina y una galería.

Separado por una playa de maniobras estaba el galpón para almacenar maderas  y hierros con un cobertizo  para carga.  Detrás,  un deposito para el carbón de piedra y otros materiales de construcción.

Al fondo del patio de maniobras, se colocaban 50 tambores de combustible de 200 litros. Seguían un  garaje, baño exterior, un depósito para envases y materiales no comestibles y un cobertizo cochera para  un charret y una jardinera, entre otras cosas.

La idea primitiva era servir a los chacareros de la zona.  Se desconoce si Modesto tenía algún socio pero evidentemente fue muy bien asesorado por cuanto obtuvo la representación , entre otros de Esso, Quilmes, Alba, La Agrícola, Alpargatas, etc. O sea las empresas de primera línea que existían en ese entonces.

Se ofrecían  también servicios de seguros (sobre todo por granizo) y  si bien no se pudo obtener información sobre si negociaban cereales, se prestaba el servicio de peso especifico de los mismos, de cura de semillas , de provisión de implementos agrícolas  y una corresponsalía a través de la sucursal Once del  Banco Provincia. Tuvo también el primer y único surtidor de nafta de Plá , en un principio WICO y luego Esso.

Pero el principal servicio era el “fiado”.  El agricultor de la zona, con propiedades pequeñas, era esencialmente pobre y carecía de facilidades financiera, por tanto dependía  de que le facilitaran  provisiones que pagarían  con la cosecha.

Muy moderno para la época , el negocio había desarrollado un sistema contable con la últimas novedades, con los  registros perfectamente llevados conforme las reglas del arte. ( Ver croquis fuera de escala y foto al final)

Lamentablemente  don Modesto fallece y su proyecto, en cierto modo se frena.  Había traído de España a su sobrino José Rodriguez Giraldez, quien no se manifestó interesado en la actividad y  termina vendiéndolo.  Pero eso es parte de la historia que está en otros sectores de este escrito.   

Cine

Hablando de cine, en los años 50 solía haber función en el Club Ciclón Plá.  Venía desde Chivilcoy un señor llamado Catenaro quien, con un proyector de 16 mm., nos  daba dos películas, Se desplazaba en un viejo automóvil tipo Chevrolet y traía un pequeño generador eléctrico atado al guardabarros del auto (recuerden que no había electricidad). Ese día era toda una fiesta que, lamentablemente, podía fallar en caso de lluvia intensa que impidiera el acceso por el estado del camino.
La función se anunciaba con bombas de estruendo para recordar a todos la inminencia de la iniciación.

Cocinas de campo

El campo de mi abuela materna, Ana, dice Rosendo Gayol, era pequeño pero los comensales eran muchos. A sus 10 hijos había que sumar los jornaleros que venían a colaborar en las tareas de laboreo y cosecha, algún vecino que no quería generar una ofensa por irse a la hora de comer y así….
La cocina era un recinto muy austero que tenía dos elementos específicos para producir fuego. Un gran cocina «económica» que estaba siempre prendida funcionando a leña o marlos, con cuatro hornallas, horno y una bruñida plancha de acero superior. La intensidad del calor de las hornallas se regulaba mediante unos aros de acero que achicaban o agrandaban el orificio según se los colocara o sacara. La plancha, que por supuesto estaba siempre caliente por ser la cubierta superior de la cocina, servía para hacer desde un churrasco hasta un huevo, pasando por los usos que cada uno hacía usando su ingenio.
Complementariamente a la cocina económica había un gran fogón. Este era necesario para cuando se necesitaban cocciones más abundantes. Era una gran chimenea como las que usan las parrillas de asados, con una gran abertura al exterior por donde se expelía todo el humo. El fuego se hacía sobre una plataforma que no estaría a más de quince centímetros del suelo. Tenía varias parrillas donde se asentaban los recipientes o se colocaba carne a asar. La reina del fogón era una cacerola de hierro fundido muy grandota, como de unos 50 litros, a la que llamaban «la morocha», que, por supuesto, no podía ser maniobrada con facilidad, recurriéndose a una cadena con roldana para bajarla o subirla, regulando así la intensidad del calor. Esa olla siempre tenía una cocción de carne y verduras de la huerta, por lo menos las que se podían almacenar todo el año como papas, batatas y zapallos. Ese puchero era parte indispensable en las comidas porque proveía el caldo para la sopa, que era infaltable.
Nada se almacenaba en la cocina porque lindero a ella había otro recinto grande, llamada la despensa, donde se guardaban las bolsas de azúcar, fideos, harina, y los subproductos de los cerdos que se faenaban, con más una parte de las hortalizas guardadas.
El mobiliario de la cocina era muy rústico porque constaba de una gran mesa como para veinte comensales con dos bancos laterales que acomodaban a unos diez a cada lado y una pequeña cantidad de sillas para complementar los sitios o para los más necesitados de un asiento con respaldo.
Variante más, variante menos, la cocina de mi abuela era semejante a la de cualquier agricultor de la zona. 

Colectivos

Hablando de colectivos, los que hacían el recorrido de Plá a Alberti, en los buenos tiempos, iban temprano por la mañana regresaban al mediodía y volvían a salir a primera hora de la tarde para regresar al anochecer. Primero fue Berti y luego  Bibini. Este último brindó un servicio de primera calidad porque incorporó una unidad flamante, carrozada en La Flor de Luján, que era la envidia de los otros colectiveros. Por supuesto que no se limitaba a llevar pasajeros sino que hacía toda clase de encargos, desde pedir al sodero que pasara por Plá hasta comprar lo más inverosímil que no se consiguiera en el pueblo.

El colectivo que siguió al de Miguel Bibini fue el de Vagliente.

Héctor Lesca dice que le parece que a  Bibini como colectivero, lo siguió un tiempo el gordo Sanglar, que vivía pegado a la peluquería del Cholo, donde luego vino una familia Alvarez.
El fiado

Entre otras cosas que  papá – dice Adriana Alvarez -me decía era que por aquellos tiempos la palabra tenía un valor innegable, los chacareros le pedían fiado a Gayol, a Bassi y a otros comerciantes, de cosecha a cosecha y luego le pagaban sin que hubiese de por medio ningún tipo de problemas al respecto.

El futbol

El futbol es el único deporte que puede practicar la mayoría de argentinos.  Solo hace falta  un pedazo de terreno y algo redondo que se asemeje a una pelota, sea de trapo, de goma, o la famosa número 5, primero atada con tientos y luego sin válvula.

Cientos de equipos deben haberse armado. Recordemos uno de ellos del alrededores de 1966­: el gordo Bartomeo, que vivía frente al embarcadero y oficiaba de entrenador, el negro Galíndrez , Francisco Vidano,  el Chiche Nicola, era el arquero de la segunda, Marcos, el Chony Suárez, fue un excelente Nro. 2 y buen asador, tenía una particularidad: le ponía sobrenombre a todo el que se le cruzaba, al Hugo Nicola le decía «Viento Fresco»,  Luis Orlandi, «Brancato»;  Bouza, «Uriburu» .a Marmallón… bueno, era muy zafado. Calucho González, que en el 58 ya había inventado un Prode de 7 partidos a $0,20 la tarjeta que se jugaba en todo el pueblo, algún ganador se llevó $14,00.  Tuñón, el albañil. Iarza,  el ferroviario, padre del Coco, tocaba bien la pelota pero no corría ni aunque le paguen; el Moya Nicola, el mejor pateador junto al Cacho Derico, el Negro Carbone…
Lindos recuerdos de Héctor Lesca!

Otro equipo que aportan Iris y Liliana Carbone: “Quico» Cicocioppo (abuelo de Sonia), Oscar Marmallón, Calucho González, Borracer, «Mascota» Marmallón, Buch, López, Eduardo Carbone (Petiso), «Tito» Marmallón, Maggi, Oscar «Negro» Carbone (Papá),  y el  «Cherro» Campastri.

El matadero

Rosendo Gayol menciona que el matadero estaba en la calle que pasaba por la casa de Danielito Bassi y que sólo era un campito – que después perteneció a José Zungri – con corral y unos palos para colgar la vaca, cuerearla, sacarle los matambres y las vísceras, y cargarla al carro para llevarla a la carnicería que, está de más decir, no contaba con ningún tipo de refrigeración.

El tren

El tren nos remite a una de las actividades sociales más recurrentes de nuestro pueblo: ir a la estación para ver pasar los trenes. El que iba para Buenos Aires lo hacía a las 12.40 y el que venía de Buenos Aires a la 13.20 aproximadamente. El tren constaba de un furgón de Encomiendas que nos traía todos los elementos de urgente necesidad (que se pedían por correo y muchas veces por catálogo).  Un vagón Estafeta que tenía la particularidad de tener estanterías con cubículos que servían para clasificar la correspondencia por destino, la que se entregaba en sacas de lona al encargado local que iba a recibirla. Luego tenía un vagón para tarros de leche y dos o tres vagones de pasajeros. Motivo de reunión era la llegada de los trenes. Muchos para buscar diarios o revistas (tengamos  en cuenta que no había reparto, de modo que el diario había que ir a buscarlo). Entonces, si unimos a estos a quienes tenían que cargar algo en los trenes (principalmente pan), los que esperaban o acompañaban a alguien y los pibes desocupados a esas horas, se hacía una pequeña multitud socializando un rato.

Escuela 10

Se funda el 15 de agosto de 1916 y funcionó en varios sitios hasta la construcción del edificio actual. En el hall hay una placa de bronce con la fecha de la inauguración del edificio, el año era 1939 y estaba el nombre del gobernador de entonces: Manuel A. Fresco. En su momento, de lejos, fue la mejor construcción del pueblo.

Según comenta Héctor Lesca  la escuela tiene todavía  en su centro el alambrado de tejido romboidal que daba a la casa de  Don Montiel, está igual que hace 40 años. Se mantiene el molino marca «Hércules» que daba agua a toda la Escuela. El cerco verde de ligustros del frente ha sido reemplazado por un tapial de material.

Hubo una época en la cual tenía una importancia especial ser maestra o directora de escuela, lo mismo que ser jefe de estación, menciona Adriana Alvarez.  Existía una estima muy especial por esas profesiones, sobre todo en los pueblos chicos,  ya que ser jefe o maestra implicaba tener conocimientos importantes y esto hacía que la gente muchas veces buscara apoyo en ellos.
Actualmente, informa Poroto D´Angelo, en el pueblo existe la palmera, y  la magnolia que mandó a plantar doña María Chanteiro con Rufino Orellano. Doña María era la directora de la escuela, cuando estaba ubicada enfrente de los galpones del ferrocarril, luego la trasladaron al lugar que hoy se encuentra, en la diagonal. Estos árboles  fueron declarados «árboles Históricos de Plá».

Los primeros alumnos de la Escuela N° 10 en el año 1916 fueron: Luis Bibini, Antonio Bibini, Albino Bibini, Pedro Bibini, Marcos Belem, Antonio Belem, Angel Belem, Pablo Concina, Alberto Dominique, Domingo Gentili, José Georgetti, Luis Georgetti, Francisco Garro, Carlos Groppa, Alberto Molea, Luis Policastro, Luis Sanglar, Pedro Sanglar, María Bibini, Haydee Blanc, Teresa Concina, María L. Charbonnier, Manuela García, Agosta Gentili, Amelia Gentili, Teresa Galassi, Julia Galassi, Luisa Gregori, Nandina Molea, María Micheli, Pascualina Parapetti, Josefa Petenari, María Policastro, María Petinari, Silbana Silva, Rosa Silva. María Troya, Mauricia Villa, María Zungri, Natalio Angeletti , Adela Bassi, Angel Bibini, Nieves Concina, Agustín Bibini, Josefina Charbonier, Miguel Ducani, Herminia García, Juan Gregori, Concepción García, Humberto Parapetti, Eugenio Pérez, Juana Georgetti, Adolfo Sanglar, Enriqueta Gentili, Venancio Troya, Paulina Micheli, Nazareno Bibini, Isidora Policastro, Victoria Policastro, Alejandro Charbonier, Pablo Bassi, Luis Bassi, Daniel Bassi.

Apuntes para la historia de la Escuela N° 10 Domingo Faustino Sarmiento desde su fundación hasta los años 70

Basados en un texto de Mabel Susana Moreno de Alvarez  con los aportes que recibiera de Adela Rosa Bassi de García.

El 15 de agosto de 1916 fue un martes.  Por los registros existentes, en ese día abrió sus puertas la primera Escuela de Pla.

Desde meses antes, don Nazareno Bibini, arrendatario de una chacra cercana  a la actual Estación, comenzó a gestionar, ante el Consejo Escolar de Alberti, la creación de un establecimiento educativo para los niños que ya eran abundantes en la zona.

Don José O. Castillejo, por entonces secretario del Consejo Escolar, acogió la idea con entusiasmo, interesando al don José F. Vaccarezza  quien aceptó la  creación de esa nueva Escuela.

En esas épocas pioneras la vivienda no abundaba, de modo que debieron instalarla en un humilde y pequeño ranchito, donde estuvo hasta 1919, debido  a la venta del campo y a la demolición de sus construcciones.

El señor Puricelli, de una chacra aledaña alberga la Escuela y  sigue funcionando en esa locación por algún tiempo.

A quien tocó el honor de comenzar con las tareas educativas fue al señor Manuel García Falcó quien, a cargo de 1° y 2° grado, únicos por entonces, permaneció hasta 1919, siendo reemplazado, el 23 de abril de 1919 por la entonces señorita María Juana Gago.

La necesidad imperiosa de una escuela está demostrada por el hecho de que en el mismo año de su apertura tenía 40 alumnos en primer grado y 24 en segundo grado.

Pasados los primeros años, en 1ale922, el señor Daniel Bassi considera beneficioso que la Escuela se instale en el radio urbano.  Para ello ofrece una habitación de su propia casa  ubicada frente a la Estación.

En Junio de 1922 se hace cargo de la tarea educativa el señor Héctor Aníbal del Castillo y luego, en 1923 , la señorita María J. Destaville.

El  28 de marzo de 1923 – fecha que puede considerarse como la fundación oficial de Plá –  se aprueban los planos de la nueva población, desarrollada en la parte opuesta a la Estación, en lo que eran los terrenos de don Francisco B. Plá, propietario de la mayoría de las tierras de la zona. El fundador, tendiendo a  dotar  al pueblo de todos los espacios necesarios, reserva un terreno para la Escuela y construye en el un rancho, que más tarde revestiría de ladrillos y procedería a ampliar, donde pasó a funcionar por varios años.

La demanda escolar crece y se procede a incrementar los cursos, dictándose clases hasta el cuarto grado.  También se necesitan  más maestros y comienzan a ejercer Claudina Charbommier y Amelia Romani.  Siendo las nuevas generaciones: Luisa Taraffo,  María H: T. de Carrara,  Nélida Romani,  Blanca Bonfiglio,  Hidé Blanc,  Adela Rosa Bassi  y  Teodolina Olavarria.

Toda Escuela necesita del aporte de los padres y de la comunidad en general, debido a ello, por esta época, se crea una Comisión Cooperadora, presidida, en sus comienzos por el señor Daniel Bassi, quien fuera uno de los pilares del desarrollo de Plá.

Otro  hito importante es la designación como Directora de María J. Destaville de Chanteiro, quien, ejerciendo como docente desde 1923,  con su familia se instala en la vieja Escuela  y procede a incorporar el quinto grado  (recordemos que hasta ese entonces solo se impartía educación hasta el cuarto grado).  La secundan en estos años pioneros Maria Tesoro de Carrara , Maria Haydee Blanc de Cerizola y Adela Rosa Bassi de García.

El edificio escolar va quedando chico.  Eso mueve a los pobladores a gestionar nuevas facilidades, de lo que se hace eco el Diputado Nacional Juan Carlos Cánepa, quien consigue se apruebe la construcción de la que hoy sigue siendo la Escuela N° 10.

La construcción en  el año 1938 – con inauguración oficial en 1939 -,  se produce siendo Gobernador de la Provincia de Buenos Aires el Dr. Manuel H. Fresco y Director General de Escuelas el Señor Rufino  T. Bella.

Para hacer el ciclo escolar completo, El Inspector señor Fagnani crea el 6° grado en el año 1941.

A partir del nuevo edificio, que ya cuenta con vivienda para la Directora,  la Escuela se va completando. El busto de Sarmiento, que aún hoy preside el patio de la Escuela, es comprado por la Comisión Cooperadora, donando el señor Daniel Bassi el material para el pedestal y el señor Vázquez la mano de obra para su emplazamiento. La bandera fue donada  por la señora Sara U. de Madera y el cofre para albergarla por los exalumnos. La campana fue adquirida en una exposición de Buenos Aires por el señor Eduardo Blane con dinero de alumnos, maestros y algunos vecinos.

La ornamentación vegetal, que comprenden cercos y plantas y los árboles de plátano estuvo a cargo del señor Pablo D. Chanteiro

1942 es el año en que se jubila la pionera señora de Chanteiro.  Le sucede la señora Julia S. de Verga, que ya actuaba como maestra. Por entonces y en años sucesivos tenían funciones docentes Blanca Cerro, M. Rossi, Maria Cristina Fontana, Elida Zoia de Arrú, Elsa Mazzota….

La señora de Verga continúa con la Dirección hasta el año 1949, en que se jubila.  Adela Rosa Bassi de García era maestra de la Escuela desde el año 1928, y queda como Directora Interina hasta es confirmada como titular, pasando a ocupar la casa habitación en agosto de 1949, permaneciendo al frente de la Escuela hasta noviembre de 1955 en que se acoge a la jubilación.  La sucede Amanda Zoia de Vito, maestra desde años atrás, que continúa hasta 1956 en que es trasladada al planta urbana de Alberti.

1957 encuentra la Dirección a cargo de la señorita Maria Elena Etcheverry. A partir del 1958 y hasta 1968  asumen este cargo  Corina S. de Suárez,  Haydeé Dellafontana,  Blanca G- de Guerini, Zulma R. de Gazzotti  , Betty Masferrer de Palazzo,  Nelly Sara Sarria de Mazzini.

Por supuesto que maestros hubieron muchos y mencionar a todos es tarea casi imposible. Hasta casi los años setenta se pueden recordar a M. P.  Casaux, Elida Jul de Silva, Luz C. Moreno, Amanda Zoia, Isabel A. Gotta, Esther A. Grassi, Raquel Altieri, Nelly Iglesias, Gloria Sálice, H.V. Scarcelli, Haydee Dellafontana, Elena Manterola, Susana Sierra, M. Teresa Frascini, Norma Vicente, Mastiricorena, Susana de Sauvuti, Nury Riva, Clara Rímoli, Elsa Rúgolo, Evelia Petrucelli, Elena C. de Frascini, María del Carmen B. de Moreno, Hebe Susana Bassi,  Raúl Penella, M. Clotilde Juliá, M. Fidela, Elina Cremona de Zunino, Rosa Clemente, M. del Carmen Romano, Elsa Sotil , Ethel Bassi de Sierra, Josefina de Russo, Nelly Sarriá de Mazzini. Oscar C Marrote.

La Comisión Cooperadora, que en esos años se renovaba anualmente ha sido de una ayuda invalorable para proveer útiles, ropas, golosinas, arreglos en el edificio, rellenos de los patios, etc. Siempre con el compromiso de padres y vecinos dispuestos a suplir las necesidades que generaba la vida escolar.

El personal de maestranza ha sido muy eficaz.  Un solo portero se encargaba de todas las tareas. El primero de ellos fue el señor Adibardo Ayhamart,  siguiéndole por muchos años el señor Pedro Aguilar y  luego su hija Tita.  Posteriormente Nilda Leiva de Mónaco a quien siguieron otros que pusieron el máximo esfuerzo en bien de la comunidad estudiantil.

Una idea de la demanda educativa la da el hecho de que la Escuela tenía una matrícula que oscilaba entre los 150 y 170 alumnos. Claro está que la población de Plá mas que triplicaba a la que tiene en el siglo XXI.

Con la ayuda entusiasta de sus docentes, la escuela ha participado en desfiles y concentraciones en el pueblo de Alberti, en ocasiones de celebración de fechas especiales.

Concursos y certámenes contaron con alumnos  que varias veces  obtuvieron premios.  Tambien fue sede de Conferencias y Ateneos.

El involucramiento de una comunidad se exterioriza en la generación de grupos y comisiones . El Club de Madres fue presidido  por Fedora B. de Castrofilo.  La comisión de exalumnos fue presidida en sus comienzos por Maria del Carmen Bassi y luego por Alfredo Cejas.

Dentro de las tareas extra curriculares se destacó  la escuela de verano creada en las vacaciones de 1965 bajo la dirección de Hebe Susana Bassi.

Finalmente, desde 1988 la Escuela N° 10 ya no está sola.  La acompaña el Jardín de Infantes N° 906.

Por supuesto que no todo termina en estos 50 años.  Otros tantos han transcurrido, de modo que el centenario está al arribo.  Otros tomarán la posta de registrar que pasó en este último período para que mejor se conozca cuanto esfuerzo y dedicación se ha dedicado a la alfabetización y educación de la población de Plá

Hipódromo

Parece que Francisco Plá era aficionado a las carreras de caballos.  Por eso hizo construir un hipódromo atrás de la que sería la última calle del pueblo paralela a las vías.

Hay varias versiones respecto de su funcionamiento.  La historiadora Marina Vaccarezza, con buena información , refiere que hubo una sola reunión  oficial.

Fue construido en el campo que está frente a la tranquera de Repetto, y lindero al pueblo por el sudeste, me contaba mi padre, dice Héctor Lesca,  que hasta tenía boleterías para hacer apuestas. Durante algún tiempo los chicos de los 50 íbamos a ese campo a juntar fierros viejos, de los que componían la estructura,  que luego se los vendíamos a Don Rebollo por algunas moneditas.

Jardín de infantes

Demás está decir que en los primeros años de su existencia Plá careció de Jardín de infantes. Este es de reciente creación y funciona en que  anteriormente fue la casa de Joselín Bevilacqua y luego, por muchos años, de Pablo Bassi. Es una de las casas lujosas, con todas las comodidades posibles para la época, provista de iluminación ecológica porque poseía una instalación eléctrica alimentada por un aerocargador (la versión primitiva de lo que hoy es la energía eólica).

Juegos de muchachos

Una tarde de Diciembre, recién terminadas las clases y después que pasó el tren de pasajeros para afuera, cuenta Héctor Lesca, se armó un grupito de muchachos a la sombra del galpón Nro. 1 y se armó una discusión: Tema: Las hormigas ¿Hablan entre ellas? Recaliente, Miguelito Orellano buscó un caminito de hormigas negras y agarró dos con las puntas de su pañuelo, nos las acercó a los oídos nuestros, frotándolas, y sí , hablaban, decíamos los más chicos, porque se oía un ruido a patitas quebradas; entonces, el otro discutidor, que era el Chiche Nicola, se engranó y levantó en sus hombros a los dos Raúles, Antelo y Santamaría, salió para el lado de la tranquera, y recién los bajó en lo de Machín. De mientras, los demás nos quedamos calculando si los dos Raúles juntos pesaban más que los 70 kg de una bolsa de trigo, porque el Chiche era bolsero en el burro de los galpones y en el tablón de los vagones…

La  Confitería

Don Adolfo Bassi,  era el dueño de la confitería y almacén que congregaba las reuniones pueblerinas. Don  Adolfo trabajaba incansablemente detrás del mostrador del almacén, secundado en un tiempo por Raúl Antelo, y servía de anfitrión a los parroquianos que jugaban interminables partidas de truco, chin chon y otros juegos que se hacían todos los días en la sala contigua del almacén.

Es una alegría saber que Adolfo Bassi en 2008 haya cumplido los 95 años. Gran trabajador, su presencia en la Confitería se extendía por largas horas. Ese sitio ha sido el lugar de reunión de muchísimos de los habitantes de Plá y sus alrededores. Las mesas de naipes eran una constante y una sana diversión entre las pocas que había. Alguien  dice: me acuerdo del billar en la confitería, pero más me acuerdo del billargol que estaba al lado de la pared interna, en ése jugábamos los más chicos y cuando se acababan las tizas para el taco, lo entizábamos con el polvo de ladrillos del revoque fino de la pared, que con el tiempo parecía una pared de película de guerra…por los agujeros que tenía.

La estación

Alejandro Erviti, historiador, nos hace una excelente descripción de la estación ferroviaria.
La Estación  pertenecía a una compañía francesa (Compañía Gral. Bs. As). A diferencia de las de los ramales del Ferrocarril al Oeste, el edificio no posee techo a dos aguas, sino “de azotea”: las columnas de fundición que sostienen el alero de la galería están bellamente ornamentados con hierro forjado; los objetos que quedan llevan las marcas “L’ Havre, France”. Hasta hace pocos años se conservaba el reloj en una pequeña habitación. De igual estilo son las otras estaciones de este ramal: Achupallas (Pueblo de Grisolía) y Palantelén, en el partido de Alberti.

Como varias veces se ha mencionado al ferrocarril, dice Rosendo Gayol, y hay varios hijos de ferroviarios que han sido mencionados,  vamos a recordar el movimiento de la estación Plá. Del edificio de la misma hubo una descripción en el párrafo previo.

La playa de maniobras era muy grande. En el extremo oeste se encontraba el embarcadero. Un gran corral para albergar las vacas que eran traídas por el resero arriándolas y que se encerraban hasta ser cargadas, a través de la manga ,en los vagones «jaula» que eran similares a lo que hoy son los camiones de ganado, siendo de un piso para vacunos y de dos pisos para cerdos y otros animales menores. El ganado se mandaba a «plaza» o sea al Mercado de Liniers.
Había un pequeño galpón de material que se llamaba de encomiendas. Toda la mercadería que abastecía al pueblo arribaba mayoritariamente por ferrocarril. Los bultos eran descargados en ese lugar y los receptores, previa presentación de la guía de encomienda o la carta de porte, pasaban a retirarlos. A veces, cuando alguien recibía un cargamento grande lo recogía directamente del vagón.
Luego había tres enormes galpones, numerados 2 a 4, que servían para depositar el cereal. No existía el granel, de modo que toda la cosecha debía embolsarse en bolsas de arpillera que contenían unos 70 kilos. Esas bolsas se estibaban, siendo cargadas sobre los hombros de los changarines, que debían subir por anchas escaleras móviles llamadas «burros», trepando cargados unos 4 a 6 metros. Como verán, el trabajo era durísimo.
No existía ningún tipo de secador para los granos con exceso de humedad, de modo que, en esos casos, se tendían muchas lonas sobre el césped de la playa y se vaciaban, minuciosamente, todas las bolsas necesarias, formando un gran manto de granos que se secaban al sol, siendo removidos por operarios mediante el uso de palas anchas. Luego se reembolsaban y se volvían a estibar.
Cuando llegaban los vagones, estos sí cerrados, se cargaban las bolsas, también a hombro, y se enviaban a puerto.
No era fácil el trabajo en ese entonces. Los primeros pobladores fueron hombres y mujeres esforzados, que debieron cumplir duras tareas para mantener un nivel de vida digno para ellos y sus familias.
Como curiosidad puede mencionarse que fuera de la temporada de cosechas, cuando los galpones se vaciaban, dadas sus cómodas dimensiones eran utilizados para acontecimientos sociales como kermeses, bailes y otros eventos.

La estación,  comenta Adriana Alvarez, ahora cuenta con dos plantas de silos que, a mi gusto, la afean y le roban ese encanto de las estaciones de la línea Belgrano cuya arquitectura es hermosísima.

Libertad

Por otra parte, es el comentario generalizado, siempre tuvimos lo más importante que puede tener un ser humano: libertad para poder hacer lo que quisiéramos (siempre hablando de cosas normales) y la más absoluta seguridad, que ahora escasea tanto, especialmente en Buenos Aires. En definitiva, éramos una perfecta comunidad de familias, todos conocidos y amigos, jamás nos exponíamos ante ningún peligro.

Linyeras
Como dice Cristina Calvi, también es un  recuerdo el paso de los «Linyeras». Con sus bolsas al hombro recorrían distancias increíbles. No molestaban, nosotros (los niños de ese entonces) no les teníamos miedo. Paraban en la estación de ferrocarril y aceptaban respetuosamente algún plato de comida. Al cabo de unos días se marchaban; siempre lo hacían siguiendo las vías. La gente pensaba «siguen derecho para amanecer en otra estación», tanto que se creía que eran caminantes profesionales. En ese entonces a nadie se le  ocurría pensar en la pobreza extrema. A los  ojos de la gente todos los habitantes iguales.

Héctor Lesca recuerda que los dos caminantes más conocidos eran Don Cenizo, que antes de entrar al pueblo juntaba una buena cantidad de varillas de mimbre en el cruce de las vías, se sentaba en cualquier lado y empezaba a fabricar canastos rústicos que luego ofrecía casa por casa, incluso le enseñaba a algunos chicos cómo se hacían. Y siempre pasaba por la chacra de Molea (él decía Molera) a saludarlos. El otro era Don Montiel, que un mediodía nos esperó a la salida de la Escuela con una guitarra prestada, se sentó contra el alambre tejido romboidal del terreno vacío entre la casa y la Escuela (donde Don Lagos sembraba zapallos) y nos hizo escuchar al Bocha, al Héctor Malizia y a mí, una especie de milonga. Tiempo después, una muy fría mañana, Pablo Bassi lo encontró sin vida en el baldío entre su casa y el almacén de Teodoro, los más chicos lo fuimos a ver, estaba sentadito contra la rueda de la cosechadora, con medio paquetito de yerba, creo, a su lado, y tenía puesto el birrete que se trajo de la guerra civil española…

Adriana Alvarez agrega: Plá se caracterizó por la presencia de muchos crotos (como también se llamaba a los linyeras), sobre todo cuando llegaba un tren de carga, se instalaban algún tiempo en el pueblo y luego seguían.
De chica los veía llegar y me resultaban muy curiosos lo mismo que los gitanos.
Muchos crotos paraban cerca del Criadero Klein pues allí les daban de comer.
En realidad, los crotos fueron aquellos primeros changarines que se desplazaban en el tren de pueblo en pueblo para trabajar en las cosechas.
En Plá recuerdo a don Angel Olivera, que hacía el periplo Plá -Achupallas y que muere en el asilo de ancianos de Chivilcoy.  Según contaba, era de San Juan y desapareció de allí después del primer terremoto, era un hombre muy respetuoso y muy educado.
Cuando desaparece el ferrocarril, también desaparecieron los crotos.
Los catangos

Dice  Adriana Alvarez que a los que andaban en la «Zorra» arreglando las vías del ferrocarril le decían «Catangos», lo recordamos por en ella viajaba mi tío «Tasín» Carbone, que vivía en Achupallas y aún vive en la misma casilla de esa época. Casado con Mabel Felice. Los Felice vivían cerca de la Laguna y a la vuelta de Caravallo. ¡Cuántos recuerdos! Me parece verlos con pañuelos y sombreros arriba de la Zorra y uno haciendo palanca para que la Zorra funcionara.

Es de mencionar que la base de los trabajadores de la via estaba en la estación Achupallas , donde tambien habia un gran tanque de agua para surtir a las locomotoras a vapor.

Los circos

Una de las cosas que más recuerdo de mi infancia,  dice Héctor, es la llegada de los circos.
Era una fiesta ver armar la carpa y luego asistir a la función. Los magos nos sorprendían con los trucos baratos y en el pueblo por varios días no se hablaba de otra cosa que no fuera del trabajo de los artistas y los escasos animales que traían.

Los curanderos

Interesante  institución  fueron los curanderos en una zona donde los médicos estaban a muchas leguas y era difícil acceder a ellos.  Muchas dolencias requerían de estos personajes, en especial el empacho el mal de ojos y, por lo menos, para la culebrilla era imprescindible ir a verlos.

Los chacareros

Según los planos publicados por la conocida historiadora Marina Vaccarezza, las tierras de la  zona de Pla, en los albores del 1900, pertenecían básicamente a las familias Pla (Sara, Francisco, Eloísa, Dolores)  y a la familia de Saturnino Unzúe y , en especial de Mariano Unzué.

Suponemos que, en algún momento,  el éxito agrícola de Chivilcoy, que se convirtió en el más importante abastecedor de trigo alrededor de 1880, hizo conveniente ampliar la frontera agrícola.

O las familia Plá y Unzué, o quienes las sucedieron , generaron dos colonias muy importantes en Pla , San Mariano y el Socorro.

El anuario ferroviario de aproximadamente 1945 da como propietarios de la estancia San Mariano  a Mercedes Madero de Ayerza, María Madero de Bengolea y Sara Madero de Demaría Sala, emparentados con la familia Unzué, quienes la explotaban en forma de colonia. Si bien no se menciona el Socorro, es de suponer que estaba incluido dentro del mismo grupo.

Para el laboreo de la tierras procuraron colonos que provenían principalmente de las zonas empobrecidas del sur de Italia, deseosos de labrarse un porvenir.

Esos chacareros italianos o hijos de italianos, buena gente y trabajadora, solidaria y de buen corazón hicieron fecundas esas tierras y, de ellos , aún quedan algunos en El Socorro que se niegan a dejar el campo

El abuelo de Adriana Alvarez,  Ernestino Moreno, fue asistente de Pérez Clemente, el administrador de las tierras de lo que hoy es el Socorro y  contaba que, por ese entonces, los chacareros alquilaban las tierras y muchas veces eran desalojados, razón por la cual salían a defenderse con las únicas armas que conocían: azadas y horquillas. Luego, dice Adriana, cuando Perón es presidente, logran comprar esos campos que bien merecidos los tenían por el trabajo y el sacrificio de tanto tiempo

Gustavo Crespi agrega: Adriana, mi prima, hace una pequeña reseña diciendo correctamente que todos los hoy chacareros de la colonia eran arrendatarios y en la época de Perón pasaron a ser propietarios. De los originales compradores creo que el único vivo en 2008 es Demetrio Carretoni,

Los compradores que me vienen a la memoria, dice, son: Donato Penella, Vidano hnos., Horacio Vacarezza, Raúl Echeverry, Juan Pietrobelli, Caputto hnos, Antonio Medrano, Cause hnos, Varese hnos, Pascual Scarcelli, Perico Medrano, Martorelli hnos, Rosa Loqercio, Enrique Brignani, Mosca hnos, Gianino hnos, José y Cayetano Consoli, Zacca hnos, José Pontoriero, Floro  Carretoni, Leonel Zacca, papá del exintendente de Alberti, Antenucci Hermanos, Giuliani hnos, Pedro Caputo… Y un párrafo aparte para don Rubén Darío Rivara sin cuya intervención todo hubiera sido imposible.

Uno de los principales impulsores para que se transfiriera la propiedad a los arrendatarios fue Esteban  Fernández, quien luego fuera Intendente en el período 1952-1955.

Según publica la historiadora Marina Vaccarezza, los beneficiados  con la adjudicación de tierras pertenecientes a la Colonia Agricola San Mariano que viajaron a La Plata para recibir sus títulos de propiedad fueron, entre otros

Juan Elias, Hugo Cause, Antonio Medrano, Cayetano Consoli, Juan Scarcelli, Carlos Giuliani, Floro Carretoni, Nicolas Gianini,  Francisco Garro, Francisco Scarcelli,  Salvador Calabrese, Blas Blaiotta, Agustin Bibini,  Julio Basto, Juan Disantis, Jose Zacca, Miguel Pontoriero, Angel Crespi, Jose Pontoriero, Domingo Georgetti.

Fernando Avendaño también hace su aporte diciendo que su padre (Pingucho) solía hacer comentarios sobre las catorce provincias. Se llamaba así porque vivian catorce chacareros, a los que en el gobierno de Perón se  les vendieron esas tierras, entre los cuales recuerda que él nombraba siempre al ñato Bardi, Santamaría y los Panta; todos esos campos, alrededor de unas 1200 o más hectáreas  eran de los Escarra, luego se vendieron y una parte pasó a ser de los Solari.

Para dar cuenta de la dura vida de los arrendatarios de campos al final transcribimos un párrafo del libro La Justicia  Peronista de Juan Manuel Palacio donde comenta el juicio del vecino de Pla don Roque Penella  le hizo y ganó a la propietaria del campo que él explotaba

Maestras

Muchas veces se recuerda a las esforzadas maestras que pasaron por la Escuela Nº 10.  Gracias a ellas se ha producido una constante: o los mismos pobladores o sus hijos han continuado estudios y han accedido a un estadio superior de la educación.
Cuán importante ha sido la labor de esas maestras que nos inculcaron el amor por el conocimiento!
Tenemos que situarnos en una pequeña población rural, con pioneros de gran voluntad pero poca ilustración, con acceso difícil a las manifestaciones culturales y, sin embargo, con la semilla plantada por aquellas maestras que vemos germinada abundantemente.
Es tan valiosa e importante la obra de esa escuela que era un ideario de los docentes, una posibilidad para los alumnos y una esperanza para los niños que querían volar más alto por sí solos, que vamos a recordar eternamente a quienes dejaron sus esfuerzos por nosotros. 

Mal de los rastrojos

«En el arco, el negro Nis, el popular «Torta Negra»». Así empezaban unos versos que Calvi Abuelo le dedicó al CAEF luego de ganar un campeonato relámpago de ésos que disputaban tres equipos de tres pueblos. Se llamaba Claro Nis y había llegado a Plá por trabajo, de un pueblito, creo que del Midland, llamado Magdala, con su esposa (Blanca era su nombre) y tres pibitos. Entró a trabajar al Criadero, y en los picados contiguos al galpón Nro 5 enseguida demostró su capacidad de buen arquero, desplazando al titular Valentín Longo. Casi dos años después comenzó a tener problemas de salud. El Dr. Dardo Chiesa no pudo encontrarle nada, pero fue empeorando rápidamente y hasta el Dr. Raúl Vaccarezza quedó desorientado. Murió diez días después. El velorio se hizo en su misma casa (que ya no está, pegado a lo de Don Cleto por el norte). Cuando llegó el furgón de Caminos, el chofer hizo el comentario a su compañero que no había ninguna corona y que el cajón no tenía tul….Don Nicola miró el suelo y se fue despacito, apareció al rato con una corona cuyo aro era de ramas derechitas de lila o ligustro grande, con algunas flores, la había hecho él mismo; no había terminado de ubicarla cuando apareció una señora con un tul , bien bordadito en tres costados y un lado sin nada, después se supo que había cortado su traje de novia… Cuando llegó el de la Cochería con el soldador, Moruco, el hijo mayor (10 años, a lo sumo) se agarró con dedos y uñas al cajón con tal fuerza que tuvo que venir Alfredo M. Calvi para poder sacarlo afuera. Algunos meses después, Blanca, el Moruco, (su nombre era Cecilio) y el más chiquito se fueron de Plá, sólo se quedó el del medio, estuvo viviendo un tiempo en lo de Cejas o Castellino, no me acuerdo bien. Algunas semanas más tarde nos enteramos que había llegado a Plá el «Mal de los rastrojos». Y se quedó, porque al Negro lo siguió el Odilón Puga, Don Rómulo Lobos, y no sé si Don Victorio Santamaría no fue el siguiente…

Gracias Héctor Lesca por el relato!

A su vez, Fernando Martínez escribe respecto de esta terrible enfermedad. Lo de Victorio, que era mi tío, creo que fue anterior a Odilón y Lobos, ese mal era una fiebre que los quemaba por dentro, lo recuerdo bien porque con mi hermano Horacio, nos quedábamos a cuidarlo en el Sanatorio Vaccarezza y no había ninguna esperanza, es como que se cocinaban, lo recuerdo muy bien…

Monte de moras

En cuanto al monte de moras, quiero contar- dice Poroto D´Angelo- que llevaba su nombre por el señor Moras, quien era un hombre muy alto, y tenía una pierna amputada; yo llegué a conocerlo, Algunos paisanos de esa época comentaban, que por allí supo haber una pulpería y que habría sido visitada por Juan Moreira

La primer historia del monte Moras que se escuchó fue que en la gran nevada,  en la década del 20, encontraron el cadáver de un muchacho (cuyo apellido parece ser Bevilacqua) que no alcanzó a guarecerse en el monte, cuentan que dos metros alrededor de él, no había nada de nieve y más lejos había como 20 centímetros, también decían que había salido del almacén de Mastropiero (después de Aguilar).

Yo también recuerdo,  agrega Coco Iarza, algunas anécdotas en el monte de moras, cuando íbamos a cazar palomas con la gomera y de paso nos dábamos una panzada de moras negras cuando estaban maduras, eran riquísimas. Y acerca de esas historias de aparecidos, se acuerdan del «chancho blanco» o la «viuda de la mano negra» que aparecían de noche detrás de los galpones del ferrocarril…?, ningún pibe quería pasar por allí, nos daba un cagazo bárbaro, ja, ja, ja…

Músicos

Fernando Martínez, el Chelo De Santis, Jorge Calvi, Pachanga (hermano de Chelo) y el acordeón de Carlitos Zacaro, formaron la orquesta «Gloria de Juventud» y amenizaron un baile en el Club Ciclón.

Ese día no faltó nadie, el Animador parece haber sido Campagnoli. Cerraron su actuación con el éxito del momento: Marcianita.

Una tarde de primavera que en la casa de Felice, frente a lo de Miguel Bibini, sonaba muy bien una orquesta característica. Ya eran 5 ó 6 que se habían arrimado en la calle, cuando salió Don Felice a invitarlos a pasar por que era el cumple de una de sus hijas, tal vez Elsa, y allí fueron Horacio Martínez (que no quería bailar con sus alpargatas azules con cordón),  Eduardo y Norma Labollita, y algunos más a bailar con una orquesta que actuaba en Radio Porteña dirigida por José Scarzini.

Otro grupo musical lo formaban Ana Bibini (que era la que cantaba), Albino y Miguel Bibini (ambos tocaba el bandoneón) y Luis «Chocho» Dascoli (que tocaba la batería).

Panadería

Es de señalar que la panadería de Plá, en la década del 50 , era muy moderna para los estándares de la época.   Era mecanizada.  A través de una serie de correas planas, accionadas por un motor, movía las distintas máquinas: amasadora, sobadora, etc. al- gunas de ellas de la afamada marca SIAM.  El horno a leña fue modernizado con quemadores a combustible. El motor , por medio de generador y batería, proveía la casi única iluminación electrica domiciliaria de la zona.

Hablando de la panadería de Vidano y del Negro Leiva, dice Coco Iarza, lo que yo nunca pude olvidar y siempre les comento a mis hijos son las espectaculares tortitas negras que hacían allí.
Una de las últimas veces que fui a Plá, estaba la panadería abierta (atendida por el hijo del Negro) y volví a comer esas tortitas negras.
¡¡¡ Qué manjar…!!!.
Y algo más agrega Fernando Avendaño señalando que la panadería de Vidano era famosa por los panes dulces de fin de año, que todavía siguen vigentes. Más uno los habrá tenido en la mesa navideña!

Y Poroto D´angelo menciona que Francisco Vidano repartía pan a domicilio, con un carro tirado por un caballo

Oscar César Galassi  se acuerda de las vacaciones en las  que iba a trabajar en la época de los panes dulces: El equipo reforzado estaba formado por Francisco, Mandi (la esposa de Francisco), el Negro, Raúl, Julio y yo. Qué manera de hacer pan dulce para  mandar por tren, también pan y galleta, para ambos lados Achupallas y Palantelén. 

Personajes

Afectuosamente llamaremos personajes a aquellos individuos, generalmente solteros, a quienes se recuerda por sus habilidades especiales o por sus hobbies

Fernando Martínez nos dice que  personajes de Pla fueron don Rivadeo , españolísimo, que vivía en un ranchito frente a lo de «Colito» Di Santi, a la orilla del pueblo, lindando con el campo de Klein; otro era don Greco, alguien lo recordará, vivía con don Julio Echeverry, el hombre de los grandes bigotes, en el camino de entrada a Plá y que le faltaba una pierna, sabía carpir y puntear la quinta sentado en la tierra, tenía una palita derecha especial , muy bien afilada que brillaba como un espejo, era muy respetuoso, siempre respondía : Sí señor , y lo repetía varias veces (en ese tiempo había quedado el dicho:» Si señor, si señor…dijo don Greco»). Y se acuerdan de Mateo Giuliani?, que jugaba a las bochas, arrimaba, y cuando no llegaba al chico la bocha, y medio rezongando decía: «corta…porque se quedó» y también en Pla el refrán quedó:…Corta por que se quedó, dijo Mateo Giuliani.  Esteban Ibañez, el cartero del Criadero,  hacía unos cuantos viajes en ese sulky cajón, mañana y tarde, con frío o calor, con sol o con lluvias…

Y Héctor Lesca agrega que había otros nombres para incorporar: Don Mateo (el del sombrerito redondo), Don Nicasio (siempre de pañuelo al cuello), Don Monasterio (que, paradójicamente, vivía casi al frente de la Capilla), Don Revollo (el botellero) y algunos más como Pequeño,  que en realidad se llamaba Hilario Moreno.

María Luisa Cejas recuerda que a  Cenizo lo tiene presente, y  también recuerda a otro personaje de Plá, Cagnolatti, quien vivía en un ranchito frente a las vías cerca del pasoanivel camino a los Penella y que masticaba algo, (no sé) y salivaba. Llegaba siempre a la hora del almuerzo, según dichos de mi viejo y se servía la mejor porción. Lo recuerda bien porque en esa época la abundancia no era moneda corriente. a!!! Hubo una época que en Plá se puso de moda la lotería familiar de cartones, dice Héctor, nos juntábamos dos o tres familias, y en esa costumbre de adjudicarles nombres a los números, cuando se cantaba el 11, todos gritábamos ¡¡¡CAÑOLATI!!!.

Y también, continúa María Luisa, vienen a mi memoria otros nombres como Pequeño y un Turco que de vez en cuando llegaba a vender chucherías.

Héctor Lesca, gran memorioso, nos cuenta: Rebobinando recuerdos yo suelo evocar a los íconos de Pla, por ejemplo: en bochas lo fue Caravallo; como guitarrista Fernando Martínez ; el poeta fue don Alfredo M. Calvi; los ajedrecistas fueron Juan Bassi y Hojraj; el arriero, don Pancho; la bailarina de tango la Gogó Leiva; el jockey Gito Viñales; enlazando vacas en el matadero el Chalo Almeyra; como enfermera Lily Fernández (hija de don Lucas); y una laburante digna de admiración fue Tita Aguilar, la portera de la escuela, que, en sulky, hacía prácticamente el mismo recorrido que Ester Grassi pero hacia el lado opuesto; el mejor gambeteador era el Pachanga De Santi y el Choly Borracer….y se puede seguir ¿No?. Del Coco Silva me acuerdo porque en 6º era el más alto y solía ir a la Escuela de pantalones cortos…creo que vivía en la manzana triangular frente a la Escuela, donde había una vieja palmera.

Don Marchioni, el mejor podador del pueblo, andaba casi siempre con el hacha al hombro. Lo sabíamos ver trepado a los árboles como un adolescente, pero cuando se bajaba, recién se le notaban los 70 y pico que tenía.

Héctor Lesca recuerda repartiendo pan en una pesada jardinera metálica  a Victorio Santamaría, que llegaba hasta Palantelén usando 2 caballos de tiro y un morrocotudo cadenero tobiano, tenía una extraña habilidad para cazar las lechuzas paradas en los postes del alambrado del camino con la punta del látigo cadenero que medía como 4 ó 5 metros. Me acuerdo la cantidad de patentes de todos los colores remachadas en el pescante

Según Poroto D´Angelo, Don Angel Marcos tenía maquina clasificadora de cereales, tirada por tres caballos, iba por todas las chacras. Policastro tenía una sastrería;  Zaccaro fabricaba zapatos a medida; Villarino era comisionista a Bs. As.; Anselmo Villa inventó la primer cosechadora automotriz en su taller. Los bailarines de esa época eran Titina Bongianino,  Cococho Ferrari, María Campagnolli, Pancho Ottaviano y Porota Giuliano.
Don Eugenio Bongianino era capataz de los galpones del ferrocarril, estaba casado con doña Dominga Torti, luego lo sucedió en el puesto, su hijo Romeo, que es el papá de Luis Bongianino, actual referí de futbol de la AFA, que también nació en Plá.
Gerónimo Cagnolatti era quién cosía las pelotas de cuero, y arreglaba acordeones. También al peluquero Aguirre.
No se olviden de Emilio Díaz «el  Boya», dice Gustavo Crespi, quien apareció un día desde La Pampa a los 14 años y nunca más volvió. Afincándose en lo de la familia Bassi y terminando sus días a los 80 y pico en lo de Ernestino Moreno, mi abuelo. Nos hizo a la mayoría hinchas de Boca nos prometía de todo, nunca nos regalo nada. Solamente todo su AMOR y su AFECTO. JA JA . Poca cosa. No? Siempre fue uno más de la familia. Me hicieron acordar también del «turco» Simón,  comenta alguien, que andaba tempranito con su jardinera-tienda ambulante recorriendo las chacras.

Primera TV

Avanzando los adelantos técnicos, Iarza y Paulucci, quien entonces administraba el Club Ciclón Plá instalaron en ese lugar el primer televisor que llegó al pueblo…, donde todas las noches después de cenar se juntaban casi todos los habitantes a mirar televisión…

Como dice Coco Iarza: Es cierto que había muy pocas cosas, en comparación con el confort y la tecnología modernas…; sin embargo  siempre les dice a sus hijos que aún con muy poco  fuimos muy felices.

Serenatas

Fernando Martínez recuerda las noches de serenatas, cuando llegaban a una ventana en silencio, así fuéramos un montón, y solo se escuchaba mi guitarra, a veces la de Jorge Calvi o el «Negro» Carrera, el bandoneón de Cosme Andrade (Sargento), primero las glosas de Enrique Lamelsa, y luego el canto de los valsecitos del «Negro» Galindre (Orellano) que tenía una voz privilegiada.

Y Héctor Lesca  recuerda que las serenatas eran todo una Institución. Su tía Teresa Lesca de Lobos tenía 4 hijas en escalera, por lo tanto su casa se convertía en estación obligatoria de serenateros, eso sí, siempre se reafirmaba la corrección y buenos modeles de los músicos y cantores. Para colmo las  vecinas también eran 4 hermanas seguidas….

Tecnología

Teniendo en cuenta que en el pueblo no había electricidad, en verano había que enfriar las bebidas llenando una pileta con agua de la bomba, que por supuesto era manual, y metiendo las botellas adentro, aunque también se utilizaba ese método para enfriar las sandías, los melones, las naranjas, etc…

Como curiosidad, que puede parecer inverosímil para los jóvenes, en el boliche de las 4 esquinas, del que hablaremos más adelante, como en los demás negocios, no había heladera; entonces la bebida se ponía en la pileta de la bomba sapo, y, claro, las etiquetas se salían y se despachaba por el olor de la bebida.

Como no había refrigeración, la carne se guardaba en «fiambreras» que eran una especie de jaula con alambre del tipo mosquitero para que el viento pasara a través y los insectos no la afectaran.  La manteca debía ser del día porque, excepto en invierno, era imposible mantenerla. La iluminación se basaba en la simple vela, pasando por la lámpara a kerosene (un recipiente con el combustible, una mecha y un tubo de vidrio) y llegando al más sofisticado farol ( Petromáx o Sol de Noche) que gasificaba el combustible y asemejaba un farol de gas.

Las cocinas eran «económicas», que funcionaban a leña o utilizando los marlos que quedaban de la trilla del maíz, complementada por los famosos calentadores Primus o Bran Metal. En fin, se puede seguir pero es bueno recordar que el ingenio del hombre permitía vivir lo mejor posible!!!.

Teléfono

La familia Alvarez ha tenido el primer teléfono de Plá, que a su vez era público.  Anteriormente la única línea era la que comunicaba la Estación con el Criadero Klein, pero no se podía hablar más que entre ellos.

Un rayo

Con su chispa habitual Héctor Lesca nos relata: atrás de la casa del Guin Andrada había un terrenito donde don Sargenti hacía pastorear un caballo alazán de cola larga.  El terreno estaba cercado por varios alambres de púa y lindando con la casa del Pachanga había un álamo. Una pesada mañana se escuchó un estruendo que hizo temblar todo Plá. Pasado el julepe nos enteramos que había caído un rayo sobre el álamo, se descargó por el alambrado y lo derritió todo. La madre de Alejandro Fronti contaba que había dejado la ventana abierta por el calor y se asustó porque empezaron a entrar algunas chispas que se apagaban contra el banco de la cocina. Creo que fue en el año 59 y no recuerdo si la Tona ya vivía enfrente, entre lo de Fránquez y lo de Lobos. Detrás de la casa de Tona vivían los Sanchecitos y los Sacco. Tuvimos varios meses de comentarios por el rayo. Creo que don Sargenti trabajaba para el lado de Quintana, sabían venir a buscarlo en un tractor colorado llamado «El Garufa»

Urbanización

Si bien los recuerdos de la vida en el pueblo están edulcurados por el tiempo transcurrido, la urbanización de la población y aún del campesinado. fue dura y precaria.  Nadie ayudaba a los pobladores a construir sus viviendas.  Por ello , la mayoría eran casas de barro con techos de chapa.  Contadas las casas que contaban con baños. Se usaban  las llamadas letrinas o excusados, que eran pequeñas construcciones sobre un pozo ciego provisto de un agujero.  Ni hablar de agua o papel higiénico.

La bomba era el unico elemento proveedor de agua. Se encontraba usualmente fuera de la casa.  A ella se desplazaban todos para higienizarse, fundamentalmente en invierno, porque el líquido salía a una temperatura que asemejaba estar caliente. Para el baño se calentaba agua  y se utilizaban fuentones.

Las puertas eran rústicas. Muchas veces carecían de cerradura y se trababan con una madera que se levantaba desde afuera con una cuerda que pasaba por un agujero.

En un principio las cocinas fueron escasas.  La mayoría tenía fogones que funcionaban con leña.

Se podría seguir , pero no es la intención enumerar precariedades  sino rendir homenaje a todos aquellos que , partiendo de condiciones primitivas debido a la carencia de toda clase de ayuda para establecerse en el nuevo pueblo,  han  trabajado duramente para formar familias, educarlas y mejorarles sus modos de vida

Vendedores ambulantes

El más conocido de los vendedores ambulantes en la zona de las 14 Provincias era Don Pucia, que pasaba cada dos o tres meses en un carromato tirado por dos caballos, después apareció con un furgón Chevrolet, en el que había desde ropa hasta receptores de radio con su batería, entraba absolutamente en todas las chacras.

Visitas a Plá

Martín Anselmi (hijo de Irma Martínez.) recrea una de sus visitas a sus abuelos del siguiente modo:…el paso cansado de Don José en el patio de tierra se me viene a la mente, se hace imagen su reto porque molestamos los chanchos en el chiquero, y ni hablar si al entrar al galpón tocábamos alguna herramienta! Cándida nos consentía, su carcajada disimulaba sus mandos casi castrenses, y con mis primos le llevábamos la leña para la económica. Recuerdo el año que pusieron la luz, creo que Cándida ya había enviudado, todos contentos menos los más chicos que disfrutábamos del farol y las velas por la noche… ¿Y purgar la bomba? JA! esa no era tarea fácil, ella nos mostraba metódicamente como hacer caer el agua «por arriba» para que empiece a chupar. Entonces salir a la vereda y en sus colchones de tierra correr hasta que la calle diga basta, apenas unos metros, o cambiar el sentido y enfilar hacia la plaza que no era cuadrado, «sino rombo» para mis primeros conocimientos geométricos… y del otro lado de la vía esperar que se arme el partidito de futbol en las eternas verdes veredas cercanas a la Estación, frente al almacén de (quién me ayuda? no lo recuerdo..) casi siempre invitado a patear a pesar de ser foráneo… aunque nadie lo era en Plá, nadie! imposible sentirse extranjero.
Y llegado el domingo por la tarde, y luego de haber devorado tortas negras, fritas, ravioles rellenos con la mejor acelga del mundo, mates dulces como pocos, mandarinas calientes al rayo del sol, ir a misa… entonces con la cara maquillada de tierra y a emprender el regreso hacia Chivilcoy, y vibrar con esa difícil curva que con el Isard 69, y luego con el Fiat 125, dibujábamos en medio de la polvareda, y pasar el puente, y luego dormirnos con mi hermana Carolina y soñar esos 30 y pico km. por la ruta 5 con todas las aventuras vividas… Y crecer en Chivilcoy pero saber cada apellido de Plá como si los hubiese conocido a todos, porque así lo vive mi madre e inevitablemente -¡y a Dios gracias!- así lo he mamado

María Julia Santamaría, nos cuenta sobre su primera visita a Plá, Llegamos con mi marido cerca del mediodía, previo paso por Alberti (hermoso lugar, merece un párrafo aparte).  Me parecía mentira estar por fin en el lugar sobre el que tanto me habían hablado, el famoso “Pla” al que mis abuelos siempre viajaban en las vacaciones y que por esas cosas de la vida nunca se dio que pudieran llevarme con ellos. Ubiqué la casa de mis abuelos que está apenas reformada, frente a la plaza, vi el campo al final de la calle donde mi papá me contó que una vez aterrizó una avioneta cuando él era chiquito y se quedó toda la noche, vi la escuela y los árboles… lo que me dio pena es ver abandonadas la mayoría de las casas que mi papá me había dado como referencia, como el negocio de Calvi, el de Bassi, el de las 4 esquinas. La construcción en la que funcionó el negocio que fuera de sus abuelos maternos (de apellido González) en la década del ’40 frente a la escuela ya no está; la estación sí está muy bien, por lo menos por fuera ya que no pudimos entrar.
Nos sentamos en la plaza a comer unos sanguchitos, yo no podía dejar de mirar la casa en la que nació mi viejo. No había un alma en la calle, y cuando pasaba alguien, nos daba como pudor estar ahí, rompiendo de alguna forma la intimidad de los vecinos. Cerca de la dos de la tarde empezaron a dar vueltas unos chicos en motitos, lo que le dio sentido a un cartel que hay en la plaza que prohíbe la circulación de motos dentro de la misma (acá en la ciudad dudo que alguien le hubiera hecho caso). A las tres tomamos coraje y fuimos a preguntar al negocio que está al lado de la casa Calvi por la dirección de Raúl; sin preguntar nada, la señora del negocio me explicó muy amable donde estaba su casa. Al llegar vimos tomando fresco en la galería a una señora muy mayor (¡la tía Isabel!) “¿vos sos hija del Nito? ¡Era tan travieso!” fue lo primero que me dijo riéndose. Insistió en ir a despertar a Raúl de su siesta y así conocimos a un tipo bárbaro y a su esposa, y más tarde a toda su familia. Raúl fue un guía excelente, a veces le lagrimeaban los ojos cuando se ponía a recordar mientras nos contaba la historia de los distintos lugares, el pueblo cobró vida, y yo reconocí rasgos familiares en los rostros cada uno de sus hijos y nietos, él mismo tiene un aire a mi papá. Fueron todos muy cariñosos con nosotros, y nos volvimos al día siguiente con muchas ganas de volver pronto.
Alguna vez, el “progreso” y sus promesas alejó a mis mayores y a los demás habitantes de Pla, cuando de alguna forma el “progreso” estaba en formación. Yo nací y crecí en la ciudad, y hoy desearía poder escapar de tanta agresión y falta de solidaridad

Voiturette Ford

Había un vehículo bastante conocido en el pueblo. La voiturette Ford A, color beige oscurito, que tenía capota de lona y una especie de baúl que se abría y dejaba listo para su uso un par de asientos comodísimos.
Ese vehículo era de José Rodríguez Giráldez quien, o no sabía o no quería manejar, de modo que era Miguel Gayol el que lo hacía. Estaba guardada en un galpón hecho de relucientes chapas de cinc de la marca Ostrillon, que parece que era sinónimo de las  buenas en esa época y la cuidaba como una joya.
Con el correr de los años se la vendió a Eugenio Antognelli quien, en varias ocasiones, se la prestaba a Gayol cuando éste tenía algún problema con su camión. Eugenio era una persona desinteresada y gaucha. Un buen recuerdo para él.

Fernando Martínez rememora: la Ford A de Eugenio Antognelli, de la librería y un poco de todo, era la que nos llevaba al cine-teatro Roma en Alberti, los domingos a la noche. A él le gustaba el cine y nos llevaba, nos cobraba, por supuesto, uno iba con él y dos atrás, era voiturette, se abría una tapa como el baúl y ésta hacía de respaldo, lo único que en tiempo de invierno…… se imaginan, no?

ALGUNAS FAMILIAS

PLA

Francisco Plá aparece citado por primera vez en el Registro Gráfico de la Provincia de Buenos Aires, en 1864 como “Puesto” en la Estancia de Don Diego White,

Don Francisco Plá, Juez del Bragado hacia 1854, fue el padre de Francisco Bernabé Plá  dueño de la parcela en la que se diagramará el Pueblo Plá y se habilitará la Estación del mismo nombre; Dolores Plá de Gaché, Eloisa Plá de Lartigue, Sara Plá de Jordán; todos propietarios de la mismas hacia 1910, en ese entonces Partido de Bragado.

En el Plano del Partido de Alberti (1928) Francisco Plá (h) ya había loteado y vendido su heredad, en el centro de la cual se erigió Plá.

Hacia el sur Eloísa Plá, cuyo campo continúa la Laguna de las Escobas, y Dolores Plá de Gaché (con la Laguna de Palantelén) conservaban su campo.

En el extremo NE, la parcela de Sara Plá de Jordán, estaba en propiedad de Alberto F. Jordán y María Ester Jordán.

El casco de la Estancia se encuentra hoy en los campos del Sr. Klein y tal lugar se designa como “La EstancIa” en referencia a la vieja Estancia de Plá.

Según la tradición oral que ha recogido Marina Vaccarezza, autora de esta investigación, Don Francisco Plá, loteó parte de su campo para la creación del pueblo que lleva el nombre de su padre, Don Francisco Plá. Como curiosidad se debe destacar que el plano original contemplaba la creación de un hipódromo; ya que el Sr. Don Francisco Plá (h) era afecto a las buenas carreras de caballos.

Plá presenta un trazado singular, ya que las calles han sido trazadas en diagonal a la plaza principal.

Héctor A. Lesca disiente un poco con Marina, Mi padre, Carlos Lesca, informa, nació en el campo de Sara Pla de Jordán en 1905 y ese lugar aparece como perteneciente al partido de Chivilcoy hasta alrededor de 1910.

AGUILAR

Pedro Aguilar era el dueño del boliche de las cuatro esquinas  y su esposa Tita,  la portera de la Escuela 10, que todas las mañanas se iba en el sulky al trabajo, ella, al decir de Fernando Martínez, era hija adoptiva de don Julio Etcheverry y doña Juana Domínguez Luna, hermana de Martin Emilio Domínguez Luna que era  padrino de Fernando y casado con su tía Quiteria Martínez hermana de su papá. 

ALVAREZ

Así recuerda Rosendo Gayol a la familia Alvarez: El jefe de familia es  Manolo – por quien tengo un gran aprecio y mejor recuerdo-. Con su hermano Juan trabajaron con mi padre. Conocí a la madre de ambos. Vivían, sin poder precisarlo correctamente, a unos 200 metros de don Lucas Fernández.

Agrega dirigiéndose a Adriana ,una de las hijas (la otra es Patricia)  : No he tenido demasiada confianza con tu madre – Mabel – debido a la diferencia en nuestras edades que, a lo mejor, no era tanta  pero que cuando uno es niño parece enorme.
Con quien he tenido mucho trato es con tu tía Ana María, una niña de una hermosura excepcional, quien, si no estoy mal informado, se casó con Rogelio Martignoni y en sus primeros tiempos vivieron en la casa que había habitado Julio Etcheverry.
De tu abuela Herminia tengo un recuerdo vívido aunque poco la traté. Con quien sí he tenido varias charlas es con tu abuelo materno. Moreno, como lo llamábamos en ese entonces los que hemos adquirido la costumbre de llamarnos por el apellido, aún en la escuela; era un hombre que siempre se presentaba elegantemente vestido. Solía recorrer el pueblo y algunas veces lo encontraba en la carnicería de Bassi, por entonces atendida por Panchito Daniele y, creo, que después por su cuñado Caraballo.
Los Moreno, en mi primera infancia, vivían en una quinta espaciosa cerca del paso a nivel que da a la dirección de Palantelén y cerca de la familia Borracer. Con el tiempo se mudaron a una amplia casa lindera a Vidano a la que- según Héctor Lesca le decían «de la vereda del recoveco»- y vecina de la que ustedes ocuparon luego y que, en ese entonces, alojaba a la familia Hojraj que tenían una tienda.
Y así lo cuenta Adriana Alvarez: Soy bisnieta de don Daniel Bassi uno de los pioneros de Plá.
Mis padres son Mabel Moreno y Manuel Alvarez quien fue durante muchos años empleado en el almacén de ramos generales de Gayol.
Actualmente todos vivimos en Alberti, aquí tengo mi familia.  Aparecen muchas cosas en mi memoria, esas marcas que quedan por siempre y que sobreviven al tiempo pues alguna vez leí que nadie se ausenta definitivamente de ningún lugar en donde haya vivido con el corazón, uno se va quedando de a poco, y en ese quedarse de a poco tienen mucho que ver los recuerdos. Plá hoy está muy pequeño pero aún conserva su fisonomía y la palmera que está en frente de la escuela aun sigue estando como centinela y testigo del paso del tiempo. Conservo  un collar que suele usar mi hija de 20 años y que el señor don Francisco B. Plá le obsequiara a mi abuela cuando ella cumplió los quince años.. Mi abuela me contaba que el señor Plá dona parte del terreno para que se construyera el ferrocarril, por ese motivo la estación lleva su nombre. Plá cuenta con una capilla construida por don Enrique Klein en el año 1959, la plaza a la que llamaron Palantelén, el Club Ciclón, la panadería de Vidano, la escuela. Los chicos viajan a Alberti para continuar con sus estudios secundarios. No se ha construido asfalto pero si el nuevo puente al que todos denominaban el puente de Ladaga. No puedo dejar de pensar en mi casa, la única casa que en el pueblo tenía piso de alto y que fue construida por mi bisabuelo Daniel Bassi. Aún está frente a la estación.
Dice Héctor Lesca: Cuando éramos chicos Mabel tenía una mercería en la misma casona donde vivía la familia Castagna, quienes se fueron de nuestro pueblo por el año 57, en la parte posterior estaba la familia Antelo  y  hacia el sur vivían los Orlandi.  Mabel era nuestra consejera para elegir los regalos del día de la Madre y del Maestro. Tu papá, le dice a Adriana, fue siempre el arquetipo del hombre bonachón

Dice Rosendo respecto de Manolo: Tengo un gran cariño por él, quien ha sido una agradable compañía durante las horas en que coincidíamos en el negocio. De él siempre recibí aprecio y comprensión pese a haber sido yo un niño bastante molesto.
Lo recuerdo con una envidiable estampa varonil, siempre erguido y vestido pulcramente, luciendo, a veces, un pañuelo al cuello con impecable nudo; con su cabello un poco rizado y de un tinte entre rubio y castaño claro, con su gran bigote y su vozarrón recio pero amable al máximo.
Salía, como era costumbre en ese entonces, a tomar pedidos y hacer repartos en un charret o una jardinera y lo veíamos regresar con una sonrisa alegre por una causa más que justa: poco antes de llegar hacía una parada en el Correo, donde trabajaba una señorita morocha, simpática y menuda a quien no dejaba de pasar a saludar. Era Mabel, con quien comenzaba a noviar por ese entonces.
La familia Alvarez ha tenido el primer teléfono de Pla.
Los Moreno, en mi primera infancia, vivían en una quinta espaciosa cerca del paso a nivel que da a la dirección de Palantelén y cerca de la familia Borracer. Con el tiempo se mudaron a una espaciosa casa lindera a Vidano  y a la que ustedes ocuparon luego y que, en ese entonces, alojaba a la familia Hojraj que tenían una tienda.

Y Patricia Alvarez no podía dejar de contarnos sus vivencias: soy una hija, también, de Plá, hija de Manolo Alvarez y Mabel Moreno, hermana de Adriana. Mi padre  les cuenta a sus cinco nietos su vida en Plá y su trabajo en el almacén, en ese entonces de Gayol.  Nuestro querido pueblo de Plá, nací, viví hasta los 33 años, me casé en la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Fui maestra de la querida escuela nº 10 durante nueve años, nacieron también en Plá mis dos hijos, Lucas y Rodrigo. Y aunque por cosas del destino hoy vivo en Alberti, siempre recuerdo con gran emoción mis mejores momentos en este bendito pueblo. Un pueblo donde el olor a tierra mojada después de una lluvia se nos metía en el alma, donde sentarse en el umbral de nuestra casa para ver la luna era un espectáculo imperdible, o cruzar a la estación de trenes para ver llegar el tren… En fin hay tanta nostalgia que a veces duele. Pero siempre rescato algo positivo: darle gracias a Dios que me dio la oportunidad de nacer y crecer en ese pedazo de paraíso.

Adriana Alvarez, camina por su zona y dice : hoy encontré  gente de Plá (imposible no encontrarlos en Alberti): Pancho Pereyra, Julia Longo, Pedro Equis, Claudia Dinori ….y de su familia dice que estuvo  en Navarro visitando a un hermano de su mamá, Coco Moreno, quien está muy delicado de salud y  enseguida vinieron a su memoria los viajes en tren desde Plá a Navarro o cuando su tía Hilda Vada los venía a visitar desde esa ciudad-pueblo con sus hijos María del Carmen y Luis Alberto.
El tren significaba la vida  y dice: En mi familia hubo varios ferroviarios: Conrado Moreno, un hermano de mi abuelo materno, quien fuera jefe de estación y que falleció trágicamente en Plá, y luego dos tíos,  hermanos de mi mamá: Coco (Osvaldo Luis) y el Nene (Carlos Alberto).
Conrado era el padre de Chichino Moreno, cuya hija Liliana, es periodista de Clarín.  El 14 de abril de 2008, falleció en Mar del Plata, a  la edad de 96 años, el último hermano de mi abuelo Moreno, Alfredo Moreno, quien  estuvo viviendo en Plá y fue a la escuela durante una largo período de tiempo, allí fue compañero de otro tío abuelo, Adolfo Bassi. Si bien Alfredo vivía en Mar del Plata siempre se aparecía por Plá, gracias a él conocí el mar cuando era muy chica.
Los de Plá –prosigue Adriana-  hemos emigrado casi todos hacia Alberti, pero el cordón umbilical no lo hemos cortado, por lo menos yo que aún sigo sin cambiar el domicilio y cada vez que tengo que votar lo hago en mi querida escuelita Nº10.Creo que a esta altura no pienso hacer el cambio, por Plá tengo un amor muy especial y aunque nací en Alberti y mis hijos nacieron aquí, sé que lo que construye la niñez jamás se borra del corazón.

ANDRADA

Mónica Andrada  recuerda a  quienes eran sus vecinos, enfrente vivía NIcolita y Nicolito Disanti, al lado de ellos vivía Troyano (el que se bañaba en perfume) y también en esa casa vivía la mamá de Marquesano, seguido de ellos estaba Carlos Longo (el Torta ) con la esposa, Y Tusella en la esquina casi de la plaza, al lado de mi casa vivieron un tiempo la familia Watemberg, al lado Marta Longo y el Chacho, al lado de ellos Carbone ( Lobulo) y Susana con sus hijos, después un baldío y los otros Carbone, papas de Liliana y Iris, detrás de mi casa mis abuelos Nicola, atrás de ellos los Barbeito, y seguido mi tío Guillermo.

Agrega,  soy hija del Guin, mi abuelo paterno era Sargenti, y mi abuela Isolina Andrada, también nieta del tano Nicola, Sobrina de Juan Dinori y sobrina de Oscar Caraballo hijo de la Ñata y Caraballo Mi familia todavía mantienen la amistad con los Borracer y con mucha gente de Plá.

Yo nací en ese hermoso pueblo y viví allí hasta mis 15 años. También cursé mi primaria en la escuela numero 10 de Pla junto a Gustavo Crespi, Cacho Martignone, quien en la fecha es comisario en Alberti, el negro Almerira, Claudia Alvarez, Ana Cause, el chico de Mino, y tantos otros…Vivo hace 7 años en Estados Unidos pero mantengo contacto con algunos de mis amigos y mis viejos que me cuentan como esta Pla y su gente

Mis tíos Mariano Nicola y Luis trabajaron para Adolfo Bassi mucho tiempo.

También soy Sobrina del Loco Hernández quien tenía un Horno de ladrillos y para aquellos que recuerdan a los Sargenti, no es el apellido de mi familia, el cual  es Andrada dado que mi Abuelo no reconoció a ninguno de sus hijos, fue mi abuela quien les puso el Apellido.  Ella era  Isolina Andrada o Andrade como quieran….

Mi papa fue jugador del  Fortín, jugaba como número 2, le decir El Guin o el tuerto. Fue compañero de Manolo Alvarez en el Criadero de Klein, con Lobulo Carbone, Juan Dinori (Mate cocido) y pariente del Cherro

Y  Héctor Lesca precisa que fue compañero de Luis el tío de Mónica. Siendo el 2 del Fortín su otro tío «Buche», mientras que su padre jugaba en la media cancha o adelante.

Continúa Mónica  diciendo que su  tío Guillermo sigue viviendo en Plá y  que su viejo viaja seguido dado que no se puede alejar demasiado de su pueblo querido  La mamá  de Roberto Caputo (Josefa) es su madrina de confirmación y con ella  pasaba tiempo en su casa, con Roberto, con los  Cejas en especial Jorge con quien iba al colegio N10.

ANTELO

Hola a todos!!!!!!!!! Soy Raúl Antelo y les voy a contar un poco de mi historia. Después de hacer la colimba, me vine a Buenos Aires en el año ’65, estoy viviendo acá desde ese año en el barrio de Barracas.
Me case en el año ’74 y tengo dos hijas la mayor Evangelina de 26 años y Marisol de 23. Por razones de trabajo solo volví una vez a Pla, hace tres años, pero tengo muchas ganas de volver, porque fue un viaje relámpago, fui con mi mujer y mis hijas, para que conozcan donde vivía su papá. Tengo la ilusión de volver…
No tuve más noticias de Hugo Beorlegui, Luis Orlandi y el «chengo» Orlandi, Julio Salas….me gustaría saber de ellos. Estoy conectado con Bocha Calvi, que vive en Chivilcoy y Roberto Caputo.
El comentario de Héctor Lesca agrega detalles al relato: Raúl Antelo!  El brazo derecho de Adolfo Bassi en la confitería…si habrás despachado azúcar y yerba suelta con la cucharona de lata!!!! Eso y mucho más, sin despeinarte el jopo.

Y a ese párrafo se agrega el de Fernando Martínez diciéndole: recordarás los vermouths que nos servías con espuma en vaso grande en «la confitería» de Adolfo? , con maníes, Nos arrimábamos para charlar junto con Rogelio Martignone, tu hermano el Negro (mi cuñado), el negro Carrera, Alejandro Fronti, que le decíamos «la vieja», y otros ,después de jugar algunos partidos al truco o al tute con pozo, en una mesa con Juan Bassi, si parece que lo veo con el cigarrillo consumiéndose en la boca, la ceniza larga ,que se caía sola y el ojo de ese lado medio cerrado por el humo, ojeando las cartas, también Paulucci, que se hacía una escapada desde la estación, el Cholo Castrofilo….ha! y los que se paraban detrás para seguir el juego, mientras Copelo o el Moya se hacían una carambolas.

Y Adriana Alvarez refina las referencias diciendo: Recuerdo muy bien a la familia Antelo que vivía detrás de mi casa. Tengo una visión tuya, le dice a Raúl, de verte pasar muy cambiadito con una campera clara hacia la confitería de Adolfo Bassi, pues allí trabajabas. Recuerdo con mucha nitidez a tu mamá y a tu papá quien nos cuidaba la casa cada vez que nosotros salíamos.

Y se agrega otro de la familia diciendo: soy Darío Antelo, hijo de Matilde Martínez y el «Negro» Orlando Antelo. Ambos habitantes de esas tierras. Quiero felicitar a todos por mantener la memoria del pueblo que los vio nacer. A lo que Héctor Lesca agrega: Excelentes seres humanos Matilde y el Negro, tu viejo que, además, era un arquerazo. La última vez que lo vi jugar fue en Coronel Mom, perdimos 6 a 1 y tu viejo terminó con un ojo en compota. Fue en 1963.

ANTENUCCI

Hola, se presenta Walter Demarchi ,soy nieto de marino Antenucci, gran personaje de Pla y la zona del Socorro; Pucha que emoción tan grande me producen las  anécdotas de Pla y sus gentes, si me habrá contado historias mi abuelo, mi mama y mi tío Angel Castrofilo, alias «Peralta”. Recuerdo mi escuela 20 del Socorro

AVENDAÑO

Fernando Daniel Avendaño es primo de Gustavo y Andrés Bilbao con quienes comparten abuelos maternos.   Sus bisabuelos eran Manuela Teus y Manuel Alanis que Vivian en Plá, cerca de la canchita de futbol, su padre Pingucho Avendaño trabajaba en  las estancias de González Bargés. Trabaja   en La Plata, con  33 años en el 2007 y su mamá está en Alberti

Debe mencionarse que los González Bergés  son los que suceden a los González Escarra y están sobre la ruta 51 antes de llegar a Gobernador Ugarte.

Al respecto es interesante lo que dice  Estela González Bergés: Eras muy chico cuando dejamos de verte. Tenemos todo el mejor recuerdo de tu padre. Todos lo queríamos y aprendimos mucho de él  «San Pablo», en nuestra infancia, era el lugar de las domas, yerras y todo lo relacionado con caballos, y él era el principal protagonista. Toda la familia seguimos por esos pagos

A su vez Fernando dice  que tiene los recuerdos más lindos de San Pablo, cada tanto pasa  porque su corazón sigue estando allí. Su  papá siempre decía que los Bergés eran su familia.  Recuerda a su padre como  un roble, como esos muebles que se hacen con la mejor madera. Ese era él, agrega. A él el trabajo nunca lo cansaba, todos lo querían y lo respetaban

Adriana Alvarez dice de  Fernando Avendaño que fue alumno suyo en la Escuela de Educación Técnica de Alberti.

Y Fernando nos cuenta: Tengo un recuerdo de una gran mujer que es la Ñata Caraballo, de un gran corazón y de su esposo, de doña Cándida que vivía cerca de la capilla en donde yo tome la comunión y yo estaba con mis abuelos, Lucas  y Alicia y mis padres. Muchas veces a las calles no le damos importancia por sus  nombres , pero creo que en Plá los nombres son como próceres del pueblo, raíces y parte del viento que sopla día a día, y si hago esta aclaración es porque en la estancia San Pablo donde trabajo mi padre durante 37 años hay un callejón que esta bautizado por así decirlo como el callejón de Pingucho, no tiene placa, ni cartel, pero es la dirección que marca el recuerdo de los que lo querían y sigue vigente y me llena de emoción. También recuerdo del ferrocarril  Midland el  que en la actualidad no está más, fueron  levantadas sus vías.

BASSI

Daniel Bassi fue el pionero que comenzó a construir el pueblo.  En sus comienzos, con su horno  de ladrillos proveyó del material necesario para la construcción, acompañado de un empuje excepcional que lo llevó a construir una buena parte de las casas de una época.

La localización de su casa, justo enfrente de la estación, manifiesta que debe de haber sido uno de los primeros en establecerse.

Como se ha dicho antes,  Daniel Bassi  desarrolló una  increíble cantidad de actividades. Fue indispensable para la infraestructura en general. Su almacén de ramos generales era una casa enorme, hecha con materiales nobles. Incluso albergaba una confitería, que era el sitio de reunión. Tenía un inmenso salón de fiestas y otras dependencias como fábrica de soda. Pero no sólo eso, Bassi construyó edificios -de muy buena calidad- para todos los demás servicios: tiendas, sitios de reuniones y negocios varios.

Durante 1908 Llegan de Italia Daniel Bassi, su esposa Faustina Antognelli, sus hijos Juan, Herminia y Emilia. Los acompañan  dos jóvenes expósitos (Benito Betani y Dino Dinori). Luego, ya en la Argentina, nacieron sus otros hijos. Pablo, Daniel, Adolfo,  Adela… son nombres que todos recuerdan.

Adolfo Bassi, informa Adriana Alvarez, es mi tío abuelo, (datos de 2008) vive en el asilo de ancianos de Alberti, tiene 95 años y una gran lucidez. Mi abuela Herminia Bassi de Moreno era hermana de la gran maestra de maestra: Adela Bassi. Tu mención a tu tía Adela merece un recuerdo de ella, dice Rosendo, pues es  quien nos ha formado en la Escuela 10 que estaba bajo su dirección. En mi caso fue mi maestra de 5º y 6º en aula que compartíamos los dos grados.
María Julia Santamaría  conoce a Jorge Bassi (acá en La Plata le dicen «Meco») cuyos padres son Copelo Bassi y Noemí Martorelli, solían jugar al fútbol juntos con su marido  Coco: todos los Bassi de Alberti tienen una misma raíz familiar, cree que su abuela era prima segunda del papá de Gustavo, quien es dos años mayor que ella y fueron al mismo colegio secundario en Alberti. El hijo de Copelo, se llama Jorge, vive en La Plata.
Rastreando datos de mis abuelos, dice Adriana Alvarez,  creo que se cumplen 100 años de la llegada de ellos desde Italia, pero la fecha del trazado del pueblo de Plá data de marzo de 1923. Está muy confusa la fecha de fundación, teniendo en cuenta que muchos pueblos del partido han cumplido o están por cumplir los 100 años. Lo que ocurre es que le pueblo se desarrolló en su primera etapa en la calle paralela a las vías (donde están las construcciones de Bassi) y con posterioridad se produjo el loteo de las tierras que conformaron el resto del pueblo.
Nunca, dice Adriana Alvarez, entendí muy bien el pensamiento de mi bisabuelo don Daniel Bassi, creo que fue un hombre vitalmente generoso, por lo que en realidad me siento muy orgullosa de ser su bisnieta y de llevar su sangre. Sé muy bien que todo aquel que llegaba a su casa era bien recibido y no se le negaba un plato de comida a nadie.

También Héctor Lesca hizo buenas migas con Danielito Bassi, que tuvo su criadero de chanchos al lado de lo de Don Juan Manuel Larriba.  Daniel y Juan Manuel tenían los dos árboles más altos de Plá: Un pino y un eucalipto que se podían ver desde el puente Ladaga. Danielito era el Padrino de Raúl Disanti, su vecino de enfrente

Un idea más acabada de la actividad del pionero Daniel Bassi la  podemos sintetizar del trabajo Pla: mi pueblo, mi historia, de Mabel Susana Moreno, Premiada en el año 2006 en los Torneos Abuelos Bonaerenses.

Para su actividad primaria de horno de ladrillos y carpintería contaba al inicio con tres o cuatro personas empleadas que tenían a su cargo dos cuadrillas para la confección de ladrillos.  Uno de los capataces fue Bongianinno y el otro su hijo Juan.   La cuadrilla se componia de cuatro cortadores de ladrillos, un capataz, y un boyero.  Se complementaban con dos carpinteros y un herrero.  Como , además , tenía provisión de comestibles había tres personas en la carnicería y otras tres en el almacén.

Para cerrar sus actividades, dedicaba cinco personas para la labranza del campo.  Evidentemente, se trataba de un empresario importante para el pueblo que se estaba constituyendo.

BERGAMINI

Hugo Bergamini nos da su testimonio: los primeros 12 o 13 años de mi vida han sido vividos en el campo, a unos 3 Km de Pla. Iba a la escuela o a hacer los mandados en mi bicicleta y allá me encontraba con Roberto Repetto, con Néstor Bibini… Cherrito Campastri era mi compañero de banco en la escuela 10, otros compañeros de grado eran Claudia Crespi, Mónica González, Iris y Liliana Carbone, Joselito DAdesio, Alicia Repetto, María Luisa Cejas, Marcela Ottaviano, Alberto Klein, Alicia Vagliente, «Pacho» Ramírez y Esther Hernández… También me acuerdo de Coco Iarza que, aunque más grande, era mi amigo, creo, con Luisito Tonello. Por nombrar a otros,  estaban los Vagliente con su colectivo que viajaba a Alberti mañana y tarde y traían verduras y otras cosas para su negocio.

Mis viejos, Aldo y Coca viven en Alberti igual que mi hermana Liliana, en el campo sigue mi hermano Aldito (Rulo), yo me he ido un poco más lejos estoy en Villa Mercedes San Luis.

Rosendo Gayol le envía un saludo fraternal para  Aldo quien, si bien es un poquito más grande que él, siempre tuvo un rato para charlar con él en casa de sus tíos Zungri o donde lo encontrara. Dice también que  pasó frente al campo de Bergamini y lo vio lleno de silos y otras construcciones que demuestran que el trabajo agrícola sigue a pleno.

Los vecinos más cercanos eran los del frente: María Campagnoli, Rodolfo «Coco» Chechi y Adolfo Cavalli, ya todos fallecidos.

Patricia Alvarez dice de los vecinos de Bergamini: cerca vivían el Ingeniero Souvirán, una  de cuyas hijas   se casó con Latorre, que también tienen una farmacia en Alberti,  otra, escribana, con el Abogado Rivara. Los demás vecinos como  Coco Campagnoli y familia, han fallecido, también Germán Beorlegui y hermanos, aquellos delgaditos altos, ahora estarán los hijos…..

Héctor Lesca  también recuerda que Bergamini tenía una chatita de dos colores raros: granate y gris plomo. Otro vecino de Aldo-dice- me parece que era Mignacco, cuya chacra era la siguiente hacia el lado de Alberti. Los Beorlegui tenían la portada de entrada frente a la del Criadero por la salida de Cicocioppo, después venían los campos de los Sánchez y enfrente los de Molea.

Fernando Martínez escribe que  recuerda muy bien a Aldo. Una de sus hermanas trabajó, por ahí en el campo   Conoce también   a la dueña de la Farmacia «Bergamini» en Alberti, hija de Aldo

Héctor Lesca, siempre memorioso le pregunta a los Bergamini, ¿Puede ser que Aldo haya tenido un Plymouth 1939 color clarito, que adquirió 0Km en $9.000.? Que memoria!

BETANI

Benito Betani, fue traído de Italia por Daniel Bassi, quien también trajo a Dino Dinori, fundador de la familia Dinori en Plá. Ambos, según le contaba su  abuela a Adriana Alvarez, fueron sacados de la Casa Cuna, de allí sus nombres tan particulares. Vivieron con mis bisabuelos, comenta, Betani murió soltero. Según mi mamá oficiaba de rey mago para los más chicos de la familia Bassi, ayudado por Adela.

BEORLEGUI

Hugo Beorlegui  – informa Héctor Lesca – siempre quiso quedarse en Plá. ¿Se acuerdan  que antes de la Gilera SS tuvo una viejísima moto con la palanca de cambios al costado del tanque y el único que la entendía era Kiko?  Rubén y Estela Beorlegui vivían en la 1ª cuadra de la calle Chacabuco, Alberti.

Leonardo escribe: soy hijo de Hugo Beorlegui,  les cuento que tiene otra vez una Gilera 150 SS que la armó hace un tiempo, está casado con Cristina tiene 2 hijos y un nieto de 2 años, vivimos todos en Alberti. 

BIBINI

Los Bibini han sido una familia muy conocida en Plá.  Tenían sus chacras cercanas al pueblo y eran muy queridos por todos.

Palmira Bonfigli y Marino Bibini llegaron desde Italia con su primer hijo Agustín Roberto Constantino de tan solo  1 año de edad (era el único de los hermanos de origen italiano)
Nos dice Yamila Bibini   que  los primeros integrantes de la familia Bibini, de mayor a menor, los hermanos eran: Agustín, Albino, Pedro, María, Elena, Anita y Miguel.
La única con vida en 2008, según nos informa Lily Pennella, es María Bibini, quien tiene 95 años y vive en Bragado con una de sus hijas (Elsa). Afortunadamente, María fue a la fiesta de Pla, el 15 de marzo.

Marcela  Bibini nos dice que su  abuelo se llamaba Enrique Bibini y  abuela María Lorenzeti,  su papá Ezio Bibini nació en Pla en 1924.

Héctor Lesca  recuerda a Albino Bibini, padre de Mercedes, que fue compañera suya en la primaria, y del Kelo, que me parece que tiene un taller mecánico en Chivilcoy. Tenían la chacra entre Pla y Gobernador Ugarte. El hermano de Ana María, Oscar-Cacho-, también fue compañero de Lesca.   Belén Bibini, de  12 años en el 2008, es la nieta de Kelo Bibini y bisnieta de Albino Bibini.

En la época de escuela primaria a la más chiquita de las Bibini, que era Nora, le decían Bibinita. Ahora la Bibinita debería ser Belén.

Adriana Alvarez nos cuenta que   Kelo Bibini tenía prohibido fumar pero que cuando iba al almacén de Gayol les hablaba tanto que los convencía y terminaban vendiéndole un paquete de cigarrillos de 37 centavos , desde ya su padre Albino Bibini no se enteraba.

Agustín Bibini fue el padrino de confirmación de Rosendo Gayol. Su padre le pidió que actuara en tal carácter dado que era un católico practicante, de esos que hacía kilómetros para ir a misa a Alberti.

Miguel Bibini, a quien se ha mencionado anteriormente, entre otras actividades, incorporó un flamante colectivo  propiedad de la familia para hacer el trayecto entre Plá y Alberti.

Marina Bibini (20 años en 2008) es hija de Oscar Bibini (cacho) y Norma Noemí Vagliente.

Ana María Bibini es hija de Agustín Bibini y Carmen Grazioso.

Miguel Bibini  se casó con Amalia Angela Assandri  y tuvieron como  hijos  a Miguel Angel (que es el papá de Yamila y es el mayor) y Néstor Julio. Los dos últimos seguian viviendo en Plá.

Con aportes recibidos hasta el año 2008 fue escrita la reseña anterior.  En el año 2020 , Ana Maria Bibini, entusiasta participante de las redes sociales, ha hecho llegar la genealogía completa de su familia:

Agustin Constantino Roberto era el mayor, casado con Carmen Grazioso, tuvieron 9 hijos: Olga Rita, Hilda Electra, Inés Ofelia, Norma Teresa, Horacio José, julio Agustín, Ana, Oscar Alfredo y Nora Carmen.

Albino Bibini , tio de Ana, con seis hijos:  Susy, Kelo, Teté, Marta, Inés y Mercedes.

María, tia de Ana, era casada con Lito Pennella, con cuatro hijos:  Marta , Elsa, Ricardo y Lily.

Elena, tia de Ana, casada con Bonfigli, siendo sus hijos Héctor, Stella , Alberto y Raúl.

Ana, otra tia, casada con Juan Vidano, con sus hijas Ana María  y Juan José.

Otro tio, Pedro, con sus vástagos Raúl y Antonio.

Finalmente , dentro de los que vivieron en Plá , el tio Miguel con sus hijos Miguel Angel y Néstor.

La familia se completaba con Enrique y Nazareno , pero ellos eran de Alberti

Pero la historia no termina acá.  Ana María Bibini aportó unos datos importantísimos respecto de la inmigración de sus familiares:

Mi abuelo Marino Bibini, mi abuela Palmira Bonfigli y mi papá Agustìn salieron de Macerata, Italia, en el Vapor” Ciudad de Nueva York” el 10 de diciembre de 1905. Ese día mi papá cumplía 1 año. La familia llegó a Argentina en enero de 1906 y fueron a vivir a un campo de un pariente de mi abuelo que había venido de Italia unos años antes. En este campo, ubicado cerca de la Laguna de las Escobas, vivieron hasta 1908. Luego se mudaron adonde ahora es el Criadero Klein. Todos los hermanos de mi papá nacieron en Argentina. El 27 de marzo de 1909 se fueron a vivir a la colonia San Mariano. Mi papá fue a una escuela particular en la chacra de Daniel Bassi y su maestra fue la Sra. Barragán. Un 15 de agosto, el tio de papá, Nazareno, fundó en el campo la escuela nº 10, siendo el primer maestro Don Manuel Garcìa Falcòn. Mi papá terminó tercer grado el 30 de diciembre de 1917 y no pudo continuar los estudios porque en ese no había más grados. En el año 1928 mi papá compró el campo donde vivimos toda la familia, cerquita de Plá y Emita. Ahí nacimos todos los 9 hijos seis mujeres y tres varones: Olga Rita, Hilda Electra, Inés Ofelia, Norma Teresa, Horacio José, Julio Agustín, Ana María, Oscar Alfredo y Nora Carmen.

BILBAO

Gustavo Bilbao, nieto de Lucas Fernández y Alicia Alanis de Fernández, dice: cómo no recordar tiempos de mi niñez en dicho pueblo, cuando terminaba la escuela me tomaba el tren en González Catan y llegaba a Plá en donde me esperaba como siempre mi abuelo Lucas con su sombrero gris al tono con su ropa. Aquellos tiempos donde pasé  gran parte de mi niñez, mis amigos añorados Gustavo y Roberto Repetto, que viven frente a la herrería de Cicocioppo, de los cual tengo los mejores recuerdos de aquellos tiempos y muchas granas de volver a verlos algún día. También comentarles que mi primo José Bilbao que vive con su familia en Plá y tiene la única carnicería que está funcionando en dicho pueblo Mi tía Lili (Enfermera del pueblo) es hermana de mi mamá Berta Fernández de Bilbao
A su vez, Rubén Andrés Bilbao agrega: soy hijo de José Bilbao y de Berta Fernández. Mi vieja nació en Pla junto a mis dos tías Marta y Liliana, mis Abuelos Lucas y Alicia estarían muy contentos al ver todo esto, ya que el abuelo trabajo toda su vida como mecánico de maquina rurales en la Estancia de los Klein. Mis recuerdos son muy lindos, en las vacaciones de verano y algunas de invierno la pasaba junto a los Abuelos, y jugando con Alberto “mascotita” y el “cabezón” Belén y otros que no recuerdo que estaban en la colonia de verano en la escuela nº 10 a cargo de Adela Rosa Bassi de García. En la canchita que estaba a unas pocas cuadras, todas las tardes le quemábamos el pasto jugando con algunos que se iban acercando para el picadito.
Todas las mañanas lo acompañaba al abuelo a comprar al negocio de ramos generales de Adolfo Bassi y de paso le compraba la goma (azul o roja) para la onda que usaba para los pajaritos. Los sábados a la mañana o a la tarde hacíamos la cola para tomar el micro que nos llevaba a Alberti que manejaba el payador Petrochelli.
Mi viejo fue ferroviario y estuvo de jefe de Estación en algunos de los ramales: Achupallas:
donde estuvo aproximadamente dos años, donde crió algunos animales y donde también se criaron mis hermanos Eduardo y Gustavo. En Palantelem: solo estuvieron un año, así fueron pasando por las estaciones Tuyuti, Tres Argentos, Los Ángeles y Comodoro Py.
Todavía tengo un primo que está viviendo en Pla que actualmente tiene una carnicería a dos cuadras de la estación.
Unas de mis tías está viviendo en Alberti y se llama Liliana y muchos se acuerdan que trabajó como enfermera, y la otra está viviendo en Chivilcoy.
Actualmente sigue en pie la casa en donde vivieron mis abuelos y está ocupada por otra familia.

BIONDO

Soy Mabel Biondo, se presenta,  de apodo Chicha, cursé hasta cuarto grado de la escuela numero 10, tuve como maestra a Adela Bassi, la Señora Carrara, Señora de Cerizola y por último a la señora de Chanteiro como directora. Luego terminé el primario en Alberti, recibiéndome de maestra en Chivilcoy.  Hoy resido en Gonnet, Partido de la Plata.

Soy viuda con 2 hijos y nietos que viven en el mismo lugar. Mi padre fue el carnicero Antonio Biondo, (mi padre fue carnicero primero como empleado de la carnicería de Bevilacqua y luego se puso por su cuenta). Cuenta Poroto D´Angelo que la carne también  era repartida por el señor Biondo en un carro
Tuve una hermana llamada Nora (hoy fallecida) y un hermano de sobrenombre Coco (que hoy vive).
Guardo lindos recuerdos por  tener amigos en aquel entonces como Corita Ferrari, Herminia Tonello y amigos como Américo Medrano. Termino de cumplir 81 años.
Héctor Lesca se acuerda del «Pipo» José María Biondo, que, si mal no recuerda, se fue a Chascomús cuando terminó Bioquímica.  José María Biondo es  primo de Mabel y sigue viviendo (con su madre, en Chascomús)

El hijo de Nora Cali (ya fallecida) de apellido Biondo de soltera,  tiene  un  hijo que es Luis Cali periodista

BORRACER

Buenas, se presenta Mauro Borracer y dice: les comento que soy Hijo de Ricardo Borracer y nieto de Sara Juárez y Ricardo Borracer. Mi papá  se fue de Plá a la edad de 16 años. El ha vuelto varias veces al pueblo y me ha llevado a mí pero creo que hace unos 15 años que no sabe nada de aquel lugar.

Hola agrega ahora Marcela,  soy la hija de Zunilda Borracer (Chichi), hija de Ricardo Borracer y Sara Juárez, además mis tíos nacidos y criados en Plá. Algunos de ellos aun vivos son: Ricardo, Raúl (Choly), Carlos, Ernesto (Oveja), Omar, Mari, Betty, ya fallecidos, Julio (Coty), Rodolfo (Chiquin), Rosa.
A mi madre Zuni (Chichì), la llenó de emoción, y alegría por nombrarlos y recordarlos.

CALVI

Alfredo Máximo Calvi tenía una tienda muy surtida, en sociedad con  Pedro Giuliano, su suegro, a su vez, éste hijo de don Pedro, el mejor curandero de la zona. En la misma manzana donde estaba la escuela Nº 10. Casado con la hija del dueño del local le dio un gran impulso a su comercio.
En busca de mejores horizontes migró a Chivilcoy donde también vivía su hijo Alfredo Daniel.  Jorge Calvi, el  hijo mayor, estuvo trabajando en La Plata en la Jefatura de Policía;  Alfredo «Bocha» vivía en la calle San Lorenzo al 150 de Chivilcoy y tenía una Distribuidora de telas, géneros, etc., es, además, un afamado escritor y poeta; la más chiquita, Cristina, se casó con un muchacho de Alberti, de apellido Praglia,  hoy  médico.
La mayor parte de la familia vive en Chivilcoy,

Cristina Calvi decía en el 2007: Les cuento que soy la más chiquita de los Calvi. Leyendo los mail de todos aquellos que han compartido esa vivencia especial, no puedo más que conmoverme al saber cómo se lo recuerda a mi padre Alfredo Máximo, cuyo paso por Plá dejó recuerdos, anécdotas y trabajo. Actualmente tiene 89 años, vive en Chivilcoy y junto a él también vive mi tía “La ñata Giuliano”, el año que viene, es muy probable que cumpla los 100 años. Mi único hijo varón se llama Francisco por Francisco Plá. Mi hermano Jorge vive en La Plata, está jubilado de la policía y mi otro hermano Bocha vive actualmente también en Chivilcoy como yo y mi padre. Plá está siempre en nuestro corazón. La estación de ferrocarril, mi casa pegada a la Escuela Nº 10, la diagonal: un paseo bordeado de plátanos, la placita y la amiga de mi infancia: Esther Iarza han confabulado para que no pueda olvidarlos. La vida es una página en blanco y yo empecé a llenarla en ese pueblo chiquito perdido entre campos inmensos con atardeceres inolvidables. El olor a tierra mojada, el canto de las ranas anunciando una tormenta, el letargo de las siestas y sobre todo la libertad que se respiraba cuando jugábamos, dejó sus frutos: me persigue una tranquilidad asombrosa hija del tiempo sin reloj y amaneceres con el canto de gallos.

Marisa Calvi,  es nieta de Alfredo Calvi  y  dice: Y siguen los recuerdos. Mi padre me dice que antes de poner su negocio de ramos generales,  había alquilado un salón para colocar una mueblería. El pueblo se iba formando de una manera increíble. Nació para convertirse en un pueblo más grande, con todos los servicios y sin embargo la proximidad con Alberti, fue absorbiéndolo hasta el ocaso. A pesar de que aún viven familias con mucha raigambre, (como los Repetto o Bibini) por citar algunos de ellos, la mayoría buscó nuevos horizontes. Los hijos crecidos necesitaban más espacio para progresar, sin embargo a la distancia (con mucha agua corrida bajo el puente) todos los que se fueron guardan hermosos recuerdos de ese pueblo aferrado a una estación con vías en desuso. Cabe mencionar porque aún están allí, a los eucaliptus del monte linderos a los galpones ferroviarios. Esos cuerpos gigantes llevan en sus raíces guardadas la memoria de Plá. S i pudieran expresarse como lo hacemos los humanos, quizá, nos informaran con mayor rigor, sobre las vicisitudes y las alegrías que pasaron por el pueblo. Mi hermano Bocha, el más poeta de la familia escribió varios poemas a Plá. Cito una estrofa de uno de ellos, para no abusar del espacio.
Deambulando quietudes esas tardes,
con su rostro de azul y trenzas verdes,
crepitaban azahares en las calles,
perfumando el paisaje de septiembre.

CAMPASTRI

Tranquilo Campastri tenía un almacén y despacho de bebidas frente a la Escuela.

Durante la primera mitad del siglo XX don Tranquilo , a quienes todos llamaban Machin, se afinca en Pla.  Casado con Amelia Parapetti tienen tres hijos. Arnoldo (Cacho), Ruben (Cherro) y Hector (Nito)

Las nuevas generaciones tal vez no comprendan la importante función social que cumplieron estos primeros pobladores en sus negocios.  Carente de todo servicio, como se ha comentado, Pla tampoco tenía posibilidades de esparcimiento.  Pocos tenían radio. Muy esporádicamente habia algún baile o una función del cine ambulante.   Sacando el futbol, que debía jugarse con la luz del dia, sólo quedaban los sitios como los de Machín , que con su cancha de bochas y un espacio acogedor, complementaban a Adolfo Bassi , donde había billar y cartas y al Club , donde tambien se jugaba a las cartas.  Por tanto, la posibilidad de reunión, luego de un dia de trabajo , en general duro, estaba posibilitada por estos lugares.

El hijo de Cherro, Ruben (Cherrito) se casa con Gladys Alonso,   El matrimonio tiene dos hijos cuando, como casi todos, emprende la búsqueda de otros horizontes más propicios y prospera en la zona de Llavallol , Turdera y Marmol .  Dentro de sus recuerdos escolares menciona a María Luisa Cejas como su compañera del 7mo. grado del año 72 y  las dos Alicias , Repetto y Vagliente , a Iris y Liliana Carbone, a  Huguito,  Mónica , Marcela, Claudia , Alberto y tantos otros siempre También  menciona a los hermanos de María Luisa Cejas : Jorge,  María Delia y Gustavo.

Rubén es activo participante en Facebook. Su muro está plagado de noticias y fotos que mantienen viva su vinculación con su pueblo natal.  Su labor ha sido muy reconocida por quienes quieren tener antecedentes o datos de familiares o amigos.

Rubén ha recopilado datos de sus familiares más directos, los que aca se transcriben:

Amalia Papetti y Tranquilo Campastri ( Machin) tuvieron 3 hijos: Arnoldo (Cacho) ,Ruben (Cherro )  y Hector (Nito)

Ruben (Cherro) Campastri y Angelica Longo  tuvieron 2 hijos :   Ruben (cherrito) y Maria Angelica  (Mary).

Los parientes de Angélica son:  Cosme longo  y Catalina Lucho que tuvieron 11 hijos -uno fallecido accidentalmente – . siendo los otros 10  Domingo , Lucia , Antonia , Carlos , Josefa , Palmira , Carmen ,  Valentin , Angélica y Beba .

En 2020, el matrimonio de Rubén y Gladys recibieron con alegría a su nieto Lucio, hijo de su hijo Eric.

Como en todo pueblo, los parientes son muchos, en este caso se menciona que Campastri era tío de Carbone.

CAPUTO

Frente a la plaza, el antiguo boliche en el que ahora funciona la Unidad Básica, era de la familia de Carmelo Caputo, allí vivían las cuatro hermanas con su padre: Porota, María, Luisa y Vicenta.

Luisa casó con  Demetrio Carrettoni.

El  abuelo de Roberto José Caputo fue uno de los primeros habitantes de la colonia San José, siendo su padre continuador y uno de los primeros peones de campo que acompaño a Enrique Klein. Con su hermana María Josefa  fueron a la  a la escuela 10, compañeros de casi todos los mencionados como alumnos de aquellos años.

Héctor Lesca recuerda  que tiene una cicatriz como peladura del cuero cabelludo: y menciona que estaba trabajando en un Banco,  que hizo el Comercial en Alberti,   que vivía frente a lo de Moll, al lado de los Fronti, casi frente al Perico Serrano y su fábrica de sillas. Yo –dice Héctor-fui escolta de Josefa y después de tu primo, el que falleció en un increíble accidente en el campo ese mismo año. Hemos jugado más de un partido de fútbol  untos

Roberto vive en Chivilcoy, en contacto permanente con Bocha Calvi con el  que fue y es como hermano.

Lesca padre y Caputo padre fueron compañeros de trabajo.

CARBONE

Somos Iris y Liliana Carbone, dicen, vivíamos frente a la Plaza en cruce a la Capilla,  nuestros papás Oscar Amadeo Carbone «Negro» y María Josefa Carrettoni  «Mary» fallecieron hace ya 4 años (2003) en sólo 5 meses se fueron los dos.
Papi, para nosotras el «Negro» como les decían, jugaba muy bien al futbol al igual que sus hermanos, entre los que más se destacaba «Cacho».
Siempre nos acordábamos de Hilda y Coco Iarza; de Cristina Calvi y fila; de nuestro compañero de escuela Hugo Bergamini, Cherrito Campastri…

Héctor Lesca dice que recuerda mucho a sus padres, los que, cuando se casaron fueron a vivir a la casita detrás de la herrería de Labollita, frente a lo de Longo y de Perico Serrano, a una decena de metros de la Capilla. El Negro era el mejor delantero del equipo para esos años, pero Cacho emigró a un club importante de Chivilcoy (donde le decían «Caballo Loco») y anduvo muy bien. Ellos vivían atrás de lo de Martorelli y Leiva. Eran varios hermanos: Horacio, Beto, «Lobuno», y Julia, la más chica, iba dos grados adelante mío en la 10. Compartimos muchos  momentos.

Walter Alfredo Tomás agrega: soy primo hermano de Iris y Liliana. Mi familia también es perteneciente a Plá, descendientes de Sirios-Libaneses.  Mi abuelo Antonio y mi abuela Emilia, con 10 hijos, el más chico Pedro era mi papá lamentablemente fallecido el 10 de junio del año pasado (2007). Yo pasé siempre mis vacaciones en Plá en casa de los papás de Iris y Liliana. También en lo de Petiso y a veces visitaba Juan Carbone, todos hermanos de mi mamá Paula Alcira (Porota).Ahora la familia Tomás vivimos todos en Capital Federal; hasta hace 2 años éramos 64 con todos los descendientes. Tengo muy gratos recuerdos de mi infancia en Plá, del viaje en tren desde Capital junto a mi abuelo Amadeo o con otro de mis primos Osvaldo Carbone.  Nos acordamos de Julio Salas. Y también de otra gente que vive hoy en Alberti, Julio Elías (hijo de Pedro Elías), María Luisa Cejas (hija de Alfredo Cejas), Walter (Bocha) Tomás   y Hugo Nicola.

Carbone compró su casa en  el año 63´. Fue contraída por el  abuelo de  Santamaría.

CASTROFILO

Miguel Gayol  recuerda a los Arrubito que venían a pasar el verano con su tía Fedora, casada con Cholo Castrofilo, quienes vivían en la casa contigua a  la suya.  Dice: Yo he jugado mucho, en especial con Pedrito. A él le debo que me enseñara a jugar a las cartas, especialmente chinchón y escoba, habiendo pasado largas horas de la siesta jugando cartas.
Los padres de Cholo vivían al lado del Club Ciclón Plá.  Castrofilo padre supo tener una fábrica de escobas.  Su esposa Sara hizo de todo, pasando por hospedar a viajantes y transeúntes hasta ….curar el empacho!!!

CEJAS  

Hola a todos-nos dice – soy María Luisa Cejas, hija de Alfredo y de Delia, nieta de doña Segunda y Alfredo y bisnieta de doña Fortunata. María Luisa  menciona a la familia de Coco Iarza  de los que tiene en mejor de los recuerdos.   Lo iba a visitar al padre de Coco a Retiro y charlaban un buen rato.

También fue ferroviaria. Por eso  le duele aún ver ramales levantados como el de nuestro querido Plá, la trocha angosta,  y dice: se acordarán que era una diversión para todos ir de noche a la Estación a esperar el tren que arribaba de estación Buenos. Aires con destino a Comodoro Py, está todo tan cambiado… A mi particularmente me da mucha nostalgia.
Menciona también a  Cherrito, su compañero de escuela y amigo.  No me olvido-agrega- de su familia, que como era unas de las pocas que tenia tele, nos reuníamos allí. Cuando el hombre llegó a la Luna el comedor estaba lleno y los chicos sentados en el piso mirando extasiados ese acontecimiento.  Muy buena gente.
Raúl Antelo es otro de los mencionados, pues hacía los mandados a la famosa confitería de Adolfito y recuerda que siempre la recibía con amabilidad y prolijidad.
Para concluir agrega: con las chicas de Carbone (Iris y Liliana), mi hermana María Delia, Mónica González (hija de Calucho y Gladys) y Alicia Repetto (que hace dos años falleció, pérdida que aún no se puede digerir) teníamos una Peña donde nos reuníamos a comer algo y recordar anécdotas .Era muy lindo.

Héctor Lesca dice que  las menciones de María Luisa también le huelen a fútbol, porque Alfredito, su papá, fue tal vez el mejor cabeceador de la zona, además de buen peluquero, lo mismo que Elsa, pero ella se volcó a la docencia, y dice que  según tiene entendido su otro tío, Roberto, fue compañero de sus hermanos mayores en la gloriosa Nº10.

María Luisa Cejas recuerda que Elsa Cejas fue la Directora de la «10» hasta su jubilación alrededor del 2005.  Roberto Cejas está viviendo en Alberti con su familia

Los Cejas tenían una importante peluquería cerca de la plaza.

CRESPI

Gustavo Crespi,  hermano de Claudia, hijo de  Marvel “Coco” y de Martha Moreno, sobrino de Arnaldo “Junco” “Tungo” Crespi y de Mabel, Coco, Nene y Ana María  Moreno.   Actualmente vive en 9 de Julio.  Nosotros, comenta, vivíamos en la “Colonia San Mariano”, comúnmente llamado “El Socorro”.  distante  cinco kilómetros de Pla por el camino del embarcadero. Nos agrega: Me parece bárbaro que nos juntemos a disfrutar cosas en común, que siguen estando a través de los años.  Y lo más caro para el ser humano que son los sentimientos.  No menos de dos veces por mes pasó  por Plá y visito la querida chacra de mi padre. Por ahí anda alguien que me cambió los pañales. También yo tengo contacto con Luis Orlandi que vive en Mórea, un pueblito del partido de 9 de Julio por la vía de Emita

De los Crespi, dice Héctor Lesca,  me acuerdo de dos hermanos que tenían una chacra por el lado de Emita, tenían una chatita Ford A  que creo era azul brillosa.

CHANTEIRO

Paula Chanteiro nos informa que es de Chivilcoy y que su bisabuela era la directora de la escuela de Pla.  Su abuelo es Pablo Jorge Chanteiro y la hermana es su tía abuela Ana María Celia Chanteiro, conocidos como Pichín y Pichina.

Poroto D’Angelo recuerda, con respecto a la Señora María Chanteiro, quiero contarle que cuando él  comenzó la escuela, ella ya era directora y vivía en la misma escuela, alrededor de los años 1940/41  La Sra. Chanteiro era una persona muy recta, podía dar una cachetada a algún alumno cuando no obedecía, o llevarlo de la oreja a dirección, haciéndolo arrodillar sobre un grano de maíz.
Primero estábamos en un rancho, y en el año 1940 pasamos a la escuela nueva, que actualmente, sigue brindándose a la pequeña comunidad de Plá. Ella plantó palmeras y magnolias. En la actualidad perdura una planta de palmera y una magnolia. En casa siempre decimos que sería muy lindo que se les dé su trascendencia histórica- cultural, declarándolos patrimonio cultural de la localidad de Plá, para que puedan ser conservadas, tienen una antigüedad de más de 70 años. De hecho, en el Encuentro de Pla, ambas plantas fueron declaradas Patrimonio Histórico.

Otro testimonio interesante es el de Adriana Alvarez quien dice que la señora doña María Chanteiro fue maestra de mi mamá y de mi tío. Mi mamá Mabel fue compañera de Pichín Chanteiro, toda mi vida he oído hablar de ellos y además los conocí personalmente. Doña María era una señora maestra con todas las letras, de la misma estirpe que Adela Bassi, esas maestras con mayúsculas. Tengo fotos cuando la escuela de Plá cumplió los 50 años y doña María, hizo una clase alusiva con sus ex alumnos, fotos que tenía mi abuela Herminia Bassi.
CARRETONI

Los hermanos Floro  y Demetrio Carrettoni, eran los hermanos de la mamá de Iris y Liliana Carbone., Mary (quien era la más chica).  Dicen ellas  que el tío Floro era el único que reparaba receptores de radio, falleció el año pasado (1977) y tenía 95 años. El que vive es el Tío Demetrio que tiene 80 años rumbo a los 81 y eran cuñados de Malizia Antonio porque estaba casado con Neta Carrettoni. Hoy sus hijos Héctor y Betty viven en Luján.
De la familia de Tío Floro están sus 5 hijos (Mirta, Negra, Lidia, Oscar y Silvia) todos casados y casi todos abuelos. Tío Demetrio tiene un solo hijo, Julio, también ya está casado y tiene una hermosa familia. De la familia Carrettoni Liliana (mi hermana) es la más chica, y de la familia de Papá Negro, Iris es la mayor de unos veinti pico primos..

Demetrio y Floro tenían una chatita Chevrolet 1928 verde oscuro que frenaba cuando se le daba la gana, comenta Héctor Lesca.

CICOCIOPPO

Sonia Cicocioppo, Licenciada en Administración. Hija de Mario Cicocioppo y Silvia Scatolón, nieta de Orlando «Quico» Cicocioppo y Blanca «Chacha» Forlón. De  28 años   en el 2008, casi 20 los pasó en Plá. No fue al Jardín de infantes porque en ese momento no había (sí lo había cuando empezó su hermana menor Romina), fue a la escuela N°10. La directora en ese momento era la Sra. Elsa Cejas y recuerda algunas maestras como Claudia Crespi, Patricia Alvarez y María Esther Galindez. Iba siempre a hacer los mandados con su abuelo Angel a la panadería de Leiva, a lo de Adolfo Bassi recuerda que iba y le pagaba la libreta (la deuda del mes) y él siempre le regalaba algo!! El secundario lo hizo en Alberti viajando todos los días en una Traffic primero (la conducía el Sr Michelletti) y en un colectivo después, se  acuerda que en las mañanas heladas de invierno lo esperaba en la esquina de su casa junto con Alberto «Mascotita» Marmallón.
Dice: A partir de los 14/15 años la cosa se complicaba porque los que éramos jóvenes queríamos salir y en Plá muy de vez en cuando se organizaba algún baile en el Club Ciclón o se organizaba también el «Baby Futbol» , eran las salidas de noche… (Ah! se organizaron corsos también!!), ya cuando era más grande podía salir en Alberti quedarme en la casa de mi abuela o volverme en remise.
Actualmente y desde hace 10 años vivo en Capital Federal, mis padres y mi abuela viven en Alberti. Mi abuelo Quico fue quien me enseño a leer y a escribir cuando tenía 4 o 5 años, él tenía la «Herrería Quico» justo en la entrada del pueblo y mi abuelo Angel fue quien me enseñó a manejar su Fiat 128 amarillo. Recuerdo a Plá con mucho cariño y debo reconocer que no voy muy seguido, en mi casa ya no hay nadie y me entristece un poco verla así. Cuando viajo los fines de semana el tiempo no alcanza para visitar a amigos y familiares pero reconozco que debería ir a saludar a mucha gente que recuerdo con cariño: Tita Fraccaro la portera de la escuela (que ricas las empanadas caseras que ella hacía y le llevaba a mi papá para cada cumpleaños!!), y muchos otros que ahora no se me vienen a la mente. Por si alguien la conoce a mi abuela Chacha les cuento que ella está muy bien tiene 80 y pico largos pero está mejor que yo JA! tiene muchos amigos, viaja y comparte mucho tiempo con los jubilados.
Con respecto a mi familia materna los Scatolón, eran de Quintana y seguramente recordarán a mi abuelo Angel Scatolón. El vivió siempre con nosotros desde que falleció mi abuela cuando yo tenía 1 año, fue el hombre más bueno que conocí!
Las noticias que tengo hoy de Pla son a través de mi primo Darío, el es de Merlo pero se fue a vivir allá a trabajar al taller de mi padre.
Agrega Sonia que la herrería sigue trabajando, el encargado es Héctor Santamaría quien hace muchísimos años que trabaja con su padre y tiene también otros empleados

D´ANGELO

Soy Poroto D’Angelo, Hijo de Pancho. Con mi esposa Ana María Silva y nuestro hijo  Adrián –dice – y agregamos información.

Mi esposa y yo continuamos viviendo en Plá,  en la casa que fue una vez de José Caputo. Rubén «Coco» Silva, Hermano de Ana, también vive con nosotros. Nuestros 2 hijos viven en Alberti.
Les cuento que hoy a diez Km. a la redonda se han ido más de 100 chacareros. Antes todos estos venían a hacer sus compras a Plá.

Mi abuelo, Francisco, describe Adrián es quien repartía mercadería en una jardinera (carro liviano de dos ruedas y amplia caja de carga), muy temprano a la mañana y los chacareros como Nicolás Cónsoli lo esperaban a desayunar. Con el tiempo la jardinera fue reemplazada por un camioncito Chevrolet 29 adquirido a otro comerciante de la zona, Miguel Gayol.
Se agrega  Rubén Silva, «Coco» comentando: Mi padre Era Santiago Silva, Nació en 1893, y trabajó con Don Francisco Plá, junto a don Lucas Fernández. Mi padre era cocinero. Con el tiempo, Plá vendió su estancia a Enrique Klein y pasó a trabajar con su nuevo dueño, hasta que mi padre falleció en 1952. Mi padre me contaba que había una persona encargada de de la estancia de Plá, que se encontraba enemistada con un chacarero vecino, que en aquella época se citaron en donde ahora es la laguna «de las Escobas”, este empleado descargó su revólver al chacarero y luego dejándole las capsulas de las balas sobre su cuerpo, se entregó en la comisaría de Bragado, porque en esa tiempo, del río salado hacia el Sur era partido de Bragado, hacia el norte pertenecía a Chivilcoy. Con esto quiero contar que en Plá, en una época los hombres eran «guapos», arreglaban sus diferencias de una forma muy especial y sin vueltas.
Soy amigo de Lucho Lesca, de Boby Jaureguiberry y su hermano Julio, .Actualmente Boby se encuentra en la provincia de Misiones. Todos trabajamos en la escobería de «Perico» Serrano.

Mi otro abuelo, Santiago Silva, finaliza Adrián, fue capataz de a caballo en la estancia de Klein. Hoy los nietos  emigraron a Alberti. En Plá vivían  alrededor de 2007, y muy aferrados, papá, mamá y tío Coco, comentando en la sobremesa de los domingos, con alguna nostalgia, anécdotas de los antiguos pobladores de Plá. Mis raíces están en este hermoso pueblo, que aunque el paso del tiempo castigue, siempre adoraré.

DANIELE

Fernando Martínez nos cuenta  que Pancho Daniele el resero de Pla,  que vivía justo a la entrada de Plá, enfrentado a la casa de los auxiliares del ferrocarril,  tuvo cuatro hijos: Panchito o Antonio, la Ñata, Atilio y Juancito a quien decían «Guitarra». La Ñata era vecina y amiga de la mamá de Coco Iarza, y yo supe tener un bolichito enfrente.  «Guitarra» o Juancito Danieli, era el menor de los hermanos,  falleció muy joven, era muy alcohólico, nunca se puso una camisa, tal vez por este dato lo  recuerden, siempre en camiseta, de esas blancas manga corta que usaba con los tres botones desprendidos, de bombachas cortas desprendidas y una faja y alpargatas. Hacía el reparto en el campo  trabajando para  la carnicería. El carruaje era, prácticamente, las ruedas y las varas, con un cajón.  Al cajón le ponía un cuero de oveja y se sentaba sobre él.  En las chacras se bajaba y, abría las portadas, después subía y desde arriba atracaba cerca de la planta donde dejaban la fiambrera (era como una jaula, pero de tejido fino, para que no entren las moscas y allí dejaba el gancho con la carne).En ese tiempo el gancho era de carne para puchero, estofado, y bifes… Porque iba muy de madrugada, el reparto era muy largo, y los primeros en su recorrido todavía dormían. Recuerdo también, continúa Fernando,  el día que a «Guitarra» le toca el servicio militar, y se iban en el tren con otros muchachos más de Plá, lo recuerdo todavía, si parece que lo estoy viendo, con su camiseta y saludando a los gritos, cuando pasó frente a la casa de él, saludando a la madre… en la esquina del paso a nivel. Era delgadito, medio ronco para hablar, tal vez por la caña Ombú de las mañanas.

Eran repartidores de la carnicería de Biondo, (después de Juan Bassi)  y Panchito o Antonio antes  de atender el mostrador también fue repartidor, y Caraballo también, quien se casó con la Ñata. Pero no solo repartidores, hacían todo el trabajo, a la tarde temprano al matadero a carnear, después traer la vaca en la zorra a la carnicería, despostarla, preparar los ganchos. Y cuando volvían lavar los cajones, que estaba esa madera blanca!…

Soy reiterativo, dice  Rosendo Gayol, pero…fíjense el empeño de esos pioneros. Aún un chico díscolo como Juancito hacía un esfuerzo tremendo recorriendo el campo por las madrugadas, con cualquier clima, para llevar el alimento a las chacras. Qué gente!!!!!!!

DASCOLI

Elvira Noemí Dascoli recuerda que sus abuelos, Luis Dascoli y María Ramundo, vivieron en Plá.  De uno de sus hijos, Luis «Chocho» Dascoli nació Elvira, que tuvo como tíos a María, casada con Pedro Bibini; Juan Bautista , Ana María, Nélida , Elsa, Alejandro y Nelly, todos ellos Dascoli.  Luego de un tiempo en Plá se mudaron a Mechita.  Luis Dascoli fue amigo de Miguel Bibini y Elvira Noemí ejerció de maestra en Pla por los años 70.

DERICO

Según nos cuenta Mónica Wilson , su abuela Lucía Longo se casó con Francisco Derico y tuvieron seis hijos de los cuáles Susana fue su madre y los demás fueron conocidos como

Cacho, Tito, Mirta, Carlitos y Caty.

Al enviudar, Lucía formó pareja con Tanquilo (Machín) Campastri  que tenía un bar cercano a las vías, en la esquina contraria a la balanza pública.  En ese negocio la abuela de Mónica cocinaba para los viajante.  Uno de ellos, Leonel Wilson, en el año 1959 comenzó a llevar vinos El Sueño y conoció a Susana Derico y…….así nació la familia Wilson.

Adriana Derico, por su parte, es hija de Tito y de María Esther De Santis.

De  SANTIS

Mario De Santis , «Pachanga»,  escribe Fernando Martínez, tengo tantos recuerdos tuyos y de la barra de aquellos años, las trasnochadas en lo de Silvio Carpinella, quien era policía, vivía frente a la escuela, no nos podía arrestar si estábamos en su casa, cuando nos juntábamos para tocar música, vos con una acordeón chica, Jorge Calvi aprendiendo la guitarra, después Carlitos Záccaro, que no tenía oído ni para tocar el timbre, aunque sabía música, y tu hermano el Chelo era el cantor, ensayábamos en mi casa,… cuanto para recordar no?, la barra con el Choly ,el Coty Borracer, Rogelio Martignone, Alejandro «la vieja» Fronti, y cuantos más ,a veces en el centro de la plaza en verano con algún «refresco» de uva.

María E. De Santis vivía en la calle Venezuela de Alberti, detrás del ferrocarril.  Adriana Derico  es hija de Tito y de María Esther de Santis.

Héctor Lesca, a su vez, fue compañero de Mirta y recuerda a Cacho, Susana, Juancito y Caty.

DIAZ

No tenemos demasiados comentarios respecto de la familia Díaz. El «Negro» Díaz fue el Jefe de Estación cuando Paulucci era el auxiliar. A su traslado a otro destino, éste lo sucedió como Jefe y, por lo que dice su hijo  Coco, Iarza fue el posterior.
Tenían dos hijos: Néstor y Juan Carlos. Néstor iba uno o dos años antes que Rosendo Gayol  a la Escuela 10 y Juan Carlos un poco después.
Estaba casado con una señora Josefina (creo no equivocarme) que tenía una hermana Dora que, a su vez, estaba casada con Isaias (Alfredo) Ramos y vivían en González Catán. En una de las tantas visitas que se hacían las hermanas, Ramos, que era rematador, lo convence a Gayol para que compre una propiedad que le parecía interesante para instalar un negocio en su localidad. Gayol padre viaja a verla y, como le gustó, terminó comprándola y así fue como la familia se mudó de Plá.
La familia Díaz vivía con una hermana del Jefe, de nombre Lidia, a quien recuerdo como una persona muy culta. Los Díaz fueron siempre afables y serviciales.

Como dijimos, los hijos del jefe Díaz eran Néstor y Juan Carlos. Vivieron siempre en González Catán; Néstor soltero y Juan Carlos casado y con hijos. Los dos hermanos fallecieron hace unos años, primero Juan Carlos y a los pocos meses Néstor.

DINORI

Dino Dinori, era el padre de Ramona Dinori, cuyo segundo nombre es Faustina. Según Héctor Lesca, tenía algunos hijos y nietos en el Gran Buenos Aires, tal vez en  Tapiales, que venían a su casa para «la junta de mái». Por  las tardecitas  Don Dino sacaba a relucir su acordeón verdulera y se tocaba algunas rancheras y tarantelas, éstas últimas eran bailadas por Don Nicola con su hija Angélica (Keka).  Don Dino quería mucho a los chicos y a los animales, siempre tenía alguna perrita que indefectiblemente se llamaba Lila, a Héctor solía prestarle su jardinera (que alguna vez habrá sido colorada) y su caballo de tiro.

DISANTI

Gente, -se presenta con alegría – soy Héctor el Gordo Disanti, hijo de Colito y Nicolita, mis hermanos Titino, Beba y Mirta, quiero decirles que nací y viví en Plá hasta los 35 años, para que me ubiquen, por si no me recuerdan, en el año 1964 fui auxiliar del Ferrocarril junto a mi jefe Martin Iarza.  Compartí mi infancia en la Escuela  10, terminando 6to grado en 1954

Vive actualmente en la ciudad de Bragado

Y Héctor Lesca no podía menos que agregar: El Gordo Disanti! ; aquél que dio 10000 vueltas al cerco central de la plaza cuando Colito se compró una motito Paperino gris y desde los escalones del mástil Roberto Caputo, Bocha Calvi, el Negro Labollita y yo (y hasta la Negrita Petrona)lo veíamos pasar sonriente

Héctor dice que es el  menor de los Lesca y que  fue a la 10 con Mirta, en tanto el Gordo  terminó con su hermano mayor Lucho, y en el 55 terminó su 2do hermano Juan Carlos.   Ambos padres fueron compañeros de trabajo.

ELIAS

Muchos recuerdan  al alambrador y vecino Pedro Elías, Su esposa Quela vive actualmente en Alberti, cerca de sus hijos, Estela, Julio y Marí

EQUIS

Pedro Equis, según Héctor Lesca, vivía más allá del Embarcadero, a la vuelta de la casa de los Tenti. Pedro se fue a Chivilcoy, a la Escuela Industrial, pero no alcanzó a terminar aunque le faltaba poco. Te comento, le responden, que Pedrito Equis vive en Plá, sus padres ya fallecieron. Fue siempre un gran lector, no sé si lo seguirá siendo, una vez me prestó un libro con todas las tragedias del teatro griego, un diamante que se quedó perdido en el pueblo.

ERBITI

La familia Erbiti se instaló en una casa recién hecha entre las de Rivero y Carlos Etcheverry, daba al fondo con lo de Don Cleto y Don Pascual Reggiardo, el carrero que transportó un guardarropa desde lo de Hojraj hasta la casa familiar en 1952, nos cuenta Héctor Lesca.

FANTONI

Como ustedes saben la esposa de Juan Vidano es de apellido Fantoni (me parece que su nombre es Amanda y le decían Mandi). Sus padres vivían en Chivilcoy acompañados de su hija Marta que era una excelente modista y luego también por Norma, quien había pasado una larga temporada en la casa de Chichino, esposo de su hermana.
En la casa de Chivilcoy, ubicada en la calle Moreno al 300, Rosendo Gayol se  hospedó durante aproximadamente dos años mientras cursaba la Escuela Comercial.

FERNANDEZ

Lucas Fernández era mecánico en la estancia de Klein. Su nieto Fernando Avendaño nos cuenta que es hijo de Lili la enfermera de Pla, quienes con su padre  “Pingucho”  Vivian en la colonia del Socorro en el campo de González Bergés e iba a la escuela 20 de la colonia.

La otra hija de don Lucas se llamaba  Berta y uno de los  primos, Alcides Cergneux, Se desempeñó como médico pediatra en Chivilcoy.

Los vecinos de Lili, en el pueblo, eran: Don Codispote, Don Lencinas, Doña Fortunata (vivía justo enfrente), don Marcos,  Kiko Ciccocioppo y a Danilo Alvarez. Y recuerdan sus amigos, por qué no, al Pitingo Pereira, cuyo padre era famoso por lo bolacero, pero muy sano. Del otro lado, hacia la plaza, vivían Don Lagos y Don Simón, éste era más conocido por su forma turca de hablarle a su caballo Barón, porque «le bisaba la bata con el bié…»

Doña Fortunata era una abuela que ya se había quedado solita. Vivía justito en frente de lo de Lucas y su terreno por el lado posterior daba a la laguna de Cejas, que cuando se secaba los chicos la transformaban en cancha de fútbol; cuando la pelota se  iba al terreno de doña Fortunata tenían que dar toda la vuelta a la manzana, y aquí viene lo más interesante: como ya se estaba quedando algo sorda, en el patio tenía una pareja de chajaes que empezaban a armar un barullo bárbaro cuando golpeaban las manos en el portoncito y ella salía a atenderlos. Los cuidaba muchísimo porque decía que si se le moría uno, el otro se moría de tristeza (Y seguro que era cierto)
Fernando, hijo de Lili, nos cuenta que su  mamá está viviendo en Alberti y Berta, su tía, vive en Laferrere. Su padre «Pingucho» le contaba anécdotas del boliche  de las 4 esquinas y del monte de mora y su  luz mala, cosas del campo .Tengo, dice, herramientas que mi abuelo Lucas usaba, un lindo recuerdo que siempre tengo presente.

FORMENTO

Eduardo Rosso  nos cuenta: Mi madre de apellido Parapetti y toda su familia vivieron en Plá hasta 1941, cuando la mayor parte de los miembros emigraron a Buenos Aires, una parte quedó, por ejemplo Adelina Parapetti se casó con Hermenegildo (Gildo) Formento y creo que tuvieron 5 hijos. Formento era herrero y vivía al lado de la casa donde vivía el famoso Cagnolatti (a quien conocí).-Una de las hijas, Ana Albina Formento (Anita) se casó con Carlos Cauce.- Los otros hijos emigraron.-
Otra de las hermanas de mi madre, Rosa Parapetti también quedó, casada, viviendo en la chacra, pero no recuerdo el nombre de la familia, eran dos hermanos.-
Otra de las hermanas de mi madre, Amalia Parapetti , se casó con Tranquilo Campastri, tuvieron 3 hijos, Arnoldo Tranquilo ( Cacho), Cherro y Rubén (Nito).- Cacho Campastri se casó con Gladys Antelo.- Todos ellos viven en José Mármol.-
Por mi parte, viajé a Plá con mis padres con frecuencia hasta 1955, cuando falleció Amalia Parapetti de Campastri.- Luego las visitas fueron mucho más espaciadas.-
Anécdota: Como los Parapetti eran muchos (12 o 13), confirmaban su asistencia antes de anunciar el baile.-

Anécdota: Las carreras de bicicletas alrededor de la plaza.-
Anécdota: las tardes y las noches en el boliche-almacén de Campastri.-
Anécdota: las veces que uno quedaba varado porque llovía y el colectivo no podía circular.-
Mis padres se casaron en Alberti en 1941.

GALASSI

Soy Oscar Cesar Galassi «Titi”, se presenta. Hijo de Teodoro y Yiya, nieto de don Pascual, sobrino del «Sordo» Antonio y la Luisa, entre otros Galassi y los Palazzo que vivieron atrás de lo de Eugenio Antognelli pegados a los Leiva. Viví en Pla desde el 55 en que nací hasta el 80 y en Neuquén desde el 80 aproximadamente .El abuelo Domingo fue Cartero de lo Klein. Nuestra familia (mamá, papá, Jorge  Omar y yo) vivimos por ultimo frente a la escuela. Entre los recuerdos que se me agolpan aparecen: los compañeros de la escuela que eran el turquito Julio Elías, María Angélica Campastri, Roberto Fraccaro, Oscar Carballo, el Nene Duhalde, Ana Almeyra, a lo largo de los 6 años nos acompañaron parcialmente Ana no me acuerdo si era Hernández o Fernández que venía de Palantelén con la Sra. Sara, Omar Daniele y otros que ya llegando a los 50 y después de casi 40 se me quieren escapar. Añoro también a los compañeros de trabajo de la panadería de Vidano donde trabajaba para la época de los pan Dulces en las vacaciones bajo las ordenes del Petiso Leiva, Julio «El Viejo» y Raúl.
Los compañeros del Criadero donde trabajé  bajo las órdenes de Oscar, Hugo y Calucho. el Muñeco Tenti, Luisito Tonello, Manolo (Capataz), Moya, Panchito, el Nene Duhalde, Lobulito Carbone, el Negro Carbone, Juan Alvarez, el Jefe Otto, Erviti (Cocinero) ,Papa Billete (Federico), Branyeri y Carlitos Tonello(Of.), Perotti y su carretilla, Tito Marmallón…También me acuerdo de Doña Amalia, la acacia que había plantado mía Abuelo Pascual, ya que él alquilaba esa tierra hasta que compró donde fue su Chacra( frente a lo de Lito Penella entre Frattini y Zoia)y allí se instalo don Enrique (El Alemane como le decía él) cuando llegó a Pla, les cuento que la acacia se la tragó el avance cuando falleció doña Amalia.
También recuerdo dichos:
«Andate vos Yo estoy bien acá» Pilo a Walter Klein cuando lo quería echar.
» Y si me baño y no viene…» Cagnolatti a doña Cauce que lo mandaba a bañarse porque venía la Hija de éste.
» Mandalo a Teodoro que yo no Chiento» El Sordo Galassi. mi tío, al Abuelo cuando lo mandaba a cuidar los chanchos.
«Hay trabajo en lo Klein, yo voy a pedir en San José si me dan mala suerte» ese se lo atribuían a varios…..
«Hay que tener ojo para comer sandia» el Padre de Poroto y casi se intoxica.

Y le sigue diciendo que le emociona tener comentarios de la vecina María Luisa que –dice- me llevan a recordar cuando lo enyesaron al Jorgito o cuando el tachupa corría detrás del aro, del «anda a comprarme los cigarrillos Terzio» del Negro Carrera, del Cherrito cuando íbamos a jugar todos las tardes a la canchita o de doña Catalina quien  nos curaba el empacho, acordarme del Luisito Nicola con el que compartimos largas jornadas de caza de liebre con los galgos y su escopetita no me acuerdo bien si era 28 o 14 o cuando íbamos a juntar huevos de pato detrás de lo Klein en el desborde desde la laguna de las Escobas hasta el Salado .Los gritos de la Tita Fraccaro «Rooobeeeertoooo», las noches de caza de pajaritos con la linterna en el monte frente a la casa de Caraballo en compañía de Oscar, (éramos muy ecológicos), las bicicleteadas alrededor de la plaza con Moyita cruzado ya que no alcanzaba al caño de arriba, las apuestas para ver quien trepaba hasta la punta del mástil de la plaza.

Héctor Lesca felicita a Oscar Galassi: Muy bueno lo tuyo, siempre es gratificante recordar los refranes de nuestro pueblo. El petiso Leiva es el que se cortó dos dedos en la amasadora de la panadería, por suerte el Quico Basto estaba al lado y pudo frenar la polea con las manos. A pesar de eso el Negro siguió de Disc Jockey en el Club, cuando los músicos descansaban él anunciaba por el micrófono las «selectas Grabaciones» para seguir bailando, y como el pasadiscos era a púa, el Negro las dominaba con el anular y el meñique. El otro que trabajaba en la panadería era don Juan Disanti, el padre del «Coco» y de Raúl.

GAYOL

Fernando Martínez   se acuerda del almacén de ramos generales que comenzó heredando José Rodríguez Giraldez, quien desde que lo conocí, dice, estaba allí, pero ya no trabajaba en el negocio, ya estaba Gayol, García,… después  Teodoro García se va unos metros adelante, y pone un negocito sólo y queda Gayol como dueño. Recuerdo a Manolo y al Negro Zungri. Tambien me acuerdo del camioncito, tengo un recuerdo lejano. Era chico yo y Gayol venía en ese camión a Chivilcoy, donde tenía un terreno y mi papá le plantaba unas plantas, creo que eran frutales, y a mí me traían también.

Miguel Gayol se casó con María Zungri y tuvieron tres hijos: Ana María, Miguel y Rosendo.

Y Héctor Lesca agrega, a no  olvidarse del surtidor de nafta, del gran letrero superior en la ochava, que parecía ser enlozado. Menos aún del monte al final del campito donde había nísperos y caquis, agreguemos que a 20 metros estaba el granado de Neneca, con lo cual tenías todas las frutas exóticas juntas al lado de ese negocio. Detrás de la casa de Rosendo, en el montecito de frutales estaba  la única planta de caquis del pueblo.

Nuestro caballo  Martín, cuenta Rosendo, era un animal grandote – tipo percherón – de color rojizo y manso al extremo. Se lo ataba a un charret o a una jardinera para hacer los repartos. A veces, de chico, me tocaba rasquetearlo (que no sé para qué se hacía). El hecho es que había como un gran cepillo de hierro, con los dientes cortitos, que había que pasar por todo el cuerpo. Quedaba reluciente!

GRASSI

Quiero brindar un recuerdo a la familia Grassi,  dice Poroto D´Angelo, que tenía la chacra camino a Emita, cerca del paso a nivel.
Martín Grassi era el hombre más alto de Plá.  América Grassi era modista.  Ester y Mafalda fueron mis maestras, esta última era casada con Alberto Sánchez, hoy ya no están, solo queda su hija de corazón, Sarita Gatti y los sobrinos Julio y Elvira Sánchez

GIULIANI

Mi nombre es Sergio Bonfigli, comienza, Soy hijo de Marta Giuliani, hija de Pedro Giuliani y hermana del Negro, el Coco y Pichín Giuliani, Mi madre vive  en Villa Bosch. Tengo 42 años –en 2008- y mi primer cumpleaños lo festejaron en el campo, al lado del de Marino Antenucci y enfrente al de Fito Mosca. Mis tíos Pichín y María del Carmen Bassi se mudaron  desde el campo a Alberti.

GIULIANO

Norberto Jesús Giuliano  se explaya: Quién conoció Plá quedó prendado del lugar. Porque este pueblo tenía magia, misterio, canto y poesía, aromas de jazmines y glicinas que en el mismo aire se reparaba y quedaba esparcido. Personas y personajes que dejaron su profunda huella en el sentimiento de quienes tuvieron la dicha de conocer este trocito de nuestra provincia.
De vez en cuando lo visito y al recorrer sus calles rememoro hermosos recuerdos y un dejo de nostalgia me invade. El tiempo, empecinado en borrar las huellas de ese pasado, no podrá cantar sus glorias hasta que no exista más nadie de los que aquí vuelcan sus nostalgias.
Yo solía visitar mis familiares: Calvi, Giuliano, González, Lago 

GONZALEZ

Mónica González  informa: Para los que no me ubican soy nieta de Giuliano quien tenía almacén frente a la plaza donde paraba el colectivo de Vagliente, hija de «Calucho» González y Gladys Giuliano. Vivimos siempre en el Criadero Klein, vecinos de Tonello y Fernández, hasta que nos mudamos a Alberti donde vivimos actualmente.

Calucho, para Héctor  Lesca,   fue el mejor jugador de Plá durante unos cuantos años, hermano de Hugo «Tolo» González, delantero de Argentinos Juniors de Bs. Aires, goleador del campeonato de primera del 57. Calucho era Encargado del Laboratorio del Criadero Klein donde se hacía un análisis completo de los trigos obtenidos, tan completo que hasta se hacía hasta la harina de cada variedad, la amasaban, hacían pancitos y los horneaban allí mismo,

Yo me «colaba», agrega  Mónica, en los juegos de Ester Iarza con Cristina, debajo de la higuera, donde «interpretábamos» obras de teatro que Cristina creaba. También recuerdo a Cagnolatti y sus perros, por supuesto a todos mis compañeros de colegio y las «vueltas a la plaza» los domingos a la tarde. Y  quien no se acuerda de las procesiones religiosas con las antorchas y las infaltables mantillas en las cabezas?

María del Carmen González-Varese quiere decirnos: soy nieta de Antonio González y Rosa Varese, vivían en la chacra pero tenían la casa al lado de Malizia, después se la vendieron a Bibini (tenían una puerta que se comunicaban por los fondos) Primero íbamos en sulky (hasta Alberti!!)Después en un auto cuadrado, verde que para mí era enorme y al final era un 4L (ahí viene Don Antonio a 40Km./h) .Mi mamá se caso con un «forastero», mis tías con Carrettoni, con Medrano…Adela Bassi se caso con un primo de mi papá, Benito García. Yo voy seguido pero por 1 o 2 días. Mis papás murieron hace poco y están en el cementerio de Alberti porque nunca se fueron de Pla a pesar de la distancia, visitamos a la familia y volvemos, hace poco fuimos con mi hermano y recorrimos cada rincón, en cada lugar teníamos una anécdota (mi marido y mi cuñada no entendían nada) tengo 58 años allí estaba toda, pero toda, nuestra infancia (vacaciones de invierno y de verano). Me acuerdo de todo…,el autito  al que levantaban la tapa-baúl  y salía el asiento de atrás, que nos llevaba a la chacra cuando mi abuelo no podía ir buscarnos, «la estafeta”, a esperar la carta que unía a mis abuelos con sus hijas de «Buenos  Aires”, mi abuela que cuando llegábamos en el tren nos veía de la puerta de la casa y empezaba a correr, atar el sulky en el frente de la panadería (la galleta de campo).Calvi no se cómo tenia de todo!

Esther González  concurrió  a la escuela número 10 entre los años 1948 al 1955… y agrega que su padre se llamaba Cristobal González y era el caminero de Pla. Su madre se llamaba Santa Ottaviano. Sus hermanas:  Chola,  casada con Carlos Molea;  Luisa, Chuqita, Pichon y Amanda . Eramos unos cuantos….agrega.

La familia se fue de Plá a vivir a Chivilcoy cuando Esther tenía    14 años, mas o menos en 1955

IARZA 

Los recuerdos de los Iarza son descritos por Coco de la siguiente manera:

Yo llegué a Plá en el año 1956 y mi viejo, Martín Iarza, fue el jefe de la estación del ferrocarril durante varios años, hasta que aproximadamente en el año 1970  pidió el traslado a Retiro y vinimos a vivir a Buenos Aires.
Siempre recuerdo con mucho cariño y melancolía toda esa feliz niñez y adolescencia que he vivido en mi querido pueblito.
Es más…, siempre les cuento a mis hijos todas las historias y las anécdotas que recuerdo de aquellos viejos tiempos. Por ejemplo los «picados» que jugábamos en la playa del ferrocarril, detrás de los galpones, los cuales duraban toda la tarde, hasta que se hacía de noche…; el gran equipo de fútbol que tenía «El Fortín» de aquella época; con el Gordo Bartomeo al arco, el Cherro Campastri como defensor central, Copelo Bassi, la Oveja Borracer que volvía locos a todos sus marcadores con sus gambetas, etc… Recuerdo que ese equipo salió campeón de la Liga de Alberti allá por el año 1960 y era todo un orgullo para el pueblo. Cuando le tocaba jugar de visitante en otros pueblos, íbamos toda la hinchada de Plá en el camión de Don Pablo Bassi.
Yo también soy ex alumno de la Escuela Nº 10, en la cual cursé toda la primaria. Tenía como compañeros a Raúl Martorelli (hijo del policía del pueblo), a Luisito Tonello, a Ricardo Penella, a los Nicola y los Sargenti, al Bebe Larriba (casado actualmente con la Pocha Dinori), etc…
Creo que en el año 2016 esa escuela cumple 100 años…, ya que me acuerdo perfectamente que en el año 1966 se hizo una hermosa fiesta en el pueblo para festejar los 50 años de la escuela.

Según su amigo Héctor Lesca  era el que vivía en la casa del paso a nivel y solía jugar con Raúl Santamaría y usaba anteojos. También se permite  corregirlo en cuanto a la composición de los equipos de futbol: Los arqueros eran Cachenga, Marquesano o el Oscar Antelo, Bartomeo era el D.T.  Ubica como  compañeros de la Escuela  10 a Nicola, que puede ser el Hugo o el Tata (Delfor), la hermana de Ricardo Penella (Lili)  quien se recibió de Médica en la UNLP por los años 80. Su mamá solía hacer parrilladas sobre el patio lateral de la casa.

Coco se define así: Si…, ese niño gordito de anteojos era yo, aunque ahora con muchos años más pero sigo igual, siempre gordo y con anteojos, ja, ja, ja…
En esa casa del paso a nivel vivimos un par de años, luego nos mudamos a la vivienda de la estación porque era más grande y cómoda.

Para Coco, dice Rosendo, tengo presente a dos familias que los precedieron en la casa (muy cómoda) que estaba antes reservada a los auxiliares del ferrocarril; Mortera y Bouzas, quienes estuvieron muchos años. Como Jefes de estación estuvieron Díaz (con cuyos hijos estuvimos en diferentes grados pero en la misma época) y Paulucci que no llegó a ocupar la casa porque vivía enfrente.
También, prosigue Coco, quiero enviar un afectuoso saludo a Hugo Bergamini y a todos sus familiares. Te comento que el Cherrito Campastri tiene un almacén/fiambrería en Llavallol, a pocas cuadras de mi casa…,

Esther Iarza rememora los momentos vividos en el querido y añorado Plá. Las largas horas jugando hasta que caía el sol con Cristina Calvi, cuando le sacábamos la estanciera a don Alfredo para ir a dar la vuelta por el pueblo a la hora de la siesta. La escuelita Nº 10 que me albergó hasta séptimo grado para después emigrar a la gran ciudad para que pueda estudiar, cuanto agradezco a mis queridos padres que hayan tenido que sacrificar la tranquilidad de un pueblo para ir a una ciudad para que sus hijos tengan un estudio. Siempre con mi hermano les contamos a nuestros hijos las anécdotas que vivimos en Plá. Esther también  quiere recordar a Noemí, Marta y Raúl Martorelli, que vivían en el fondo de casa de don Eugenio Antonelli, cuando había partido de futbol lo mirábamos de la casa de ellos que el fondo daba a la canchita.
Y Coco se acuerda de  los hermanos Pietrobelli ya que son sus primos, puesto que el padre de ellos, Juan Pietrobelli, era hermano de su abuela paterna

También a Coco le traen  muy gratos recuerdos su primera casa  en Plá, ya que allí vivía durante bastante tiempo hasta que luego se  mudaron a la vivienda de la Estación del ferrocarril, cuando su padre fuera nombrado jefe de estación.

Un párrafo especial para el monte de eucaliptus, donde –dice- teníamos nuestra canchita de fútbol y jugábamos casi todos los días a la salida del colegio..; recuerdo que estaba muy poceada, ya que en algún momento alguien le había pasado el arado, sin rastrear, y habían quedado los surcos muy marcados, pero para nosotros era la mejor cancha del mundo, ja, ja, ja….Había también  otro monte , que pertenecía a Don Pancho Daniele (el padre de Panchito), donde habitualmente íbamos a cazar pajaritos con la gomera y a comer frutas de estación, ya que tenía muchos árboles frutales muy lindos y muy bien cuidados, especialmente de duraznos.

JAUREGUIBERRY

Los Jaureguiberry se fueron de Plá en el 55 ó 56. Estaban fue Raúl, los mellizos Lauro y   Julio….y otro  hermano más.  Estarían  en Alberti.

LABOLLITA

Hola, saluda Mabel de Labollita: conozco Pla, allí vivió mi marido Eduardo y su familia. El abuelo, Vicente Labollita, su señora Brígida y sus hijos: Titín, (Vicente), «el Negro» (Eduardo) Miguel y Norma (fallecida). Fui dos veces o tres, una de ellas cuando la escuela nº 10 cumplió 100 años y se hizo una fiesta muy linda. Allí todos disfrutaron del reencuentro, especialmente mi cuñada Norma quien se casó y vivió en Córdoba hasta el 2002 fecha de su fallecimiento. Allí viven sus hijos Pedro y Luciana
Los abuelos fallecieron, Titán tiene cuatro hijos, seis nietos. «El Negro», comerciante tiene dos hijas: un nieto. Ambos viven en Bragado. Miguel tiene dos hijos varones; cuatro nietos. Vive en 25 de Mayo.
Siempre, tienen algún recuerdo para Pla, por sus dichos, por los personajes, por el reencuentro con gente que ha vivido ahí. Porota Caputo y dos de sus hermanas fueron a visitar a Rosa Terpolilli quien tiene 103 años, vive en Libertad partido de Merlo.
Estas señoras volvieron maravilladas de la lucidez de esta extraordinaria abuela. Kati Derico, vecina, trae las últimas noticias de Pla porque va muy seguido, tiene su tía allí.

Héctor Lesca trae a colación que  Miguel tuvo algunas «desavenencias» con la directora cuando hubo que elegir los abanderados de su promoción. El quería la bandera. Y  Miguel se acordó perfectamente del hecho de  que tenía muy buenas  notas  pero la bandera quedó en manos de Norma Vidano, quien probablemente vive en Azul.

Para terminar la anécdota Mónica Andrada agrega que  en noviembre del 59 la abanderada, Elsa Susana Suárez me pasó la bandera a mí, a mi derecha siempre estuvo el Bocha y a mi izquierda siempre Rubén H. Beorlegui. En noviembre del 60 yo le puse la banda a Norma B. Vidano, aunque varios habían elegido a Miguel, pero la Directora  dijo que no.

LARRIBA

Don Juan Manuel Larriba  tenía 101 años en 2008, tuve la alegría –dice Adriana Alvarez – de darle un beso, se encuentra con una lucidez increíble. Soy Karina Larriba, nieta de Juan Manuel Larriba, de 101 años, informa: Mi mama es la pocha Dinori y mi papa Bebe Larriba, que viven en Pla, al igual que mis hermanos. Mi abuelo vive en Quiroga con mi tío Tirilo, mi tío Baby falleció hace 3 años.
Por razones de estudio y trabajo vivo en Bs As, pero viajo cada 15 días a Pla, es imposible no estar alli, donde mi infancia fue muy feliz. Hoy tengo 34 años, me vine a los 19, pero Plá es emoción, Pla es nostalgia, por los que ya no están!  Josefa Longo, LA PEPA era, mi abuela, una persona maravillosa

A su vez Sergio Fabián Larriba cuenta que es hijo del Bebe Larriba y nieto del más grande, Juan Manuel Larriba que cumplió 101 años y le dice, vamos abuelo todavía!  Sergio vive en Pla y su padre también vive allí y, trabaja en lo Klein desde hace como 40 años

Karina también dice: vivo en Adrogue, donde también están mi tío Cherro Campastri, mi primo Cherrito, también Cacho Campastri. A modo de recordar les comento que cuando tenía 8 años mi felicidad era ir a la estación a ver quien venía en el tren de Bs As, cuanta gente vivia en ese entonces, recuerdo la despensa de Giuliani, la tienda de Calvi, donde mi abuela Pepa me enviaba a comprar cinta para hacerme las trenzas, el boliche de Adolfo Bassi, la despensa de Mabel Alvarez , , recuerdo también el kiosko de Yiya Galazzi, los bailes del Club Ciclón Pla y como olvidarme de la placita, tan linda con sus cercos alrededor, de la escuelita Nº10, en fin tantos recuerdos y tan lindos, pero lo bueno de todo esto es que sigo viajando a Pla.

A su vez Fernando Martínez nos informa que en su programa radial  se comunicó con el «Bebe» Larriba, quien le contaba que su papá Juan Manuel Larriba cumplía el día l9 de setiembre sus 101 años, nacido en 1906, y se encontraba  muy bien en esa época

Recuerdo – dice Héctor Lesca – muy bien a don Juan Manuel, su esposa Teodolina, sus hijos Baby, Bebe y Tililo.  Juan Manuel se cruzaba el campito de enfrente de su casa todos los días para ordeñar las vacas, bombear agua hasta llenar el bebedero y llevarle uno o dos tarros de leche a la panadería de Vidano. Como anécdota  cuento que una vez se fue en tren a una Doma por Comodoro Py, y al asomarse a la ventanilla en la mitad del viaje, se le voló el sombrero. Contaba que nunca había pasado tanta vergüenza al notar que era el único gaucho sin sombrero entre todo el público.

LESCA

Los hermanos Lesca eran Héctor Angel, Luis (Lucho) y Juan Carlos Lesca. Todos ellos cursaron la primaria en la escuela 10.

Lesca padre  fue compañero de trabajo de don Lucas Fernández en la estancia vieja, se iban juntos a las 6 de la mañana, Lucas a caballo y Lesca en bicicleta, era una legua y llegaban para el mate cocido.

Dice Fernando Martínez, recuerdo a doña María Lesca, la señora de Peruco Martignone, yo trabaje en esa chacra con mi hermano Horacio y Rogelio Martignone el hijo de José y mi tía Cándida Santamaría.

Esta es la breve historia de Héctor Lesca relatada por él mismo Después de 6to en Pla me largué hacia Chivilcoy a la casa de unos tíos, terminé la Industrial y me fui a La Plata, a buscar algún trabajo, lo había y mucho, por suerte. Hice buena experiencia en Electromedicina y en comunicaciones VHF, logré ingresar a la UNLP y terminé como Ingeniero en Comunicaciones. A fines de los 80, ya con mi esposa y una niña nos mudamos a la costa sudeste de la provincia recalando en Necochea, donde ya llevo 20 años más otra niña. A Pla volví algunas veces a pasear y saludar a amigos y parientes (o sea, a todos). Por Alberti anduve instalando sistemas de Comunicaciones para el Banco Bragado, los silos y oficinas de Rivara, los Bomberos, etc., para una fábrica de transceptores de Chivilcoy, eso me hizo ser muy andariego, pero habrán notado que tengo un retorno permanente a Pla.
Mis padres lamentablemente fallecieron…, mi madre hace poco más de 3 años y mi padre el año pasado…, aunque en vida siempre les contaban a mis hijos muchas historias del pueblo experimentadas en aquellos tiempos felices. Tengo un eterno agradecimiento a Mabel y Manolo Alvarez porque se llegaron hasta la sala velatoria cuando falleció mi padre en Chivilcoy.
Tampoco puedo olvidar el  ranchito en que viví entre el 53 y el 61, después vino Doña Cándida Santamaría.

Norma y su papá Juan Lesca viven en Santiago del Estero.

LONGO

Hola soy Mariana Longo; quería felicitar a toda poa esta página que me lleno de hermosos recuerdos y me llevo sin querer a recordar mi infancia en ese hermoso pueblito que es Plá. Soy hija de Carlos Longo y Amalia Beltrán; mis hermanas, Julieta; la mayor, y Andrea la más chiquita. Las tres fuimos a la escuela Nº 10; mis compañeros de grado fueron verónica Leiva; Sebastián Belén; José D Nicola; Alberto «popi»Gatti, Margarita Gatti de quienes tengo los mejores recuerdos. Mis maestras Elsa Cejas, Patricia Alvarez; Gabriela Caruana y la bibliotecaria Claudia Crespi, la portera de la escuela inolvidable Tita Fraccaro y la cocinera Nelly Guidozolo de Rodríguez de quien añoro todavía las ricas empanadas, y unos fideos moñitos caseros imperdibles. Mi niñez es inolvidable, como inolvidable los mates y las tardes en la casa de mi bisabuela » la nona»: Felisa Guidozolo, que tenía su casa en frente de la plaza, donde ahora vive su hija «tita» Fraccaro. A Pla, a pesar de que no voy mucho, me unen muchos afectos, mi abuela «lala» Elena aun vive allí, también tengo primos, tíos y gente conocida y querida; desde acá los saludos a todos y que bueno sería hacer una fiesta de reencuentro.

Conocí a todos los Longo, memora Héctor Lesca, en menos de dos cuadras estaban todos, Juancito,  a Carlos Longo, a Marta y Rubén Longo…

MALIZIA

Iris y Liliana  Carbone eran muy chiquitas cuando los Malizia se fueron de Plá, nos informa Héctor Lesca y continúa diciendo: Me tomo el atrevimiento de contar que el almacén estaba casi pegado a la tienda de Calvi, pero sobre la calle larga, es decir, frente al galpón de chapa del medio (Nº 2, creo). Héctor Raúl nació en el año 1946 y Betty (Delia) era 3 años mayor. Lo del apodo Ñato, lo dudo, porque tenía flor de napia el hombre. Creo que primero se quedaron un tiempo en Mercedes Lincoln especializada en Carpintería, no sé si pudo terminar.
Al respecto, Iris y Liliana dicen que mirando fotos vimos el Bar de nuestro tío Antonio Malizia, les contamos que el 8 de febrero de 2008 falleció Héctor, su hijo de 61 años, en la ciudad de Mercedes tenía problemas coronarios.

Héctor Lesca opina que Malizia  se adelantó en el tiempo porque en el año 57 puso una mesa de lo que 20 años más tarde se puso de moda con el nombre de Pool, la de Malizia se llamaba Carolina Americana y era más difícil porque adelante de cada tronera había un hongo

MARTINEZ

Fernando Martínez comienza: Soy el guitarrero, que llamaban «el gallego». Los abuelos fueron Dalmacio (Que vino de Valladolid) y doña María (Que vino de Burgos).
Fernando Martínez es a su vez sobrino de Doña Cándida Santamaría.

Recuerda su salida de Pla de este  modo: me viene a la mente Miguel Gayol, papá de Rosendo, Miguel y Ana María, que un día, junto a mi papá ,me llevara en un camioncito chico hasta Alberti para de ahí  irnos a Bs. As. Con unas tías que tenía y terminaría mis estudios primarios y algo del secundario, iría a un conservatorio y aprendería algo la guitarra, sólo tenía 7 años, de Gayol.

Una de esas tías se casaba después de muchos años con Nicolás Zungri, vecino del campito donde nos criamos y nacieron mis hermanos, el campito era de ella y juntaron los campos.

A vez, Rosendo Gayol lo describe así: a vos te recuerdo bien, eras un muchacho muy educado, que usaba anteojos y que venía solo de tanto en tanto a Plá.  He conocido bien a tus padres, visitado tu casa varias veces, Íbamos caminando juntos a la escuela con tu hermano Horacio.

Y Fernando nos cuenta de él:   Pla, el querido pueblo donde nacimos,y…compartimos tantas vivencias con nuestras familias, nuestros amigos, vecinos, que recordamos ,yo creo que a todos les sucederá lo mismo, con mucho cariño, después de haber pasado el tiempo .En el programa radial que tengo por LT.32-Radio Chivilcoy de los lunes y viernes de 21 a 23 hs.,  recibo el llamado de oyentes, que se comunican para opinar, solicitar temas, dedicar con motivo de fechas o simplemente a amigas/os.  Además no puedo dejar de contarles también que nuestro amigo don Alfredo Máximo Calvi me facilitó un material suyo, grabado, que he compaginado con música, sus poemas, que comparto con la audiencia, de toda la zona, hasta donde llega esta emisora AM que es amplia y, algo que nos pone muy contentos, recibo el llamado con palabras de elogio por estos temas de las localidades vecinas también, como  de Gobernador Ugarte, Pla, Benítez, Alberti, Moquehuá, Gorostiaga, Bragado, Suipacha, etc. Las cosas importantes que creo se necesitan compartirlas que llegan al corazón, y don Alfredo, nuestro amigo, con sus noventa años, uno lo admiró siempre y siente un gran afecto.

Laura Martínez es  hija de Ricardo.

Martín Oscar Anselmi, hijo de Irma Martínez y sobrino -por ende- de todos los Martínez que aparecen por ahí, dice desde Chivilcoy, en dónde la mayoría de los Martínez han tirado el ancla : Por supuesto que al igual que muchos de ustedes he pasado muuucho tiempo en Plá, vacacionando, en el rancho de Tía Cándida, en lo del Tío Rogelio (todos son tíos cuando uno tiene 6, 7 o 10 años… ) en la estación de tren, en la capilla, en la plaza, en la panadería que me hizo conocer las mejores tortas negras que jamás volví a probar! Cuántos hermosos recuerdos!

A su vez, su mamá,  Irma Martínez de Anselmi dice: Yo viví hasta los 14 años en Plá. Recuerdo mi hermosa infancia!  Mis compañeros: Héctor Lesca, Raúl Disanti, Bocha Calvi, Tonello Carlos, Rubén Beorlegui, Griselda Molea, Isabel Lobos. Estoy viviendo en Chivilcoy, mis padres fallecieron. La mayoría de mis hermanos viven acá. Tengo primos y una tía hermana de papá viviendo en Plá.

Héctor Lesca comparte: Vamos Irma, todavía! Sos la 1ª de mi promoción que se anima a escribir, bueno, también eras la 1ªde la fila (Por petisa), pero si no agregamos a nuestro grupo al Cacho Bibini y al Tatuna Serrano nos van a retirar el saludo.

De la vida campesina Irma recuerda: Los recuerdos de mi infancia son hermosos. Papá trabajaba el campo de mi tía Josefa (su hermana). Disfrutábamos ver como realizaban las tareas rurales, araba, sembraba todo con maquinas tiradas por caballos…luego venia la cosechadora contratada. Juntábamos maíz, andábamos a caballo, encerrábamos a los terneros y ordeñábamos. Cuando entrojaban el maíz, se hacía con un aparato tirado por un caballo y una cuerda…y al final mi hermano Horacio nos daba un paseo colgados de la cuerda!
Papá era admirable en sus tareas por su prolijidad. Tenía una huerta ejemplar.
A mi me quedaron grabados muchos sabores; la abuelita Isabel era la encargada de condimentar las carnes durante las carneadas. Nosotros ayudábamos a cortar la grasa, y comíamos chicharrones.
Hacíamos los mandados en lo de Adolfo, luego la panadería de Vidano, y en la carnicería de Juan Bassi. Cuando papá pagaba la libreta, Adolfo nos regalaba un gran paquete de galletitas sueltas envueltas en papel de estraza…todo esto me pone melancólica, pero es muy lindo!

A su vez, Martín Anselmi informa que por el Gran Buenos Aires andan el Negro Antelo y Matilde Martínez con hijos y nietos, los hijos de Oscar Antelo (fallecido) y José (el menor de los hermanos Martínez, devenido a Pepe o Piero para los amigos/parientes).

En el caso de Leila Martínez, hija de Pepe, su relato es el siguiente:

Soy Leila tengo 21 años (2007), y soy la hija mayor de Pepito Martínez, (José) el más chico de los hermanos Martínez. Les puedo contar que mi papá se vino a vivir a Buenos Aires de muy joven y conoció aquí a mi mamá Luisa…con quien se casó y me tuvo, junto a mi hermana de 9 años….vivimos juntos en Virrey del Pino, a 20 km de Cañuelas…papi tiene una despensa…
siempre me cuenta historias de Pla, del almacén, donde si no me equivoco mi tío Ricardo trabajó…ahí él iba a hacer los mandados y en el camino se comía un buen trozo de dulce de membrillo!!! a escondidas… También tenemos contacto muy cercano con Miguel Riva…no sé si lo conocerán, mi tío Horacio se caso con su hermana.   Miguel buscó a papi mucho tiempo, y una tarde cuando yo tenía 7 años aproximadamente, llegó a casa….desde ahí es el mejor amigo de mi papá digamos, y nos vemos muuuy seguido, siempre recuerdan cosas que hacían en Pla y en Alberti, y se divierten.
Una vez fuimos a Pla, para la fiesta del pueblo, recuerdo que era en un club, frente a una plaza si no me equivoco, era de noche…
Hace 2 años….una tarde que habíamos ido a Chivilcoy, papi y mis tíos Ricardo y Horacio, Zulema y Matilde, decidieron mostrarnos Plá.  Fuimos a la casa de la tía de papi. Comimos rico, y vimos desde lejos `la casita«….pero no nos conformamos, así que todos corrimos el callejón entero, saltamos el portón de madera, y volvieron a tocar esas paredes….lloraron mucho de emoción, y papi se trajo un pedazo de una cenefa de su casa….la cual está en la nuestra, pintada y dice: recuerdo de Villa Alejandrina….

María Carolina, es otra hija de Irma Martínez. Confiesa haber ido mucho a Plá durante su infancia.
Mi tía Cándida, dice, es mi recuerdo más fuerte, la amé con toda mi alma! Me hacía batatas fritas redondas y grandes! A pesar de que era muy chica, recuerdo al tío José, a Mabel, Manolo, sus hijas, Rogelio, Ana María, Roberto, y muchos

Continúa con sus notas Fernando Martínez diciendo  vivimos en casa de Plá, especialmente construida por Ambrosio Sala, con mi abuelita Isabel, la mamá de mi papá, mi mamá Elvira, mi papá y mis hermanos , que nacieron algunos ya viviendo ahí ,recuerdan que éramos diez?  Después cada uno se fue para otras partes, tuvimos que salir de ese campito, ya que la dueña, que era mi tía, María Josefa, se casó con Nicolito Zungri, que vivía lindando su campo y vinieron a vivir a esa casa, que hoy todavía se conserva, rodeada de un gran monte y que al fallecer los dueños después, queda con todo el campito y la casa un sobrino, hijo del Negro Zungri.  De paso, recuerda a Juan Manuel y Victorio Santamaría (el papá de Raúl y las mellizas Mercedes e Isabel), que ensillaban caballo cada uno y corrían la sortija para las fiestas patrias, en la calle frente al club, lo de Adolfo Bassi (la «confitería»).

Irma Martínez  se acuerda de Claudia Crespi (de quien fue su niñera) y a su mamá Marta Moreno y a su hermano Gustavo, que nació cuando Irma  ya vivía en Chivilcoy. Además informa que
quien construyó la capilla  (Sr. Savia), fue el abuelo de su nuera Silvina; esposa de su hijo Martin. Elvira Martínez, es una de las más chicas de la familia Martínez y menciona: Nací en Plá y me vine a trabajar a Chivilcoy cuando tenía 13 años. Luego, cuando papá dejó las tareas del campo nos vinimos con mis hermanos Zulema y Pepe a una casita que papá compró por la plaza Moreno en la Ciudad de Chivilcoy. Cuando papá fallece, nos fuimos a vivir con mi hermana Irma, que ya se había casado. Estuvimos un tiempo viviendo con ella, al poco tiempo se casó mi hermana Zulema y al poco tiempo me casé yo y me fui a vivir con mi marido con el objetivo de formar una familia.
Mi marido se llama Miguel, es obrero de la construcción, tuvimos 3 hijos:
José Luís, tiene 31 años, es plomero y yesista. Está casado y a su vez tiene 2 hijos (Juan Manuel y Matías).
Pablo, tiene 30 años, es graduado universitario en Administración de empresas y actualmente vive en Capital Federal.
Joaquín, tiene 21 años, estudia en el conservatorio el profesorado de canto, guitarra y violín. Actualmente toca en varias bandas de música, como verán siguió los pasos de sus tíos Fernando y Ricardo.
Yo, estudié peluquería, realizo diferentes trabajos y dedico mi tiempo a mis nietos y quehaceres de la casa.
Y Fernando Martínez se refiere al hogar paterno  diciendo que Villa Alejandrina fue la casa donde vivimos tantos años, jugamos, crecimos, trabajamos; donde vivió nuestra madre, falleciendo muy joven, y que fue velada allí, en su habitación. El campito era de 20 hectáreas, mi papá lo sembraba en parte, teníamos algunas vaquitas, ovejas, los caballos para atar en el arado, las sembradoras, etc. Ese nombre de Villa Alejandrina, viene de las personas que donaron a unas tías nuestras ,que trabajaban en una casa de familia, en la Capital Federal, una de mucama (esta se casa después con el vecino Nicolás Zungri) y la otra cocinera, eran hermanas de mi papá;  gente muy adinerada de apellidos Egozcue e Irayzoz, dueños de una estancia en Balcarce «Las Piedritas» y una de ellas, porque eran 4 mujeres, se llamaba Alejandrina, viuda de Irayzos, (cerca de Balcarce hay un pueblo fundado por este hombre). Y antes de morir les hicieron un regalo, en reconocimiento, ya que las habían cuidado, y perdido su juventud a su servicio, estas 2 tías nuestras, a una, el campito y la casa, y a la otra, la casa que está a la entrada de Pla y que es donde vivió mi tío Victorio Santamaría, padre de Raúl y su familia, la que luego compró San José.

Elvira Martínez complementa: hoy tengo ganas de recordar algo de ese Pla tan lindo que allí deje mi niñez ,yo me acuerdo de todas las familias de allí ,Calvi ,que iba a la tienda ,Adolfo que la abuelita nos mandaba a comprar, lo de Vidano, lo de García ,lo de Eugenio , la carnicería yo me acuerdo de todo ,mis hermanos Fernando Inés ,Elena, Matilde, se acuerdan ,mas pero yo era chica cuando me vine, igual cuando íbamos a visitar a las tías veíamos a todos y como aquí ,en Chivilcoy hay mucha gente que vivió en Pla nos acordamos .al que veo siempre es a Raúl Disanti ,también a las chicas de longo ,a Caputo ,bueno me acuerdo mucho de mis abuelos Santamaría ellos sí que caminaron esas calles Las chicas de Alvarez, Calvi en fin algunas han ido a la escuela juntas, también Mabel moreno que cuando íbamos a lo de tía cándida Martignone estábamos siempre juntos ,me parece ver el rancho de la tía ,yo tengo tres hijos varones y le gustaba ir por que la tía le hacía tortas fritas , uno de mis hijos el más chico es músico , salió Martínez le gusta la guitarra y canta ahora está acompañando a una hija de hijo de Pla como lo es Julieta Caputo ,mira las vueltas de la vida ?ya estará en Alberti en el  Cosquín.

MASTROPIERO

Lucio Mari Mastropiero pregunta por su abuelo y le contestan que el negocio de él  era el denominado Boliche de las Cuatro Esquinas.
El camino que va de Alberti a Plá, al llegar a las vías del ex ferrocarril CGBA, se bifurca en dos. Uno cruza el paso a nivel y continúa para Ugarte y otro va paralelo a las vías llegando a Plá luego de unas 2O cuadras. En ese cruce estratégico estaba el negocio de Mastropiero, que luego en los últimos tiempos fue de Aguilar y que tenía una cancha de bochas, el clásico almacén y despacho de bebidas y, además, una peluquería.

MOLEA

Rosendo Gayol comenta  que ha tenido el privilegio de charlar un buen rato con Juan Carlos Molea, mi compañero de banco de 6° grado de la Escuela 10.
Ha sido, dice, muy lindo el reencuentro luego de muchos años. De sorpresa lo llamé una hora antes de aproximarme a Alberti y ha tenido la gentileza de venir desde el campo para encontrarnos en la YPF de la entrada. Luego, con extrema amabilidad me presentó a su señora, su hija y al nieto mimado (por ser el más pequeño) que es un nene por demás sociable y comprador.
También me mostró la obra que es su orgullo: la planta de extracción de miel, donde se nota el gran cariño que pone en todas sus tareas.
Fue un día muy lindo pero me volví con una envidia bárbara: jamás pude tener unos tomates como los que vi en el fondo de su terreno. Eran formidables!!!!
Muchas gracias Juan Carlos por tu hospitalidad.

NICOLA

Esta es la semblanza que hace Héctor Lesca de los Nicola: Don Nicola era el Cuidador de la Plaza, algunas veces lo encontraba en el Almacén y Despacho de Bebidas de Teodora García- donde yo iba a comprar querosén- y me contó de la alegría que tenía por haber criado todos sus hijos sanos; lo que no es poco: Perla, el Moya, el Tano, Chiche, Picho, Tito, Susana, Angélica, Mabel, Perla María, Hugo, y Tata.

Andrea es  la hija de Hugo Nicola, su  papá hace 34 años que se fue de Plá pero, recuerda con mucho cariño a su gente, igualmente, él va cada tanto a visitar a sus hermanos/as y también va seguido a Chivilcoy a visitar al padrino de Andrea, Bocha Calvi, y a su abuelo, como lo considera a Alfredo Calvi y a Maruca.Su papá sigue jugando a las bochas su deporte favorito, viajó  a Brasil, Uruguay y jugó representando a la selección de bochas de Argentina. Andrea está casada y tiene un nene de casi 3 años, que juega también a las bochas con su papa, .Los abuelos re chochos con su nieto. Su abuela materna que también vivió en Pla, Teresa Giannini, y a sus hermanos.

Coco Iarza nos dice: También recuerdo con mucho cariño a tu tío, el Tata Nicola.
No me sorprende que tu padre se haya destacado como «bochófilo», ya que cuando éramos pibes practicábamos ese deporte muy a menudo (obviamente como aprendices), dado que allí ese era un juego muy popular y había varias canchas de bochas en el pueblo…; además tu padre era muy bueno en el juego de la «bolita», similar al juego de bochas, pero en miniatura, ja, ja, ja….

Y Julio Sala concluye diciendo que don Nicola era el que estaba encargado de la plaza y tenía siempre muchas flores, y él orgulloso de su trabajo, en esos casos siempre estaba listo, lo sé porque siempre hacía eso cuando ocurría algo en el pueblo.

Nancy Nicola arrima el siguiente comentario :  fui a la escuela  10 y fueron los años mas lindos, mis compañeros fueron Miguel A Gatti ,Fabián Martínez , cuyo  papá era el cartero ,Jaime Cecci, Silvia Andrade, Silvia Cordobés, Carlos ,Jorge Bassi,  Estela Sánchez, entre otros.  Fui hasta el año 1981 después me vine a Buenos Aires.

ORELLANO

Hola soy María Esther Orellano, se presenta, hija de Pedro Orellano y de María Angélica Carreras  (China), hermana de Miguel y Oscar, vivo en Pla y me alegro mucho leer los comentarios de todos los que pasaron por PLA. Muchos de los cuales conozco.

Fernando Martínez  remarca que la «China» Carreras, es  cuñada  de Nélida Pilo, que es hija de Esteban y Emilia Martignone,

Nos escribe la nieta de Gregorio Orellano: Mi nombre es Noelia Natalí Barrionuevo…soy de Venado Tuerto, Santa Fe; mi mama es prima de Carlitos Longo. Mi abuelo Gregorio Orellano nació y vivió muchos años en Plá y el siempre se acuerda de anécdotas de allá.. Tanto de sus amigos, trabajo y sus épocas de cantante

PIETROBELLI

Hola como les  va?,  nos saluda Juan José Pietrobelli, soy bastante joven como para saber algo de la historia de Pla pero puedo decir que llevo el mismo nombre que mi abuelo Juan José y por ahí pude observar que anda los Iarza, por lo que tengo entendido existe una parentela, lejana ya pero existente al fin, bueno, saludos para todos los que vivieron el Pla y los que aun seguimos. Me hace bien leer estas cosas sobre el pasado del pueblo en el que vivo
La  bonita casa en que viven tiene sus antecedentes. En ese lugar se erigía la Casa Giraldez, que fue demolida hace uno treinta años, de la que quedó solamente el tapial que separa la propiedad vecina.
En el sitio vivía y tenía su peluquería Cholo Castrofilo, casado con Fedora Arrubito.
Cuando se vende el predio, compran el mismo, demuelen parte de la casa que habitaban y construyen esta nueva con muy buenos materiales. Como me contó el señor Pietrobelli todo el conjunto le pertenece, estando el campo con un hermoso sembrado de soja en la actualidad.

El padre de Pietrobelli, informa Fernando Martínez, tenía un campito entre los dos pasos del tren, desde el embarcadero hasta el Midland.

PILO

Rosendo Gayol le comenta a Fernando Martínez la localización de estos vecinos: Hacia el sur nuestros vecinos eran ustedes, al fondo de la calle y lindando con el fondo del campito de nuestro negocio; los Pilo enfrente casi a la tranquera de acceso al campo de ustedes, y casi enfrente de nuestra casa estaba  la de Pancho Daniele, de cuyos hijos Panchito  Ñata, Atilio y Juan hemos tenido varias menciones.
Y Héctor Lesca que  la familia estaba compuesta por  Esteban Pilo, su esposa Emilia y sus hijos Roberto y Negra; ellos se fueron al otro extremo del pueblo donde había vivido otra familia Pilo, en la esquina entre lo de Carrera y lo de Sceuza,

Agregando Fernando Martínez  que Esteban Pilo y Emilia Martignone fallecieron, primero él, después Roberto y no hace tanto Emilia, y el Negro Carrera se había casado con Nélida, la Negra y también falleció, así que de los Pilo queda ella solamente .

REGGI

Guillermo Reggi nos acerca el siquiente dato:

Hace muchos años tambien vivio en Pla don Ernesto Reggi que fue colchonero en ese lugar y ahora esta sepultado en el cementerio de Alberti junto a su madre. Era hermano de mi abuelo Eugenio.

REPETTO

Recuerdo a Gustavo Bilbao en lo más profundo de mi corazón junto con mi hermano Gustavo. Yo Roberto, continúa,  vivo detrás de la casa de su abuelo Lucas Fernández y mi hermano del otro lado de la vía en la casa de Moreno al lado de la panadería de Vidano.
Somos hijos de Arnoldo Repetto nietos de Juan Bautista Repetto.
Nos criamos en frente de la herrería de Quico en el chalet de Steininger que por ahí nombra.
La herrería de Quico sigue estando al frente de ella, esta el hijo Mario Cicocioppo.
Actualmente el pueblo tiene luz eléctrica, cable e Internet de donde mandamos este comentario.
Y espero recibir noticias y anécdotas de nuestro querido pueblo.

RIVERO

Soy Raúl Rivero, dice en 2013, hijo de Ramón Rivero e hijastro de Tina Aguëro, tengo 85 años. Viví en Plá hasta el año 1953 y volví a visitar el pueblo recién en 1995 y hasta la actualidad cuando puedo vuelvo. Conocí a mucha gente. Recuerdo a don Daniel Bassi, trabajé con él en los hornos de ladrillos. Sigo contactado con Moya y Picho Nicola.
Tengo una prima que actualmente vive en Plá, Elena Longo, hija de Filomena Galindez.
Jugué al futbol en el tiempo que estaba Coco Marrone, el Kelito, etc.
Fui policía durante unos años en mi querido pueblo.
Todavía vivimos con mi esposa (83 años) juntos hace 62 años de matrimonio. Estamos viviendo en Tigre desde el año 56 y muy cerca de hijos, nietos y bisnietos. Tenemos 5 hijos (y 1 fallecido) más de 15 nietos y varios bisnietos.
Mis hermanos Rubén Rivero (que nació ahí) y Ever Rivero en la actualidad viven y están cerca de mi familia. Mi querido hermano Ramoncito Oscar Rivero falleció hace más de 10 años.
Estuve 43 años sin ir a Plá y nunca supe porqué tardé tanto en volver!!! Hoy me encuentro almorzando y contando historias a mis nietos y bisnietos de cuando en el pueblo había 3.000 a 4.000 personas. Me gusta llevarlos a que conozcan mis raíces…Mi viejo tenía un carro y un caballo llamado linyera 

SALA

Julio Sala  vivía frente a la herrería de Ciavatta,  con su abuela María Nardi.  Además era, según el testimonio de Héctor Lesca, un buen arquero en los picados de fútbol que se armaban al lado de los galpones hasta que se hacía de noche y la pelota no se veía más. Agrega que sabe que andaba por Chivilcoy algunas décadas atrás. Y además, cuando le dieron el diploma de 6º nuestra barra  aplaudió a los gritos porque tuvo que pasar cualquier cantidad de dificultades para llegar ahí. Casi los echan del salón!

Nora Sala es su hija y recuerda con cariño a sus abuelos: Ambrosio Sala y María Nardi eran los papás de mi papá o sea mis abuelos, vivieron en Pla hasta el año 70, y mi papá tiene una hermana que se llama Nelly Sala y ella vive en Alberti.

Nora vive  a tres cuadras de la casa de Irma Martínez  en Chivilcoy

Ambrosio Sala fue  un gran albañil.  La mayoría de las obras importantes de Pla fueron hechas por él.

Así lo recuerda Fernando Martínez: al nombrar a don Ambrosio Sala, les digo que era un constructor, albañil muy bueno y que la casa donde vivimos en Pla, tantos años, fue construida por él; toda de material.

SACCO

Soy Sofía, la nieta de Yolanda Renée Sacco, que vivía en Plá con sus Padres Salvador Sacco y María Castellani y sus hermanos Teresa, Rubén -Tito- y José Antonio -Cacho- e indica que la abuela le contó que iban a la escuela Nº10.

Yolanda fue abanderada de la 10, recuerda Héctor Lesca. A Cacho, agrega, lo vi por última vez en una estancia de un tal Schiafino, entre Ugarte La Riestra, que tenía hasta un salón de billares, y Tito fue el más cercano a mí. Yo solía ir a la casa de ellos (en Pla) a comprarles un pan casero exquisito que cocinaban en la misma casa. La estancia de Schiafino después la compró Klein. A Teresa creo que la vi por última vez en la plaza de Alberti.

SANTAMARIA

Hola a todos, me llamo María Julia Santamaría, mi papá nació en Pla en 1942 y en 1952 se mudó con sus padres (Dalmacio y Ángela) a Buenos Aires. Yo vivo en Punta Lara, cerca de La Plata. Personalmente. Raúl Santamaría, es un primo de mi papá.

María Julia, es mi primita segunda, dice Fernando Martínez, ya que su papá es su primo hermano, siendo sus abuelos María Alonso y Dalmacio Santamaría y sus tíos Ignacio y Tita González. Dice: por lo que decís, sos hija de mi primo hermano «Nito», hijo único de mi tío «Ignacio» y de «Tita”; soy el mayor de los primos, hijo de Elvira, hermana de tu abuelo a la que él quería mucho, lo recuerdo; mientras ella vivió cuando venía para Pla de vacaciones, a la casa del abuelo Dalmacio y la abuela María, tus bisabuelos

Hola Fernando confirma, sí mi papá es Nito, todavía vive en Lomas con mi mamá, tengo una hermana, Virginia de 35 años y yo tengo 39, me casé con un Platense y vivimos en Punta Lara, en la costa del Río de La Plata.

A su vez Héctor Lesca evoca a otros familiares  el tío de Fernando de Lomas era Miguel Titonell, que venía a Plá en un camión colorado con su esposa (de apellido Santamaría) y sus hijos  Miguel Angel y Haydée, recuerdo, menciona, que vivían en la calle Bernardo de Irigoyen de Lomas. Tenías otro tío en Morón, que usaba anteojos, papá de tu primo Carlitos. Este y Miguel eran de mi edad y solíamos jugar al fútbol, a la bolita, a hacer barriletes, etc. etc. Me parece que Nito era de Témperley.

María Julia dice, que esa familia a la que se refiere son primos de mi papá, vivían cerca de mis abuelos y de chica los veía seguido

Cándida Santamaría de Martignone, comenta Adriana Alvarez,  era la suegra de mi tía Ana María y vivió en Plá con mis padres. Para nosotros era como otra abuela. Conocí también a los bisabuelos Santamaría: a don Dalmacio y a su esposa, ambos españoles, muy agradables, me parece estar viéndolos él de gorra y ella con un pañuelo negro en la cabeza. Vivieron en Plá en la casa que está enfrente del monte de la estación y que hoy es propiedad del señor Elbio Zoia. Cándida y su esposo José, vivieron un tiempo al lado, en una casa que fue construida por José Zungri, allí también vivió mi tía Ana con su esposo Rogelio y sus hijos José María Y Oscar Alberto.

SCEUZA

Nos dice Mari que es hija de Felix Sceuza y Delia Ortiz.  Su casa estaba cerca de la de Pilo. Su padre y su abuelo Ortiz trabajaron en lo de Klein. sus hermanos son Alberto y Mario Sceuza   , todos fueron a la escuela 10.. Ahora viven  en Merlo, provincia de Buenos Aires y de vez en cuando vuelven a visitar el pueblo.
TONELLO

Luis Tonello es recordado como un excelente carpintero

Carlos Tonello falleció hace muchos años, luego de una larga enfermedad. Su esposa aún vive en Alberti. Sus padres y su hermana Nélida también fallecieron, su hermano Luis vive en Pinamar.

VACCAREZZA

El Dr. Horacio Vaccarezza fue un habitante tardìo  de Plá.  Al comprar el casco de lo que fue la Colonia San Mariano  hace de ese fundo su lugar de descanso.

Es  interesante destacar el aporte de los doctores Vaccarezza a los pobladores de Plá.     Durante años los doctores Oscar ( prematuramente fallecido) , Raúl y Horacio fueron los máximos referentes de la medicina en la zona. Es casi posible asegurar que casi todos los plaenses se han atendido alguna vez con esos doctores o en su famoso Sanatorio.

La historiadora Marina Vaccarezza hace un valioso aporte respecto de los orígenes de la familia:

Mi abuelo era el Dr. Oscar A. Vaccarezza y mis tíos  los doctores Horacio y Raúl.   El Dr. Dardo Chiesa era primo hermano de ellos, ya que la madre de mi abuelo y  de sus cinco hermanos era María Magdalena Chiesa (1877-1958), quien poseía un campo en el camino hacia Plá, en la curva luego de cruzar el río, al que llamaban “la chacra de Plá”; esos campos fueron, originalmente de D. Francisco Plá.

ZACCA

Soy Diego Zacca, hijo de Leonel y nieto de Leonel Blas, quien iba a hacer los mandados a Plá en una Chevrolet azul, como bien dicen. Si habré escuchado historias de mi abuelo, a quien no conocí en persona porque falleció antes de mi nacimiento, pero me han contado mucho de él.

Algo que me contaron es que por la casa de mis abuelos en el campo siempre paraban unos turcos (si mal no recuerdo, o quizás simples «crotos», como se los llamaba) que andaban por allí vendiendo cosas Siempre me resultó curioso cómo la gente, en otras épocas, le abría la puerta de su casa a extraños, cosa que ahora no sucede…

Mi abuela es Dominga Pontoriero, también criada en esa zona. Ellos vivieron en el campo que mi familia todavía conserva hasta no sabría decirles bien en este momento qué año, cuando se vinieron para Alberti. Actualmente, mi tío Raúl Zacca vive allí todavía. Noemí reside en Chivilcoy.

Yo viví toda mi vida en Alberti, pero como comprenderán, me unen con Plá lazos afectivos, ya que parte de la historia de mi familia está allá, como la de tanta otra gente de mi hermoso Alberti.

El intendente de Alberti, dice Adriana Alvarez, se llama Leonel Zacca y su padre vivió en el campo en una zona denominada popularmente como las catorce povincias. Venía a Plá a hacer los mandados en una Chevrolet azul.

ZOIA

Elida Zoia de Arrú y su hermana Amanda eran maestras de alma, dispuestas a cualquier sacrificio, como el viajar todos los días de Alberti en condiciones precarias por completo.
Elida está espléndida a sus 85 años y razona mejor que una niña de quince. Toda su vida fue plena de actividad y de amor al prójimo. Fue una de las impulsoras de dos importantes colegios secundarios: uno en Laferrere, secundando al padre López May, el Instituto Cristo Rey y otro, su obra más personal, el Instituto Independencia, hoy el más importante colegio secundario estatal de González Catán. En Elida depositamos un gran beso para todas las maestras que dieron a los chicos de Plá todo su amor y dedicación.

Era casi una niña cuando comenzó a dar clases en Plá.  En sus comienzos fue pensionista de los Martínez porque en esos tiempos era imposible desplazase hasta su casa.  Ejerció por algunos años, casándose con Rubén Arrù, con quien tuvo un hijo al cual aún hoy llama Rubencito y que es un abogado exitoso,  Se mudó a González Catán y luego a Florencio Varela.

Para el lado de la laguna de Las Escobas estaba la chacra de los hermanos Zoia.   El hijo de uno de ellos era Contador en la planta de Techint en Ensenada. Continúa Héctor Lesca;  Yo viví 18 años en La Plata y lo encontré varias veces, era sobrino de tu maestra y de mi maestra de 1ºSup., (Amanda), que fue la Directora que siguió a Adela Bassi. En el 2007  Respecto de los Zoia, Elida  dijo que Vivian los seis hermanos. De seguro que el Contador de Techint debe seguir teniendo contacto con ellos.
Hoy he estado visitando a mi primera maestra: Elida Zoia de Arrú. No voy a decir su edad porque las mujeres son coquetas. Está espléndida! Sube y baja las escaleras con soltura y tres veces por semana actúa como secretaria de su hijo Oscar Rubén, que es abogado.
De una lucidez impresionante y una memoria más asombrosa aún, se mantiene activa y vital.
Fue mi maestra en 1946!!!!!!

ZUNGRI

Mi madre – dice Rosendo Gayol – era María Zungri, la que falleció prematuramente hace más de 25 años. Ella, oriunda de Plá,  fue en mi hogar el soporte ideal de mi padre en las buenas épocas y la hacedora total e incansable cuando las cosas cambiaron y la salud no acompañó al jefe de familia.
De los diez hermanos que eran en su familia – hoy todos fallecidos – algunos quedaron en Plá. De ellos, he frecuentado mucho a Elvira, Julia, el “Ñato” y José, de los que guardo muy gratos recuerdos. Todos ellos solteros, no han dejado descendencia.
Mi tía Francisca se casó con Nicolás Pérez, un empleado ferroviario con varios destinos en su trayectoria. Tuvieron dos hijos, de los que Oscar falleció joven y Ana Rosa es hoy una feliz abuela. Francisca era la más cariñosa de todos. Cierta vez me invitaron a pasar las vacaciones en Larramendy, un poblado compuesto por la estación, la escuela y el destacamento policial y….nada más, donde les causé un gran disgusto al quebrarme un brazo. Con lo que significaba eso en el medio de la nada!  Por muchísimos años vivieron en Villa Ballester.
Mi tía Rosa se casó con Juan Pagano y vivieron prácticamente siempre en Buenos Aires. De sus tres hijos uno falleció muy joven. Julia es abuela y Diego también lo es, luego de haber completado una exitosa carrera en compañías de seguros.
Rafael vivió en Tapiales y fue soltero. Guardo un cariñoso recuerdo de mis tíos José, Ñato, Elvira y Julia, con quienes he tenido trato frecuente durante mi niñez y esporádico pero recurrente más tarde.
Mi tío Nicolás estaba distanciado de la familia (o la familia de él) de modo que prácticamente no he tenido con él otros contactos que los de la infancia.

Dice Fernando Martínez  recuerdo a  José, el Ñato, Julia, Elvira, sabíamos ir con mi hermano Horacio a lo de los Zungri y nos convidaban con mate, miel, frutas otras cuantas  cosas, cuando éramos chicos.nos enseñaban los conejos, las gallinas, los perros… esas eran nuestras diversiones de aquel tiempo, el monte, los pájaros, las liebres…, el chiquero, tenía un chancho colorado que le había puesto de nombre Timosenko, el Ñato lo llamaba de lejos y se venía al trote. Recuerdo a José que venía, creo que trabajaba en el ferrocarril; y después la invitación que no faltaba nunca antes que nos fuéramos: vamos a la cocina a tomar mate?

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COMPAÑEROS DE LA ESCUELA 10

Algunos acercan los nombres de quienes fueron sus compañeros de escuela. Son tantos que solo vamos a incluir unos pocos ejemplos.

Rosendo Gayol dice: En nuestro sexto grado en 1952 estaban Juan Carlos Molea, Marta Parenti, María del Carmen Bassi (Pochi), María Ester De Santis, Aurelia Marcos, Berta Fernández, Martha Bibini

Agregando que incorpora los nombres que recuerda de sus compañeros de 5º grado en la escuela Nº 10:
Mirta Molea,  María Marta Petrucelli, Carolina Albretch. Aurelia Marcos, Marta Parente, Martha M. Bibini, María del Carmen Bassi, María Ester De Santis, Bertha Fernández, Griselda Disanti, Juan Carlos Molea, Castellino, Julio Jaureguiberry y yo. (Gayol)

Les presento a la promoción 60, dice Héctor Lesca: Rubén H. Beorlegui, Oscar A.»Cacho» Bibini, Alfredo D. «Bocha» Calvi, Isabel T. Lobos, Irma Martínez, Griselda B. Molea, Carlos  A. Tonello, Pedro L. «Tito» Serrano y yo. Terminaron en otros lugares: Raúl O. Disanti, Marta De Alberti, Pontoriero, Giallorenzo, Martinicorena, Juan R. López, Roberto Castellino etc.Empezamos en 1º Inferior. : 42, se nos desgranaron en el camino: Rubén y Francisco Basto, Marquesano, «Batilana» Petrini, Noemí Martorelli, Jacinto Viñales, Marta Longo, Mirta Disanti, Giallorenzo, Martinicorena, los Orlandi, Hugo Borracer, los Orellano, Luis Andrada, Mabel y Perla Nicola, Raúl Santamaría, etc.

Otro grupo de Héctor Lesca lo conformaban Silva que era el más alto de la escuela y de pantalones cortos,  Hernández, la maestra es Isabel Agustina Gotta de Guerini, la petisa  Terpolilli,  Lesca, Cejas, Clemente, Disanti, Raúl. Castellino y Pedrito Antelo.  De paso, en  el equipo de futbol, estaban Bartomeo, Iarza, Marcos, Chiche y molla Nicola, Vidano, Calucho, Chony Suarez, etc.

Juan Disanti  también nos acerca algunos  nombres de sus compañeros: Lesca,  Cejas. Clemente, Terpolilli, Leiva, Pontoriero, Klein, Hernández…

Ariel Záccaro nos  recuerda a los alumnos de Susana Sierra, Ester Grassi y Adela Bassi de García en el año 1953: Catalina Hojraj, Nélida Tonello, Yolanda Sacco, Teresa Sacco, Ana María Terpollini, Beatriz Malizia, gordo, cariñosamente,  Disanti, María Josefa Disanti, Pachanga y Chelo de Santis, Petrucelli, María Teresa Pontoriero, Castellino, Pilo, Jaureguiberry, Raúl Penella
Con su memoria prodigiosa nos  describe Héctor Lesca el  turno mañana de1953. la Colorada Catalina Hojraj, Inés Martínez, la hermana de Fernando, Elsa Cejas, una de las mellizas Santamaría, e Mercedes,  una de las Marcos, Nélida Tonello, el Choly Borracer, Julio «Tarrino» Bibini, Sánchez, el «Titín» Labollita,  Un Jaureguiberry, mi hermano Juan Carlos Lesca,  «Pachanga» De Santis,  Miguel Gayol, Delia «Betty» Malizia, una de las hermanas. Sacco, quizá Yolanda,  Ciavatta, Ana María Terpolilli, la otra Sacco,  el»Tito» Pennella?, el «Chelo» De Santis,  Horacio Carrera, Roberto Pilo,  el Gordo «Pelito» Disanti,  el «Nene» Emir Castellino, el «Nito» Campastri, Pontoriero,  Borracer,  la otra Ciavatta,  «Gogó» Leiva,  el «Coco» Juan Carlos Disanti,  Luis de J. Lesca,  Klein,  Raúl Castellino, l «Tito» Urquiza, el Gordo «Colón» Caputo, Atreche, Clemente,  Roberto Cejas, Jaureguiberry, Cause y Molea.

Otro grupo, esta vez del 5° grado  enviado por Omar Alberto ni está conformado por: Enrique San José, Enrique Alvarez, Chiche Moll, Nelly Franquez, Feliz Sceuza, Jacinto Viñale, Omar Albertoni. Norma Disanti, Noemí Sacca, Nora Bibini, Beatriz Borracer y Francisco Serrano.

PLA, SUS HABITANTES Y PARIENTES

La mejor lista que se pudo hacer de los nombres mencionados en el blog y en otras fuentes tiene 781 de ellos.   Se ha  procurado incorporar algunas actualizaciones del año 2020, aportadas por numerosos  participantes de la redes sociales.Sepan disculpar  las omisiones y los errores en la grafía de los apellidos o sobrenombres.

Los nombres con mayúsculas corresponden a los incorporados en 2020, en tanto que los demás estaban en la edición original.

ABBOT
ABRAHAM, JUANA
ABRAHAM, SIMON
ABRAHAM, TOMAS
Aguilar,  Pedro
Aguilar,  Tita
Aguirre
Alanis de Fernández,  Alicia
Alanis, Manuel
Albretch,  Carolina
Almeyra,  Chalo
ALTIERI, RAQUEL
Alvarez,  Adriana
Alvarez,  Camilo
Alvarez,  Juan
Alvarez,  Manolo
Alvarez, Patricia
Ambrosio, María Nardi de
ANCHAVAL
Andrada, Luis
Andrade, Cosme
ANDRADE, ISOLINA
ANGELETTI, NATALIO
Anselmi, Carolina
Anselmi, Martín O.
Antelo, Marisol
Antelo, Negro
Antelo, Oscar
Antelo, Pedro
Antelo, Raúl
Antenucci, Marino
Antognelli,  Eugenio
Arrubito de Castrofiglio, Fedora
Arrubito, Eduardo
Arrubito, Pedro
ASSANDRI
Avendaño, Alicia
Avendaño, Fernando
Avendaño, Lucas (Pingucho)
AYHAMART, ADIBARDO
BARBEITO, JUAN CARLOS
Bardi
Bartomeo
Bassi de Moreno, Herminia
BASSI DE SIERRA, ETHEL
Bassi,  Adela
Bassi, Adolfo
Bassi, Copelo
Bassi, Daniel
Bassi, Danielito
Bassi, Emilia
Bassi, Faustina Antognelli de
BASSI, HEBE SUSANA
Bassi, Herminia
BASSI, JORGE (HIJO)
Bassi, Juan
BASSI, LUIS
Bassi, Maria del Carmen
Bassi, Pablo
Basto, Francisco
Basto, Ruben
BELEM, ANGEL
BELEM, ANTONIO
BELEM, MARCOS
Beorlegui, Cristina
Beorlegui, Estela
Beorlegui, Germán
Beorlegui, Hugo
Beorlegui, Leonardo
Beorlegui, Raúl
Beorlegui, Rubén H.
Bergamini, Aldito
Bergamini, Aldo
Bergamini, Coca
Bergamini, Hugo
Bergamini, Liliana
Berti
BERTI, BACHILO
Betani, Benito
Bevilacqua, Carlín
Bevilacqua, José
BIBINI , ANTONIO
Bibini, Agustín
Bibini, Albino
Bibini, Ana María
Bibini, Belén
Bibini, Enrique
Bibini, Ezio
BIBINI, JESSICA
BIBINI, JORGE
Bibini, Kelo
BIBINI, MARIA
Bibini, Miguel
Bibini, Miguel Angel
BIBINI, NAZARENO
Bibini, Néstor
Bibini, Nora
Bibini, Oscar A.
BIBINI, PEDRO
BIBINI. LUIS
Bilbao, Andrés Ruben
Bilbao, Eduardo
Bilbao, Gustavo
Bilbao, José
Biondo
Biondo de Cali, Nora
BLAIOTTA, BLAS
Blaiotta, Domingo
BLANC, HAYDEE
BLANC. EDUARDO
Bonfigli, Gustavo
Bonfigli, Sergio
BONFIGLIO, BLANCA
Bongianino, Eugenio
Bongianino, Luis
Bongianino, Romeo
Bongianino, Titina
Bonnin, Faustino
Bonnin, Mafalda
Borrace, Choly
Borracer, Betty
Borracer, Carlos
Borracer, Ernesto(oveja)
Borracer, Hugo
Borracer, Julio (Coty)
Borracer, Mari
Borracer, Mauro
Borracer, Omar
Borracer, Raúl ( Choly)
Borracer, Ricardo
Borracer, Rodolfo (Chiquin)
Borracer, Rosa
Borracer, Sara Juárez de
Borracer, Zunilda
Bouza, Héctor
Brignani, Enrique
BUSTINGORRI
Cagnolatti, Gerónimo
CALABRESI, SALVADOR
Cali, Luis
CALLEGARI
Calvi, Alfredo
Calvi, Alfredo D.
Calvi, Cristina
Calvi, Jorge
Calvi, Marisa
Calvi, Marisa
Campagnoli, Coco
Campagnoli, Coco
Campagnoli, María
Campagnoli, María
Campastri, Cacho
Campastri, Cherrito
Campastri, Cherro
CAMPASTRI, LUCIA DE
CAMPASTRI, MARY
Campastri, Rubén
Campastri, Tranquilo
CANAPARO
CAÑOLATI
Caputo, José
Caputo, María Josefa
Caputo, Pedro
Caputo, Roberto José
Caraballo
CARBONAZZI
Carbone, Amadeo
Carbone, Cacho
CARBONE, DANIEL
CARBONE, EDUARDO
Carbone, Iris
Carbone, Juan
Carbone, Julia
Carbone, Liliana
CARBONE, LOBULO
CARBONE, MARCELO
Carbone, Mari Carretoni de
Carbone, Negro
Carbone, Oscar Amadeo
Carbone, Osvaldo
Carbone, Paula Alcira
Carbone, Tasin
CARBONE,DANIEL
CARBONE,EDUARDO
CARBONI. JOSE
Carrara
CARRARA, MARIA DE
Carrera, Negro
Carrera, Negro
Carrettoni, Demetrio
Carrettoni, Floro
Carrettoni, Lidia
Carrettoni, Luisa Caputo de
Carrettoni, María Josefa
Carrettoni, Mirta
Carrettoni, Negra
Carrettoni, Oscar
Carrettoni, Silvia
CARROSIO
CARROZO
CASAUX, M.P.
CASSI
Castagna
CASTELLINO , RAUL ROBERTO
Castellino, Roberto
CASTELLINO, TERESA
CASTELLINO,EMIR
Castrofiglio, Cholo
Castrofiglio, Sara
Castrofilo, Cholo
CAUSE, SERGIO
CAUSE. HUGO
Cavalli, Alfredo
CECI , HORACIO
CEJAS, ALFREDO
Cejas, Delia de
Cejas, Elsa
CEJAS, JORGE
Cejas, María Delia
Cejas, María Luisa
Cejas, Roberto
Cejas, Segunda de
Cenizo
Cergneux, Alcides
CERRO, BLANCA
Chanteiro, María
CHANTEIRO, PABLO
CHARBONNIER, ALEJANDRO
CHARBONNIER, MARIA
CHARBONNIER,JOSEFINA
Chechi, Rodolfo
Ciavatta
Cicocchioppo, Kiko
Cicocchioppo, Mario
Ciminella, Nélida
Ciminella, Roberto
Clemente
CLEMENTE, ROSA
Codispote
COLALILLO
CONCINA, NIEVES
CONCINA, PABLO
CONCINA, TERESA
CONSLOLI, CAYETANO
Consoli, José
Cónsoli, Nicolás
Cónsoli, Nicolás
COTELLINO
CREMONA DE ZUNINO, ELINA
CRESPI, ANGEL
Crespi, Claudia
Crespi, Coco
Crespi, Gustavo Abel
Crespi, Martha Moreno de
Cusini de Fracini, Elena
D`Angelo, Poroto
D´Adesio, Joselito
D´Angelo, Adrián
D´Angelo, Pancho
Daniele de Caraballo, Ñata
Daniele, Atilio
Daniele, Juancito
Daniele, Natalia
Daniele, Omar
Daniele, Panchito
Daniele, Pancho
Danielle, Panchito
DASCOLI, LUIS
De Alberti
De Alberti, Marta
de Fernández, Alicia
DE SANTIS , NORMA
De Santis, Chelo
DE SANTIS, JUAN
De Santis, María Ester
De Santis, Mario
de Tomás , Emilia
DECIMA
DEL CASTILLO, HECTOR ANIBAL
DELLAFONTANA, HAYDEE
DERICO , KATY
DESTAVILLE DE CHANTEIRO, MARIA
Díaz, Emilio (el boya)
Diaz, Nestor
DIGILIO
Dinori, Claudia
DINORI, JUAN
Dinori, Oscar
Dinori, Pocha
Dinori, Tabati
Disanti, Chelo
Disanti, Griselda
Disanti, Juan
Disanti, Mirta
Disanti, Pachanga
Disanti, Raúl
Domínguez Luna, Juana
Dominguez Luna, Martín Emilio
DOMINIQUE, ALBERTO
DUCANI, MIGUEL
Elías, Estela
ELIAS, JUAN
Elías, Julio
Elías, Mary
Elías, Pedro
Elías, Quela
EQUIS
Equis, Pedro
Erviti, Alejandro
Estuca
Etcheverry, Carlos
Etcheverry, Julio
ETCHEVERRY, MARIA ELENA
Etcheverry, Pascual
Etcheverry, Raúl
Felice, Elsa
Fernández, Berta
FERNANDEZ, ESTEBAN
Férnandez, Liliana
Fernández, Lucas
Fernández, Marta
Ferrari, Cococho
FERREYRA, JUAN
FERRO
FIDELA, M.
FONTANA, MARIA CRISTINA
Fortunata
FRACCARO
FRANQUI
FRASCINI, TERESA
FRATINI, ANGEL
Fronti
Fronti, Alejandro
Gago, María
GALASSI, JULIA
GALASSI, TERESA
Galazzi, Yiya
GALINDEZ
Galindre, Negro
GARCIA FALCÓ , MANUEL
García, Benito
GARCIA, CONCEPCION
GARCIA, HERMINIA
GARCIA, MANUELA
García, Teodoro
GARRO, FRANCISCO
GATTI
Gatti, Sarita
Gayol, Ana María
Gayol, Miguel
Gayol, Rosendo
GAZZOTTI, ZULMA DE
GENTILI, AGOSTA
GENTILI, AMELIA
GENTILI, DOMINGO
GENTILI, ENRIQUETA
GEORGETTI, JOSE
GEORGETTI, JUANA
GEORGETTI, LUIS
Giallorenzo
GIANINI,NICOLAS
Giannini, Teresa
Giraldez, Modesto
GIRALDEZ, MODESTO
GIULIANI
Giuliani de Bonfigli, Marta
Giuliani de González, Gladys
GIULIANI, CARLOS
Giuliani, Coco
Giuliani, Mateo
Giuliani, Negro
Giuliani, Pedro
Giuliani, Pichin
Giuliano, Francisco
Giuliano, Norberto J.
Giuliano, Ñata
Giuliano, Pedro
Giuliano, Porota
González
Gonzalez Berges
González Bergés, Estela
GONZALEZ ESCARRA
González Varese, María del Carmen
González, Antonio
González, Calucho
González, Hugo
González, Mónica
GOSTO
Gotta de Guerini, Isabel Agustina
Grass, Ester
Grassi, América
Grassi, Esther
Grassi, Mafalda
Grassi, Martín
GREGORI, JUAN
GREGORI, LUISA
GROPPA, CARLOS
GUERRINI, BLANCA D.
Hernández
Hernández, Ester
Hernández, Ester
Hojraj
Iarza, Bartomeo
Iarza, Coco
Iarza, Ester
IARZA, ESTHER
Iarza, Hilda
IARZA, HILDA
IARZA, MARTIN
Iarza, Martín
Ibañez, Esteban
IGLESIAS, NELLY
Jaureguiberry, Julio
Jaureguiberry, Lauro
Jaureguiberry, Raúl
Jordán, F.
Jordán, María Ester
JUL DE SILVA .ELIDA
JULIÁ, CLOTILDE
Klein, Alberto
Klein, Amalia
Klein, Enrique
Klein, Gustavo
Klein, Hugo
KLEIN, HUGO
Labollita
Labollita, Eduardo
Labollita, Norma
Lagos
Lamelsa, Enrique
Larriba, Bebe
Larriba, Carlos Alberto
Larriba, Jorge
Larriba, Juan Manuel
Larriba, Karina
Larriba, Sergio Fabián
Larriba, Teodolina
Larriba, Tililo
LARRIBA. GIANFRANCO
Latorre
Leguizamón, Amalia
LEIVA DE MONACO, NILDA
Leiva, Gogó
Leiva.Coco
Lencinas
Lesca de Lobos, Teresa
Lesca Luis
Lesca, Carlos
Lesca, Héctor
Lesca, Juan Carlos
Lezca, María
Lobos, Isabel T.
Longo, Carlos
Longo, Josefa
Longo, Juan
Longo, Julia
Longo, Marta
Longo, Marta
LONGO, RICARDO
Longo, Rubén
LONGO,SUSANA
López, Juan R.
Loquercio, Rosa
Lorenzetti, María
LUCA
Malizia, Antonio
Malizia, Betty
Malizia, Héctor
Malizia, Neta Carrettoni de
MANSFERRER
MANTEROLA, ELENA
Marchesano
Marchioni
MARCON
Marcos, Angel
Marcos, Aurelia
Mari Mastropierro, Lucio
MARMALLON
MARMALLON, TITO
Marquesano
Marquezano
MARRONE
MARROTE, OSCAR
Martignone, José
Martignone, Peruco
Martignone, Rogelio
MARTIGNONI, OSCAR
Martínez, Dalmacio
Martínez, Elvira
Martínez, Fernando
Martínez, Horacio
Martínez, Horacio
Martínez, Irma
Martínez, Isabel de
Martínez, José
Martínez, Laura
Martínez, Leila
Martínez, María Josefa
Martínez, Matilde
Martínez, Quiteria
Martínez, Ricardo
Martínez, Zulema
Martinicorena
Martorelli, Marta
Martorelli, Noemí
Martorelli, Raúl
MASFERRER DE PALAZZO, BETTY
Mastropierro, Carmelo Severo
MATEOLI
MAURICIO
MAURIÑO
MAURO
MAZZINI DE SARRIA, NELLY
MAZZOTA, ELSA
MEDICI
MEDRANO
Medrano, Antonio
Medrano, Perico
MICHELI, MARIA
MICHELI, PAULINA
Mignacco
MIGUEL
Milín, Martincito
MIRANDA
MOLEA, ALBERTO
Molea, Griselda
Molea, Hilda
Molea, Juan Carlos
Molea, Mirta
MOLEA, NANDINA
Moll
Monasterio
Montiel, Guillermo
Moras
Moreno, Ana María
Moreno, Carlos Alberto
Moreno, Chichino
Moreno, Conrado
Moreno, Ernestino
Moreno, Hilario (Pequeño)
Moreno, Liliana
MORENO, LUZ
Moreno, Mabel
Moreno, Osvaldo Luis (Coco)
Mortera
Mosca, Fito
MOYA
Nicasio
Nicola, Andrea
Nicola, Angélica
Nicola, Chiche
Nicola, Delfor
Nicola, Hugo
NICOLA, LUIS
Nicola, Mabel
Nicola, Moya
NICOLA, NANCY
Nicola, Perla
Nicola, Perla
Nicola, Picho
Nicola, Susana
Nicola, Tano
Nicola, Tata
Nicola, Tito
OLAVARRIA, TEODOLINA
OLIVIERI
ORELLANO , SERVILLIANA
ORELLANO, COCA
ORELLANO, ELENA
ORELLANO, GREGORIO
ORELLANO, GREGORIO
ORELLANO, HERMINIA
ORELLANO, HORACIO
ORELLANO, JULIA
ORELLANO, MARIA
Orellano, Maria Esther
Orellano, Maria Esther
ORELLANO, MIGUEL
ORELLANO, OSCAR
ORELLANO, PEDRO
ORELLANO, POCHA
ORELLANO, ROSA
Orellano, Rufino
Orlandi, Luis (Morea)
OTTAVIANO, DOMINGO
Ottaviano, Marcela
Ottaviano, Pancho
Pagano, Diego
Pagano, Juan
Pagano, Julia
Panda
Panda
PARAPETTI, HUMBERTO
PARAPETTI, PASCUALINA
Parente, Marta
PARENTI, ESTHER
Paulucci
Penaca
Penella, Donato
Penella, Lilly
Penella, Raúl
Penella, Ricardo
Penella, Vicente
Pereira, Pitingo
Pereyra, Pancho
PEREZ , EUGENIO
PEREZ CLEMENTE
Pérez Clemente
Pérez, Ana Rosa
Pérez, Nicolás
Pérez, Oscar
PETENARI, JOSEFA
PETINARI, MARIA
Petrini
Petrocelli, Marta
PETROVICH
PETRUCELLI, SALVADOR
Pietrobelli (Plá)
Pietrobelli, Juan
Pilo, Emilia Martignoni de
Pilo, Esteban
Pilo, Negra
Pilo, Roberto
Piñeiro, Julián
Plá de Gaché, Dolores
Plá de Jordán, Sara
Plá de Lartigue, Eloísa
Pla, Francisco Bernabé
POLICASTRO, ISIDORA
POLICASTRO, LUIS
POLICASTRO, MARIA
POLICASTRO, VICTORIA
PONTE
PONTE, ALICIA
PONTE, FABIAN
PONTORIERO , MIGUEL
Pontoriero, Dominga
Pontoriero, José
PRADIE
Puccio
PUGA
RAMIREZ , MARCELO
Ramírez, Pacho
Rebollo
Reggi, Ernesto
Reggiardo, Cholo
Reggiardo, Pascual
Repetto, Alicia
Repetto, Arnoldo
Repetto, Gustavo
Repetto, Juan Bautista
Repetto, Roberto
REPETTO,GUSTAVO
Ribero
Riva, Miguel
Rivadeo
RIVERO
RODRIGUEZ
Rodriguez Giraldez, José
RODRIGUEZ, JOSE LUIS
ROMANI, AMELIA
ROMANI, NELIDA
ROMANO , MARIA DEL  CARMEN
ROSALIN
ROSSI, M
RUSSO, JOSEFINA DE
Sacco
Sala, Julio
Sala, Nelly
Sala, Nora
SALICE, GLORIA
SALINAS
SALVADOR
San José
Sánchez, Elvira
SANCHEZ, ROBERTO
SANGLAR, PEDRO
SANGLAR,ADOLFO
SANGLAR,LUIS
Santamaría, Ángela de
Santamaría, Cándida (Doña Cándida)
Santamaría, Dalmacio
Santamaría, Isabel
Santamaría, Juan Manuel
Santamaría, María Julia
Santamaría, Mercedes
Santamaría, Nito
Santamaria, Raúl
Santamaría, Victorio
Santamaría, Virginia
Sargenti
SARRIA DE MAZZINI, NELLY
SATUFF
SCARCELLI, FRANCISCO
SCARCELLI, H.V.
SCARCELLI, JUAN
Scarcelli, Pascual
SCEUZA
Schiavi, Cleto
SCOLARI
Serrano, Pedro L.
Serrano, Perico
Serrano, Tatuna
SERRANO,TITO
SIERRA, SUSANA
Silva, Ana María (Plá)
SILVA, ROSA
Silva, Rubén
Silva, Santiago
Silva, Santiago
SILVA, SILBANA
Simón
Solari
SOSA
SOTIL, ELSA
Soubiran
Steininger
SUAREZ
Suarez, Chony
SUAREZ, CORINA
TABORDA, OSCAR
TARAFFO, LUISA
Tenti
Tenti
Terpollini
Tesoro
Teus, Manuela
TINELLI
Tomás , Antonio
Tomás , Emilia de
Tomás, Pedro
Tomás. Walter
Tonello, Carlos A.
Tonello, Luis
Tonello, Nélida
Torti, Dominga
TOZZELLI
TROYA, BENANCIO
TROYA, MARIA
TROYANO
UDOY
Vaccarezza, Horacio
VACCARO
Vagliente, Alicia
VANDAME
VARELA
Varese de González, Rosa
Vidano, Amanda Fantoni de
Vidano, Francisco
Vidano, Juan
Vidano, Juana
Vidano, Norma
Vidano.José
VIDELA
VILLA
Villa, Anselmo
VILLA, MAURICIA
Villarino
Viñales, Gito
Viñales, Jacinto
Violante
Zacca, Diego
Zacca, Leonel
Zacca, Noemí
Zacca, Raúl
ZACCA,JOSE
Záccaro, Ariel
Záccaro, Carlos
Zoia de Arrú, Elida
Zoia, Amanda
Zungri,  Ñato
Zungri, Elvira
Zungri, Francisca
Zungri, José
Zungri, Julia
Zungri, María
Zungri, Nicolás
Zungri, Ñato
Zungri, Rafael
Zungri, Severo Luis
Zunino, Jorge

Nota: la grafía no necesariamente coincide con la real.

Esta lista no será actualizada.  Para una lista más completa se sugiere consultar

https://plaalgunoshabitantesdelsigloxx.wordpress.com/

Breve historia de Alberti

Lo que sigue fue extraído de la página web de la Municipalidad de Alberti.

1870: El 8 de agosto Don Andrés Vaccarezza adquirió un campo en el Cuartel VI del partido de Chivilcoy que contaba de 37 hectáreas y que luego amplió a 500 ha. Es donde hoy se erige la ciudad de Alberti.

1871: Don Andrés Vaccarezza crea en su campo una colonia agrícola e industrial, estableciendo a ese efecto un molino harinero, el más importante de la zona en aquel tiempo y que motivó el asentamiento de los primeros pobladores en el lugar 1872: Se construye la casa del fundador en la esquina de la actual Avda. Vaccarezza y la calle Belgrano. Desde entonces hasta 1880 fue sede de la primera Escuela Pública.

1875: Desde este año hasta 1877, la casa del fundador fue domicilio provisorio para los directivos y personal del Ferrocarril Oeste, encargados de la construcción del ramal Chivilcoy-Bragado.

1877: El 25 de junio se inaugura la Estación ferroviaria Alberti, que luego a partir de 1966 se la denomina Estación Andrés Vaccarezza. El 27 de Octubre se establece como la fecha de fundación de la ciudad. Se elabora el primer plano de la planta urbana, que constaba de 80 manzanas ubicadas alrededor de las vías del ferrocarril.

1885: Don Andrés Vaccarezza contrata al agrimensor Vicente Souza para que realice el trazado definitivo del pueblo. La extensión del campo del fundador fue fraccionado en 166 manzanas de 100 metros de lado, separado por calles de 20 metros de ancho, cada manzana estaba subdividida en 4 solares, lo que arrojaba un total de 664 solares.

1887: El 4 de julio se inaugura la Iglesia Nuestra Señora del Rosario.

1894: Se realizan las primeras gestiones para crear un partido cuya cabecera sea el pueblo de Alberti. La iniciativa fue aprobada por la Cámara de Senadores de la provincia, pero no se transformó en ley porque no fue tratada en la Cámara de Diputados. Según registros de la época el pueblo contaba con 2.500 habitantes. Se crea la Escuela Nº 1.

1901: El 16 de febrero se crea el Registro Civil. Empieza a funcionar la Escuela Rural Nº 3Empieza a funcionar la Escuela Rural Nº 6

1902: Se crea la localidad de Mechita, en la traza del ferrocarril del Oeste y en él limite con el partido de Bragado.

1904: Se hacen nuevas gestiones sin éxito ante las autoridades provinciales para la formación del partido.

1908: Empieza a funcionar la Escuela Rural Nº 5

1909: Se crea la Escuela Nº 2 y la Escuela Rural Nº 23.

1910: Con fecha 10 de enero fue enviado a la Legislatura de Buenos Aires un telegrama firmado por vecinos de la ciudad, donde se solicitaba la sanción del proyecto de creación del partido de Alberti. El 6 de junio es finalmente aprobado el proyecto por la Legislatura, durante la gobernación del general José Arias, quien promulgó la respectiva Ley el 10 de junio, creándose el partido de Alberti en tierras pertenecientes hasta ese entonces al partido de Chivilcoy, Chacabuco, Bragado y 25 de Mayo. Aparece el periódico El Censor.

1911: Se realizan las primeras elecciones municipales, siendo elegido el Doctor Rodolfo Márquez. Empiezan a funcionar las Escuelas Rural Nº 7, Nº 8 y Nº 25. Comienza a funcionar la Escuela Nº 4.

Se crea la oficina de Correo y Telégrafos. Aparece el diario El Orden.

1912: El 27 de agosto se erige la Parroquia. Sale a la calle hasta el año 1928 el periódico La Libertad.

1914: Según el Censo Nacional de ese año el partido de Alberti cuenta con 11.143 habitantes. Se instala el servicio de Caja Nacional de Ahorro Postal.

1915: Deja de funcionar la oficina de Rentas en la casa del fundador.

1916: El 25 de mayo empieza a funcionar el club Social 25 de Mayo.

1917: Empieza a funcionar la Escuela Rural Nº 10 El 26 de agosto se funda el club Juventud Unida. 1919: Abre sus puertas el Hospital Municipal Nuestra Señora de la Merced, en terrenos donados por el General José Arias.

1920: Aparece el diario La Unión hasta 1929. Empieza a funcionar la Escuela Rural N2 20.

1921: El 28 de abril fallece Doña Catalina Ottonello, esposa de Don Andrés Vaccarezza. Aparece la revista Almafuerte.

1922: Comienza a funcionar el Colegio Privado Virgen Niña. El 15 de agosto comienza a funcionar la Escuela Nº 14.

1923: Empiezan a funcionar las Escuelas Rural Nº 13, Nº 15 y Nº 23. El 3 de octubre abre sus puertas la Biblioteca Popular.

1925: El 14 de abril fallece Don Andrés Vaccarezza. El 14 de noviembre se inaugura el pabellón de mujeres en el Hospital Municipal. Empieza a funcionar la Escuela Rural Nº 17

1929: Aparece el periódico La Voz de Pla.

1931: Aparece el periódico Civismo.

1934: Se crea la Juventud Católica.

1935: Empieza a funcionar la Escuela Rural Nº 19.

1936: Se inaugura el primer pavimento de la ciudad (42 cuadras)

1938: El 11 de noviembre se inaugura la nueva casa Municipal y se demuele la antigua., obra del           famoso  arquitecto Francisco Salamone, durante la intendencia de Nicolas Manganiello (h)

Es de señalar que durante la intendencia mencionada se realizan las principales obras públicas de la ciudad:  el Palacio Municipal, la plaza Arias y su monumento, Corralon Municipal, Boveda y morgue el Cementerio ,etc. buena parte de ellas bajo la direcciòn del arquitecto mencionado

1941: El 25 de mayo se inaugura oficialmente el nuevo Templo Parroquial.

1943: Empieza a funcionar la Escuela Rural Nº 21,

1947: El censo nacional arroja una cifra de 14.310 habitantes en el partido. Se crea DEBA en la gestión del gobernador Mercante.

1949: El 8 de agosto se inaugura el monumento al Doctor Roberto Vaccarezza.

1951: El 14 de octubre abre sus puertas el Instituto Médico Doctor Roberto Vaccarezza,

1952: Se funda el club Feba.

1956: El 10 de septiembre fallece el escritor y poeta Vicente Barbieri. Se inaugura la segunda etapa del Instituto Médico Doctor Roberto Vaccarezza,

1957: Empieza a funcionar la Escuela para Adultos.

1958: El 17 de marzo comenzó a funcionar el Instituto Mixto de Enseñanza Secundaria, denominada Escuela Nacional de Comercio hasta 1993 y a partir de allí Escuela de Enseñanza Medía Nº 2. El 28 de septiembre queda constituida la Sociedad de Bomberos Voluntarios

Primitivo mapa de Plá

En este mapa – publicado por la historiadora Marina Vaccarezza en Historia de Pioneros – se  muestra la estacìon pero no hay indicios de que exista otro propietario que no sea el señor Plá.

Plano moderno de Plá

Plano del loteo de Plá  (cortesia de las hermanas Carbone)

Anuario del Ferrocarril (cortesia de Miguel GayoI)

 Cincuentenario de la Escuela 10

Resultado de imagen para mapa de la provincia de buenos aires en 1850
En 1839 el Rio Salado marcaba el principio de la zona controlada por  los indios.
Casa Giraldez –  Croquis  fuera de escala
Alrededor de 1930 don Modesto Giraldez construye un moderno almacén de ramos generales.  Evidentemente, contó con asesoramiento especializado por cuanto su diagrama y amoblamiento eran muy modernos para la época.   Lamentablemente esta construcción fue demolida alrededor de los años 70.  Para tener una idea de como era se incluye un croquis a mano alzada y sin escala.
casa giraldez
Foto de Casa Giraldez  (luego Gayol y Cia)
foto 31
Primitiva Casa Giraldez de alrededor de 1910
Construida en el inicio de la calle larga   (enfrente de la casa del auxiliar del ferrocarril y del paso a nivel) era un gran rancho elemental,  construído de barro y paja en sus paredes, con las vigas de los techos de  troncos de árboles sin cepillar  ni prolijar y techo de chapas de zinc.  Era un típico rancho-pulperia.

primitiva casa Giraldez

Compradores de parcelas en la Colonia San Mariano de la que eran arrendatarios

Cortesía de Ana María Bibini

fotocompradores san mariano

Listado de los compradores que aparecen en la foto superior

Cortesía de Ana María Bibini

compradores san mariano

Estación Emita

Texto de Ariel Záccaro a quien mucho agradecemos

Emita es  una estación ferroviaria ubicada a pocos kilómetros  de la localidad de Plá,  en el Partido de Alberti, Provincia de Buenos Aires, Argentina.
La estación fue inaugurada en 1908 y formaba  parte del Ferrocarril Midland de Buenos Aires que unía la Estación Puente Alsina ( ubicada en la localidad de Valentin Alsina , Partido de Lanus) , 
con la ciudad de Carhué.

A partir de la nacionalización de 1948 pasó a formar parte del Ferrocarril General Manuel Belgrano.
La estación fue deshabilitada en 1977, año en el que el ramal ferroviario fue reducido llegando únicamente a la Estación Marinos del Crucero General Belgrano (Partido de Merlo, Bs.As. ) 

En Emita, en la década de  1940 había unos 85 habitantes,  en 1946 cuidaba la seguridad del pueblo un agente llamado Luis Agostinelli, quien fue reemplazado años más tarde por otro agente de apellido Gialorenzo.

 En lo que se refiere al  personal ferroviario de esa  época podemos señalar como Jefe de estación  en 1943 a Estefano Sálice, Capataz de vías Manuel Chicapalma,  Cambista Enrique Curbelo y Auxiliar a Juan Fasullo, en el año 49, al irse Sálice, asumió la jefatura José Tufilaro y fueron  trabajando en la estación  los siguientes auxiliares y/o cambiastas: Francisco Garrote, Velasquez, Bilbao, Andres Fasullo , Reginaldo Tufilaro, Ricardo Guidobono y De Marco.

Algunos habitantes de Emita que se recuerdan fueron: Don Julio Carreras, Enrique Ledesma, Marini, Rago, Doña Coronata de Benéfico y chacareros que por la cercanía de sus casas se lo consideraba que integraban el pueblo como Alejandro Garcia, Juan Scolari., Marcos Miranda y Salvador Penella.

 Entre los comercios de la época el más importante fue el horno de ladrillos  de Juan Carlos Fol que daba trabajo a varias personas y funcionó dede el año 1948 al 1957, desde 1940 a 1949  funcionó el almacén de ramos generales  ( incluidos remedios ) de Israel Ferro,  otros comercios de la época fueron el almacén de Ottaviano,  el almacén de  Juan Doffo (padre del  artista plástico nacido en Mechita y que lleva su  mismo nombre ) y el boliche  de Luis Saralegui, que también era capataz de galpón a cargo de los changarines. También funcionaba la herreria del sr. Caimi.

* (no existen registros por lo cual toda la información publicada es gracias  a la memoria de Carlos Záccaro)

Comentario del juicio de Roque Pennella contra Eloisa Pla de Lartigue según el autor Juan Manuel PalacioL

Los contratos de arrendamiento en el país formaban parte desde entonces del interés público y eso por dos motivos fundamentales: uno de carácter social, para proteger al más débil, que en el pasado la “voluntad de las partes” había sometido a todo tipo de “abusos evidentes”; el otro, de carácter económico, ya que era del interés de toda la nación velar por “las formas en que se lleva a cabo la explotación del campo”, principal fuente de riqueza de la economía. Ambas razones eran demasiado poderosas para dejarlas en manos de la “voluntad individual”, de “simples negocios jurídicos privados”, como había ocurrido hasta entonces, por lo que era necesario crear un “derecho necesario superior a la voluntad de las partes”.

Es la misma Sala B de la Cámara Central la que vuelve sobre esa argumentación unos meses después, en una causa de febrero de 1952. Eloisa Plá de Lartigue había apelado una sentencia de  la Cámara Regional de Buenos Aires por la que se la intimaba a firmar contrato escrito con los sublocatarios en reemplazo del que tenía con el anterior locatario y sublocador y se le fijaba el precio que debían pagar los ahora arrendatarios.
Luego de recordarle a la locadora que según las leyes vigentes tenía la obligación “de otorgar –
aún en contra de su voluntad contrato escrito con cada uno de los sublocatarios que, por imperio legal, se convierten en locatarios principales por la eliminación del sublocador”, se ve obligada a agregar, en los considerandos de la sentencia:
“La obligación mencionada es de carácter legal y propia de la voluntad de las partes en punto a
otorgamiento del contrato por escrito; se trata de una obligación impuesta por razones de orden
público económico emergente de una legislación que no sólo tiene en miras el interés de la parte
económicamente débil sino la producción misma de la riqueza nacional.
De ahí que se justifique el alejamiento notorio de las nuevas normas que rigen los arrendamientos rurales de los clásicos principios individualistas del derecho común , que se pase por alto la voluntad expresa o presunta de las partes y se impongan derechos y obligaciones cuya observancia resulte necesaria a los fines de protección
Ibidem
“‘Pennella, Roque y otro
s c/Lartigue, Eloisa Plá de s/formalización contrato’. Expte. 674/49 B.A.”. En
SFCCAAR
, pp. 135
40.

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Frontera de la Provincia de Buenos Aires en su avance contra los indios